El agente de viajes y las líneas aéreas
Jueves, 16 Febrero 2012

El agente de viajes y las líneas aéreas
Muchos rememoran, con cierta nostalgia, que para el “Agente de viajes” todo tiempo pasado fue mejor como lo escribió Mario Klisich en su comentario al editorial del pasado 14. Como principio no me gusta comparar épocas dado que cada época tiene “su circunstancia” y probablemente el cambio de la “circunstancia” determine el nacimiento de otra época.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires



La época es para la RAE “…un período de tiempo que se distingue por los hechos históricos en él acaecidos y por sus formas de vida….” hoy quizás nuestras épocas son más breves que antaño porque la vida transcurre a mayor velocidad, en otras palabras, hay otro ritmo de vida.

El agente de viajes tuvo una época muy próspera o favorable, no solo en lo económico, ya que  no todos los agentes fueron exitosos, y fue aquella en que las líneas aéreas pagaban comisiones que más de una vez superaban el 25% del valor facial de un billete, sino también por su protagonismo.

El agente era como un ciudadano del mundo, tengamos en cuenta que también la gente viajaba menos y por ello, el agente era un ser que despertaba envidias, sanas, pero envidias al fin….

Sin embargo se meritúa esa “buena época” por el valor de las comisiones que pagaban las líneas aéreas.

Era una época en la que se hacia un trabajo que lindaba con lo artesanal, y en cierto modo el “agente” era un brazo de la línea aérea, las comunicaciones eran complicadas, casi todo el sistema de reservas se manejaba manualmente y ya las aeronaves comenzaban a transportar más de 200 pasajeros, comenzaba la era del “wide body”.

El telex o el teléfono en casos urgentes eran los medios de comunicación y cuando el agente armaba un itinerario con cuatro o cinco escalas, era necesario  ir obteniendo las confirmaciones de cada transportador las que podían demroar días en llegar.

Hoy la tecnología le permite a cualquier mortal ingresar a la página de una línea aérea, armar su itinerario, obtener la confirmación de la reserva de modo inmediato y pagar con cualquier medio electrónico habilitado, sea tarjeta de crédito o débito de una cuenta bancaria.

Es obvio que merced a la tecnología las líneas aéreas han logrado incrementar sus ventas directas y disminuir la intermediación que era la labor esencial del Agente, pero ¿…podemos afirmar que las líneas aéreas desplazaron al agente…?

El “low cost” en general vende solo por internet y de modo directo y más de una vez es casi imposible dar con un ser humano que atienda una consulta.
La relación “pasajero-línea aérea” es electrónica o virtual solo nos encontramos con “gente como uno” al hacer un check in y luego los tripulantes del avión que todavía siguen siendo de carne y hueso...

Otras líneas aéreas aun consideran esencial al agente de viajes para el desarrollo de su comercialización pero el “fee” de una venta se lo debe facturar al cliente no a la línea aérea, sin perjuicio que ésta pague alguna comisión que en por lo que se, raramente superará el 3%, lo usual es entre 0,5 y 1,5%.
Claro se plantea otra cuestión y es la ventaja que tendría la línea aérea en sus ventas directas ya que el cliente teóricamente obtendría un mejor precio que el que puede ofrecerle el agente ya que estaría excluido el “fee”.

En los hechos creo que en la mayoría de los casos se han llegado a acuerdos entre líneas aéreas y agentes contemplando esta nueva realidad o esta nueva época que vive la comercialización del transporte aéreo.

Insisto no creo que haya que hablar de desplazamiento, más bien de un nuevo modo de comercialización distinto al anterior.

Más de una vez comenté que en mi época de Aerolíneas Argentinas el costo comercial lindaba con lo imbancable por lo que intenté hacer lo posible para poder incrementar las ventas directas, por lo menos llevarlas del 18/20 por ciento al 30.

Pero no era solo el costo comercial sino que también dado el margen que daba el porcentaje de las comisiones, los agentes en cierta forma, condicionaban la política comercial de las aerolíneas ya que compartiendo algunos puntos con sus clientes, desviaban la demanda hacia una u otra línea aérea.

Yo mismo me beneficié más de una vez allá por la década del 70 al verme bonificado con algunos puntos de la comisión de venta que luego el agente recuperaba por volumen y más de una vez volaba por Pluna a Montevideo y desde allí partía hacia algún destino de Europa, el viaje se alargaba, lo más duro era el regreso.

Pero uno  hacía ese sacrificio porqué con esas diferencias que se ahorraba en el billete las gastábamos en cenar en “los Galayos”, en las cercanías de la Plaza Mayor o en “Don Valentín” que cerró hará unos quince años a dos cuadras de la Gran Vía.

En verdad más que guerras de tarifas, se desataban guerras de comisiones…

Pero esa era la circunstancia de la época, los billetes en un 80% eran comercializados por los agentes.

Hoy día con la variedad y la dinámica de tarifas que permite armar la moderna tecnología las líneas aéreas han recuperado el pleno manejo de su comercialización, pero esto no debe verse como un desplazamiento o una usurpación de funciones al agente.

Es sabido, la oferta puede variar de segundo a segundo según como vaya operando la demanda y así existen  variedades de tarifas que pronto superaran a las letras del abc…

Cuando estuvimos en Roma en septiembre y octubre pasados, nuestra amiga Marcela Ortiz, guía de turismo, que viaja permanentemente entre Roma y Londres, me mostraba las ofertas que aprovechaba fuere de las líneas tradicionales o las “low cost” y ella misma a través de internet se encarga personalmente de reservar y pagar sus billetes, en el mes de octubre ya tenía los billetes hasta marzo, es decir el mes próximo.

En general, en sus reservas, predominaban Easy Jet, British y Alitalia, nunca utilizó los servicios de Ryan Air, la que parecería ser la “low cost” por excelencia…

Como vemos la tecnología nos obliga a cambiar, a modificar hábitos, a adaptarnos, a dejar lo viejo y asumir lo nuevo, en algún momento como a Mario Klisich, la añoranza nos hace pensar que todo tiempo pasado fue mejor y quizás sea cierto…pero la vida es futuro y afán para que todo tiempo futuro resulte mejor.
Esa es la tarea de vivir…

Portal de América
- Imagen: www.jorgeblog.com

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