Otra Navidad, otro Año
Domingo, 18 Diciembre 2011

Otra Navidad, otro Año

El año litúrgico se inicia con el “tiempo de Adviento” que significa “Venida o llegada” pero no cualquier “venida”, no cualquier “llegada”, sino la “llegada de “El que había de venir” según me lo explicó cuando rondaba los 15 años el Padre Leonardo Castellani.

1250x115 Nardone libro
Arapey 1250x115
Hotel 5to Centernario - 1250x115


por Luis Alejandro Rizzi, desde el Aleph

La Navidad evoca el nacimiento de ese “…que había de venir…” sin embargo y por esos misterios de la vida, la Navidad es celebrada por muchos más que los propios cristianos.

Los que no esperan en la Navidad a “…ese que había de venir…”, también esperan, porque nuestra existencia es temporal y nuestro futuro es imprevisible, en cierto modo todos estamos obligados a esperar.

“Esperar” y “esperanza” son términos que se confunden ya que implican, espera, esperanza, conjetura, preocupación y temor, pero lo cierto es que la espera y la esperanza tienen que ver con el futuro.

La espera y esperanza del cristiano tiene que ver con la segunda venida de Jesucristo, la espera y esperanza de los demás y de los propios cristianos tiene que ver con el afán de hacer certero el incierto futuro. La esperanza se sustenta en la certidumbre así como la desesperanza en la incertidumbre.

Lo cierto es que los cristianos y los no cristianos compartimos durante la Navidad nuestra ansia por lo bueno, por lo mejor.

Esa espera se materializa con el nuevo año, cada primero de enero es como si naciéramos de nuevo, quizás debería decir como si “renaciéramos”, algo nos vibra en nuestro espíritu, quizás sea ese llamado interior o íntimo que nos dice que debemos hacer lo que se debe hacer y por lo menos durante el transcurso de la última noche del año viejo al primer día del nuevo año todos sin excepción sentimos “ese mágico toque” que nos hace sentir a todos virtuosos.

Estoy convencido que por lo menos en ese lapso que va del 24 de diciembre al primero de enero el amor en sus diferentes dimensiones alcanza su máximo esplendor y la vida su mejor expresión, porque en definitiva la Navidad es la fiesta de la Vida, es una fiesta abierta a todos, a todas las personas de buena voluntad….

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.