por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
El pasado lunes 4 del corriente mes de julio, a las 3 de la mañana, mientras esperábamos en el Aeropuerto de Ezeiza que nos trasladaran al hotel luego de que el vuelo de Copa Airlines que nos traía desde Panamá se vio obligado a alternar debido al mal tiempo, tuvimos un encuentro de esos no deseados, reñidos con la más elemental buena educación y respeto.
Hacía 48 horas que habíamos iniciado el retorno desde Miami y no estábamos con el ánimo ni de hablar, cuanto menos de discutir con alguien. En esas circunstancias sentimos que nos toman la mano derecha preguntándonos ¿Sergio Herrera? y con el pretexto del saludo, prácticamente nos corren de en medio del resto del pasaje. El efusivo interlocutor uniformado como piloto se presenta como Daniel Puyol y nos dice, palabras más palabras menos: "Vos me cagaste la vida porque yo vivo de esto, porque en tu libro pusiste que yo era el comandante del vuelo a Caracas cuando yo no fui y además me dejaste pegado porque diste a enteder que yo acepté comandar un vuelo en un avión con un GPS portátil y yo eso jamás lo hubiera aceptado. Quien comandó ese vuelo fue José Troncoso, a mi me ubicaron después y tuve que viajar hacia Caracas en vuelo de línea para volver con ese avión y en esa oportunidad lo hicimos con todo en condiciones. Yo también escribo libros y tengo ética por eso chequeo la información con las fuentes adecuadas".
A mi costado apareció mi esposa y presenciaban el mónologo los dos pilotos del vuelo de Copa, Franco y Tanco.
Dentro del sueño que tenía y el fastidio por la demora en llegar a Uruguay, le dije a Puyol que no recordaba con exactitud lo que había escrito pero que no creía haber utilizado acusación alguna del tipo que él decía pero que si había sido un error de mi parte no tenía ningún problema en aclararlo pero a la vez le hice ver que había demorado más de dos años en quejarse y que lo había hecho porque me había encontrado de modo fortuito pero a la vez le dije que no le aceptaba la forma en que me hablaba y dimos por finalizado el entredicho.
Con el paso de los días, cada vez que recordaba el hecho me íba "engranando" un poco más ya que apenas llegué repasé el pasaje del libro y vimos que decía lo reproducido en el copete, confirmando nuestra presunción de cero agravio a Puyol, simplemente dijimos que era el comandante del vuelo, lo del GPS se consigna aparte, como anécdota.
La verdad de los hechos
Como ocurre muy rara vez (por suerte) pero cuando ocurre, hacemos lo que ahora, cuando nos equivocamos rectificamos el error. En aquel momento nos dieron mal la información y por ello, debemos aclarar que efectivamente el nombre publicado de quien salió a cargo del Boeing 737 (de paso, era un 200 y no 300) fue el Capitán José Troncoso.
La versión correcta indica que cuando se presentó la tripulación a Carrasco para atender todos los detalles previos al vuelo, fueron informados que por problemas internos, el GPS no había sido cargado por lo que no funcionaba. A pesar que la operación se haría sobre una ruta básica con escalas en Santa Cruz y Manaos, y no habría sido un impedimento final para la realización del viaje, aprovechando que había muy mal tiempo, se decidió retrasar la salida, ordenar una cena para todos los pasajeros y en ese interín se solucionó la falla y el GPS del avión quedó operativo, por lo que la historia del GPS manual fue una idea que se le ocurrió a Campiani pero que no hubo necesidad de materializarla. Se ve que al igual que nosotros, tampoco Puyol chequeó el dato.
En esa época, agosto de 2008, se estaba en pleno proceso de cambio de flota, ya habían comenzado a llegar los Bombardier y se estaban desafectando los Boeing. Solamente quedaban dos tripulaciones para estos aviones, la que lideraba Troncoso y la de Puyol y por ranking, éste estaba primero pero no fue designado originalmente pues venía de volar y debía descansar ya que "se le había vencido el horario". Como el vuelo de ida había transcurrido sin inconvenientes mayores pero así y todo, entre la demora en la salida y las escalas, la tripulación simple (un comandante , un primer oficial) llegó a Maiquetía al borde de vencerse su horario, fue dispuesto que teniendo en cuenta que el vuelo de retorno habitualmente con viento en contra iba a demandar otras precauciones, se decidió sumar a Puyol y de esa forma vino como Master Capitán, secundado por Troncoso y el primer oficial.
Entonces
Puyol perdió la oportunidad de decirnos por ejemplo: "Te equivocaste, yo no fui el comandante a la ida, sí a la vuelta" y nada más.
En el libro nosotros no le achacamos el error de volar con un GPS manual, lo cual él si hizo al trasladarle "la culpa" a un colega.
Estuvo de más su intento de "pesetearnos", no correspondía, ya que ni tuvimos intencionalidad de perjudicarlo ni señalamos lo que él seguramente imaginó que hicimos.
Seguramente se habrá retirado de Ezeiza con el pecho henchido de orgullo por habernos "parado el carro" o "cantado las cuarenta".
Lo nuestro es comunicar, lo volvimos a hacer.
Nos vemos.
Portal de América