por Sergio Antonio Herrera, desde Sevilla @DelPDA

El Patio sevillano

Un escenario correcto, nada de otro mundo, Inicio a las siete de la tarde; duración una hora y media; siete bailarines; una cantante; tres guitarristas y dos cantaores, conformaban el elenco. No fotos, no vídeos y una copa per cápita hasta cerveza o vino, sin tapas, ni siquiera hojas...

El espectáculo es agradable, con momentos muy buenos y algunos destaques, como por ejemplo la cantante, sin micrófono, una voz privilegiada que generó gran aplauso y una bailaora, madura por demás, que fue un canto a la dignidad artística. Nos pusimos de pie para el aplauso y además, fue protagonista de un episodio que fue a la vez, de gran profesionalismo y de fino humor. Cuando comenzaba su cuadro, los cantaores y ella misma hacían palmas y apenas comenzaron, buena parte del público pero especialmente, el ala derecha de la platea -todos chinos-, hicieron palmas pretendiendo acompañar. La dama dejó de hacerlas y miró seriamente al público oriental lejano y con sólo su mirada, acabó con el intento manual chino, Reanudó el uso de sus manos con mucho garbo y cuando terminó, mientras la aplaudían a rabiar, dirigiéndose sonriente y aplaudiendo ella, le dijo a los chinos: "ahora sí!!".

La noche montevideana

Un destino que no se ha animado jamás a ser el "Plan B" de la noche porteña (de Buenos Aires), históricamente ha tenido muchos problemas para poder mantener la oferta de una "nocturna" presentable para el turismo internacional. El Toto Miranda; el Gordo Siri; el Flaco Everly y tantos más, hicieron lo que pudieron (y por momentos pudieron mucho) en la noche montevideana para mantener la vela encendida del disfrute del espectáculo, acompañaado de una cena o una copa.

Hoy, apenas Fun Fun con la clásica Uvita y buena música en vivo; El Milongón que vive y lucha pero no da y Primuseum, con más nivel pero para pocos, es todo lo que ofrece la capital uruguaya en el rubro.

La primera preguntita

¿Por qué Montevideo no tiene reductos para el visitante con la oferta de su identidad musical, la del denominado canto popular de Rumbo, Canciones, Jaime Roos, Ruben Rada, Fatorusso y las murgas?. ¿Por qué no hay un lugar donde la música tropical -que tan bien se hace- divierta a los turistas?. Por qué si Las Llamadas impactan tanto al extranjero no tenemos un rincón candombero de modo permanente?.

La respuesta cae por su propio peso

Nadie, sensatamente, va a intentar la patriada con el Estado como señor feudal en lugar de socio capitalista.

¿Alguien tiene idea del volumen en que se malgasta el dinero "de todos los uruguayos" como le gusta señalar al progresismo vernáculo, en burradas promocionales con miles de metros cuadrados de stands improductivos en ferias intrascendentes como alguna vez fue la del Caballo de Verona, y en supuestos viajes de exploración de jerarcas que lo único seguro que logran es un gastadero impresentable de viáticos, en destinos exóticos de los que jamás vendrá turista alguno?.

Las otras preguntitas

¿Es tan difícil generar dos o tres sitios en Montevideo; alguno en Punta del Este, Colonia, Rocha, el Litoral, donde "el gancho" para los emprendedores sea por ejemplo, luz, agua, aportes e impuestos cero y el compromiso es que tengan carteleras con los artistas mencionados en un mix con nuevos talentos??

¿Alguien alguna vez pensó que DE VERAS, una movida de estas, generaría muchísimos más empleos directos e indirectos que las pasteras?

¿Y si a todo ese talento que es lucro cesante fuera de carnaval, le proponemos las mismas exenciones y alguna otra ayudita para que trabajen a modo de cooperativa y brinden su espectáculos murgueros, de humor o de parodia, o formen comedias musicales por diferentes salas de 18 de Julio en un remedo digno de la calle Corrientes?.

En este mundo cada vez menos ancho y ajeno, el que no ocupa su lugar, pierde.

Nuestro lugar, a la hora de conformar una idea de destino turístico, guardando con honor nuestro orgullo, es ser un digno plan B de Argentina o parte de la oferta regional del Mercosur o Cono Sur y por qué no? de América del Sur. Solos no le ganamos a nadie y corremos el riesgo de morir de inanición, como nos está pasando.

Cuatro días a la semana

El Patio Sevillano cobra 40 euros la entrada y además del espectáculo, ofrece como va dicho, una bebida y nada más, más o menos un euro.

Había 150 personas. 40 por 150 da seis mil euros, o sea, unos 240 mil pesos uruguayos por noche.

De jueves a domingo, saquen cuentas.

¿Da?

Para desestacionalizar hay que proponer; para proponer hay que pensar, conocer, experimentar.

Y dejar la sanata del micrófono. Trabajar en silencio, sin la búsqueda miserable del rédito político, pensando en el país.

Posdata: Como argumento negativo, no vale decir que 40 euros es caro. Piensen cuánto se paga para ver cualquier cosa que cruce el charco. Saben a cuáles "cualquier cosa" nos referimos, no precisamente a lo mucho bueno que viene del mismo lado.

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