por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
Dentro de la tan reclamada Política Turística de Estado (PTE), debería incluirse un capítulo muy importante de concienciación pública, con talleres de -unificación de ideas, mirada y diagnóstico-, a los que deberíamos acudir -TODOS-, quienes cotidianamente usamos las redes sociales y tenemos responsabilidades diversas dentro del sector: comunicadores, docentes, dirigentes gremiales, empresarios en general y obviamente, funcionarios públicos.
El fundamental esfuerzo que deberían desplegar los eventuales instructores, ya de inicio, es el de inculcar despojarse de la "matraca política".
Posteriormente, distribuir brújulas gratuitas para que cada quien se ubique y tome el lugar que le corresponde. No pueden -TODOS-, seguir opinando -DE TODO-, sin costos. En la carpa del Fasano, hubo colegas que en algunos casos, han llegado a marcar la agenda de los grandes temas nacionales y otros, que logran trasmitir en imágenes, lo que ocurre, como nadie. A esos profesionales no se les puede meter en la misma bolsa que a los perejiles y entrecomillar su función. Todos quienes comunicamos sabemos que la generalización es una herramienta de los mediocres.
En este caso la crítica fue para la carpa, para las bandejas de plástico de los sándwiches y para las pocas pulgas del personal de seguridad. Raro que aún no apareció ninguna factura con el precio de las milanesas de Mallmann o de lo que cobran el agua mineral en Montoya...
Si promovemos la humildad, la ubicación, la mesura, el decoro, nos ponemos primeros en la fila para cuando llamen a concienciar. Todos debemos aprender la letra y la música de la canción que debería promover este negocio que se llama turismo, así como lo estamos tratando, lo hemos deshecho. Hay que reconstruirlo.
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