por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
El rescate o ajuste
De esta manera, el municipio de Gran Punta del Este, incluirá en su jurisdicción por ejemplo a: Chihuahua, el Aeropuerto, Laguna del Sauce, Laguna del Diario, Pinares, Las Delicias. Portezuelo, Punta Ballena, Cantegril, La Barra, Pueblo Edén, El Chorro, El Tesoro, Edén Rock, Manantiales, Balneario Buenos Aires, La Juanita, Garzón, Laguna Garzón, José Ignacio, entre otros lugares de interés turístico que sin estos detalles burocráticos, en la interna y para afuera, tácitamente "son" o "están" ya en Punta del Este.
La razón del artillero
El artillero no disparó porque su cañón no tenía pólvora y -para nosotros-, Punta del Este es tan frágil en su monodependencia del mercado emisor argentino, porque tiene apenas un cartucho: el Sol del verano, pues cuando no está, nada tiene razón de ser y cae la demanda general. Hay hoteles y restaurantes que cierran, no hay agenda social y todo lo que ya sabemos.
Los precios
Cuando empieza a hacer calor y se inicia la acción de atisbar "cómo vendrá la temporada" (arcaica y nefasta costumbre que paraliza la posibilidad de pensar en grande), desde algún teléfono inteligente u otro dispositivo, empiezan a circular imágenes de tickets o facturas con precios "excesivos" cobrados a los fotógrafos de turno. De inmediato salen las recomendaciones de alguna jerarquía de gobierno, "recomendándole" a los comerciantes "prudencia" y los noteros de la televisión, un día sí y otro también, ´plantean el tema "buscando desalentar el agio", logrando por reiteración real, exactamente el efecto contrario y terminan generando alarma en los eventuales clientes que ante esa realidad, se van al Caribe o a Brasil.
Los bolsones
El masivo
Si somos bien pensados, por un lado buscando generar empleo para la construcción, los últimos gobiernos departamentales y nacionales han propiciado lo que hemos deniominado "sobredosis de hormigón" y han estropeado buena parte del escenario original por el que Punta del Este le gustaba a todos.
Y si somos mal pensados, deberíamos remitirnos -para ser gráficos-, a lo que un colega del exterior le comentó a un colega y amigo local, quien a su vez nos lo contó por whatsapp la semana pasada, de este modo: "Hace unos meses vino a visitarme un colega que trabaja en el....(y escribió el nombre de un medio de primera línea de EEUU). Lo llevé a ver Punta, desde Las Delicias hasta el puente de La Barra. Al final me dijo... Che, es obvio que esto es un centro de lavado. Sólo así se justifica que hayan tantas casas y apartamentos vacíos".
Las aproximadamente cuarto millón de camas parahoteleras que hay -ahora si, ya- en la Gran Punta del Este, a menos que haya un decreto que haya que quemarlas y demoler todos los edificios, hay que "venderlas", hay que hacerles dar un beneficio redituable, obvio, si somos bien pensados. Para ello, sí o sí, hay que estructurar productos que delimiten territorio, lugares de hospedaje y de restauración, con precios que se correspondan con el nivel promedio de lo que conocemos como turismo masivo. Y en esas franjas sí, "deberemos cuidar los precios", como estrategia sostenible y/o sustentable del producto, durante el año entero. Y en esa franja sí, deberían circular las imágenes "de deschave" de precios abusivos.
Si transformamos entonces a Punta del Este en Gran Punta del Este y aplicamos este plan sugerido de desestacionalización, deberemos ir "monitoreando" (como le gusta decir a los gobernantes), las condicones macroeconómicos de cada uno de los mercados regionales para dirigir el marketing y la promoción de acuerdo a sus realidades. Lo positivo de esto es que deberíamos dejar de rezar antes de cada verano para que Argentina y Brasil no se resfríen, así nosotros no tenemos pulmonía.
El glamoroso
A "grosso modo" estaría desde La Barra "para allá", con acento en Garzón y José Ignacio y dentro del plan estratégico deberíamos incluir la obligatoria declaración jurada de que los visitantes para ingresar, para pasar el puente ondulado, no hablarán jamás de precios. Ni antes. ni durante ni después, so pena de dejarlos sin membresia de glamour.
La programación del verano deberá ser consensuada con un comité de notables en la más estricta reserva, con tres encuentros por año, uno en Buenos Aires o Mar del Plata, Córdoba o Rosario; otro en San Pablo o Río de Janeiro; y el otro itinerante: un año en Santiago, otro en La Paz o Santa Cruz y otro en Asunción. Cada dos años se podría hacer un finde también itinerante por ejemplo en New York, París y Dubai o Doha y en cada uno de ellos determinar que espectáculos representar en lo de Atchugarry; cuáles exposiciones de arte coordinar; las personalidades que hay que invitar; los desfiles de moda; los festivales de cine; las fechas de Gran Slam de Tenis, etcétera.
Obviamente que el o los representante/s oficial/es de GPE en esos encuentros, deberá ser un posgrado en glamour y totalmente identificado con GPE, sin obligación de ser uruguayo y mucho menos, funcionario público.
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