La cuestión argentina e internacional: somos incultos
Martes, 13 Marzo 2012

La cuestión argentina e internacional: somos incultos nahianebra.wordpress.com
Días pasados estábamos en una reunión social y el tema de conversación giraba en torno a las medidas que está anunciando el gobierno argentino como la amenaza de nacionalizar Repsol YPF, el proyecto para modificar la carta orgánica del Banco Central para ampliar sus facultades de financiar al Gobierno y facilitarle el uso de las reservas para pagar deudas, las restricciones al comercio exterior, la vigencia de un sistema rígido de “control de cambios”, el aval a prohibiciones para que operen barcos con bandera del Reino Unido en el Puerto de Ushuaia, la estatización de la transmisión del futbol profesional y el automovilismo con fines de propaganda política, los incidentes generados entre el gobierno nacional y el municipal de la ciudad de Buenos Aires, entre otros tantos temas que agobian a “…todos y todas…”.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Quiero aclarar que las conversaciones no tenían un criterio de crítica al gobierno sino más bien a nuestra recurrencia para tomar decisiones que ya mostraron largamente su fracaso.

En una palabra nuestra imposibilidad para aprender de las experiencias.

Veamos un ejemplo la reforma a la Carta del Banco Central.

Orlando Ferreres en “LA NACIÓN” de hoy contaba que: “…Según la Carta Orgánica (1973) vigente hasta 1989 el BCRA tendrá por objeto (entre otras funciones):

Regular el crédito y los medios de pago a fin de crear condiciones que permitan mantener un desarrollo económico ordenado y creciente, con sentido social, un alto grado de ocupación y el poder adquisitivo de la moneda.

Y agregaba en su artículo 4to: La actuación del Banco (Central) se ajustará a las directivas del Gobierno Nacional.

Con aquella Carta Orgánica, donde el Banco tenía múltiples metas y debía ajustarse a las directivas del gobierno nacional, se fue encaminando a la inflación y luego a la hiperinflación y el cambio de moneda cada vez más rápido (Peso Moneda Nacional, Peso Ley, Peso Argentino, Austral, Peso Convertible y Peso, en total se sacaron 13 ceros a la unidad monetaria)….”

La reforma que se propone tiene las mismas finalidades que la hecha en 1973 que contribuyó a la pérdida de estabilidad y facilitó el proceso inflacionario que estalló durante 1989 causando la renuncia anticipada del Presidente Raul Alfonsín.

Más allá de cuestiones ideológicas lo cierto que resulta llamativo que se pueda gastar más y se financie ese gasto con emisión porque en definitiva de eso trata la reforma que seguramente aprobará el Congreso nacional en su nueva función de Escribania oficial de confianza.

En las conversaciones que de algún modo me impulsaron escribir esta nota, la cuestión tenía que ver más bien, con el nivel cultural de la argentina y concluimos con diferencias de matices, que la cuestión argentina es “cultural”

Al respecto creo que hemos confundido “enciclopedismo” con “educación”.

El enciclopedismo tiene que ver con la formación en una ciencia o en varias, diría que tiene que ver con la formación de profesionales o especialistas u personas idóneas en oficios que es una de las acepciones de la palabra “oficial”.

Recurriendo a Ortega, “ciencia” tiene que ver con investigación y la “profesión” con la aplicación de la ciencia o conceptos de la ciencia. El médico debe aprender a curar, el ingeniero debe aprender a construir y así podríamos referirnos a todas las ciencias y a todos sus profesionales, el plomero debe evitar que la canilla pierda….

El profesional, profesa, ejerce una ciencia, un arte o un oficio.

“La cultura tiene que ver con el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee…”

Esas ideas, como lo sigue explicando Ortega constituyen el repertorio de nuestras efectivas convicciones sobre lo que es el mundo y son los prójimos, sobre la jerarquía de valores que tienen las cosas y las acciones, cuales son mas estimables y cuales menos.

Uno advierte que nuestros gobernantes han sido y son incultos y esa “incultura” se pone de manifiesto por ejemplo al carecer de pautas para valorar las acciones o las prioridades, por ejemplo, el dinero de los jubilados siempre se ha derivado en los últimos años a otros fines, es indefendible que un jubilado cobre menos que el salario mínimo vital, sin embargo el 65% de los jubilados cobra menos de ese salario considerado de supervivencia y todos lo toleramos y hasta justificamos. Eso es “incultura”.

Otro ejemplo se priorizó financiar el futbol para todos en vez de destinar ese dinero al mejoramiento de los servicios públicos, el ferrocarril, por ejemplo que nos acaba de dejar 51 muertos y numerosos heridos y además se politiza el hecho para encontrar culpables fuera de los responsables reales. Esto es “incultura”

Este tipo de decisiones las criticamos desde un marco cultural del que la argentina carece, pese a que paradójicamente se nos dice que somos una sociedad educada y culta.

Si así fuera, como se explica que hayamos menoscabado durante varios años la “institucionalidad” al no solo tolerar sino reclamar “golpes militares” sino al justificar lo aberrante con el famoso “…por algo será…”. Esa actitud es propia de gente “inculta”

Otra frase celebre fue referida a los servicios ferroviarios “…ramal que para, ramal que cierra…”, ello implica resolver un conflicto ignorándolo, en vez de resolver la cuestión ferroviaria proponiendo un programa de largo plazo, se optó por eliminar nuestro sistema ferroviario. ¿Es modo de resolver una cuestión? ¿Así obra la gente culta? Así obró un “inculto” sublime.

Así puede obrar un “profesional” de la economía, tal ramal me origina una perdida por tanto lo elimino. ¿Ese economista, seguramente de prestigio internacional realmente resolvió la cuestión? Era un economista “inculto”.

Chesterton nos decía que el exceso de razón nos puede llevar o nos lleva a la locura, pues bien el exceso de tecnicismo nos está llevando a esta situación en la que sobran recursos pero se malgastan direccionándolos equivocadamente.

En Argentina comenzamos a padecer restricciones, para viajar, importar, para ahorrar, ya que el control de cambios nos restringe la posibilidad de adquirir moneda extranjera, condenándonos a ahorrar en pesos que es lo mismo que atesorar barras de hielo en pleno desierto. A quien se le ocurre impulsar el consumo en detrimento del ahorro. A solo funcionarios “incultos”

Padecemos restricciones para viajar no solo por la carencia de rutas y vías ferroviarias, sino pro las condiciones en la que debemos viajar de inseguridad como lo ponen de manifiesto los índices de accidentes y muertes ocasionados por el tránsito.

Nuestra educación tuvo objetivos o fines errados, se creyó que debíamos formas “especialistas”, facilitar la movilidad social a través dela educación y así convertimos a todas las profesiones en varaderas actividades comerciales.

La movilidad social se logró no por “ser” sino por “tener”.

Hoy día debido a la falencia del sistema público de salud, la medicina se convirtió en “un acto de comercio”, lo mismo que la educación y otras tantas actividades que perdieron esa calidad de “profesar un ciencia arte u oficio”.

A tal punto llegó nuestra incultura que los maestros se llaman “trabajadores de la educación”

Pues bien nos tendríamos que decir a todos nosotros, no solo a los argentinos, sino a todos los habitantes del planeta “…es la incultura estúpidos…” en vez de “…es la economía estúpido…”

Portal de América

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