Europa: el euro su futuro y el turismo
Sábado, 19 Noviembre 2011
Para Angela Merkel la solución es política, ¡vaya afirmación!, para nosotros y lo hemos escrito en el Portal, siempre la crisis, no sólo de Europa, sino la de EE.UU, tuvo una matriz política. Dicho en otras palabras la crisis refleja el fracaso de la política poniendo en evidencia que el mundo carece de políticos de calidad y creo que Angela Merkel con su paradójica afirmación nos está diciendo “No hemos estado ni estamos, a la altura del tiempo”.
por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Decía Arthur Nussbaum que “…hoy día la acuñación de moneda es considerada una prerrogativa exclusiva inherente al poder supremo del Estado, con el grave riesgo que en aquellos países que tienen gobiernos débiles o que se encuentran en condiciones económicas atrasadas, la moneda extranjera puede llegar a ser un elemento preponderante como moneda local”.
Estas afirmaciones, hasta hoy irrefutables, ponen de manifiesto dos hechos: uno que la política es lo que define el valor de la moneda y el otro hecho, que por otra parte debería ser tenido en cuenta en Argentina, es que cuando la moneda extranjera alcanza preponderancia en un país, esta alertando sobre la falta de idoneidad de la política y de los políticos.
Quiero aclarar que cuando digo que la política define “el valor de la moneda” no me estoy refiriendo a su valor nominal o comparativo con otras monedas o con el oro, sino a su nivel de aceptación.
No tengo duda que la acuñación o emisión de moneda es una atribución indelegable del Estado, y en este punto creo que está el error del euro moneda usada por los 17 miembros de la Eurozona que es emitida, sino formalmente si sustancialmente, por el Banco Central Europeo -que controla la oferta monetaria y la evolución de los precios-, en cierta forma, osaría afirmar que el euro es una moneda extranjera para los países de la Eurozona. Es como si cada país renunciara a su idioma, ¿lo imaginan…?. La moneda es el idioma o el lenguaje económico de un país.
La Unión europea no es un Estado sino como surge de su propio nombre, es más bien una asociación de Estados, que tiene competencias exclusivas, otras compartidas, pero precisamente los países miembros son su soporte.
Tengamos presente que en situaciones como la actual cada uno de los países de la eurozona carece de un medio esencial para la administración de la crisis que es el poder diseñar su propia política monetaria, ¿cómo sería la situación de Grecia o España o Italia si hubieran podido devaluar?.
Habría sido más razonable que la Unión Europea hubiera mantenido la vigencia del ECU que era en definitiva una unidad de medida como de algún modo lo son los derechos especiales de giro del FMI, lo que hubiera permitido que cada país miembro mantuviera su moneda y con ello un instrumento esencial de la economía como es el diseño de una propia política monetaria.
El fin del euro podría ser llamado como un fracaso de la Unión Europea. Creo que no, más bien seria la admisión de un error obvio que es el haber creído que países tan distintos como Grecia y Alemania podrían tener una misma moneda.
En todo caso el paso intermedio podría haber sido disponer la “convertibilidad” de las monedas locales con lo que era el “ECU”, lo que debería haber obligado a los países a diseñar una política fiscal racional.
Digo “podría haber obligado” porque la Argentina durante la vigencia del régimen de convertibilidad, tuvo una política fiscal irracional ya que sustituyó la prohibición de emisión sin respaldo con endeudamiento para financiar gasto lo que generó la grave crisis del 2001/2002.
En el caso de Europa creo que la primera decisión política que se debería tomar por parte de los países de la Eurozona sería la de permitir a los países de la eurozona retomar la atribución de emitir y acuñar su propia moneda. Los que decidan continuar con el euro deberían fijar como mínimo los parámetros de una política fiscal uniforme y probablemente el euro quedaría reducido como la “moneda única” de no más de cinco o seis países y los países que en el futuro decidan adoptar esa moneda deberán aceptar las condiciones fijadas por el Banco Central Europeo. De ese modo la crisis del euro se convertirá en su oportunidad.
Obvio en este nueva esquema el Banco Central Europeo tendría que ejercer una suerte de poder disciplinario contra los eventuales desvíos que sin duda ocurrirán, con intervención del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Otra decisión que debiera tomarse es la que debe dejarse de lado la idea que el BCE o cualquier otra institución financiera pudieran asumir el rol de “prestador de última instancia”.
Finalmente como lo puso de manifiesto el Ministro de Hacienda de Alemania es obvio que el exceso de endeudamiento y de liquidez son la causa económica de la crisis que la política no pudo o no quiso avizorar.
Me pregunto ¿el precio del dinero puede estar casi pegado al “cero”?, dicho en otras palabras los actuales bajos tipos de la tasa de interés ¿no son acaso la causa del exceso de liquidez agravada por la falta de control político?.
Por último, no debemos confundir ni olvidar una verdad perogrullesca: la idoneidad política es el sustento esencial de un buen sistema económico y en este momento el euro no es causa sino efecto.
No se trata de salvar al euro, se trata de recuperar y rescatar a la política…de la invasión de la economía.
Algunos dicen que la caída del euro podría afectar los flujos turísticos ya que la moneda única facilita el intercambio ya que los precios pasarían a ser nominales para el turista y así se facilita la comparación de precios, elimina los costos de conversión, elimina el riesgo de las fluctuaciones de los tipos de cambio aunque esto no deja de ser relativo, de todos modos una “devaluación oportuna” podría desviar flujos de turismo de un país a otro.
Días pasados leía que la debilidad de la peseta ante el dólar fue uno de los elementos que facilitó el impresionante desarrollo del turismo en España a partir de la década del 60.
Recuerdo que España y Portugal eran los países más baratos de Europa en términos turísticos, cuando uno se trasladaba al Reino Unido, a Francia o Alemania todo se encarecía, aunque en estos países siempre existía una relación de precios.
No creo que el turismo se vea afectado por el hecho que uno o más o todos los países abandonen el euro y en última instancia en general siempre, los precios se fijaron con relación al dólar estadounidense moneda que por el momento seguirá siendo unidad de valor universal.
De todos modos sería absurdo que la viabilidad de una moneda dependiere de los flujos turísticos, ¿no?-
Lo cierto es que en la medida que haya certidumbre, los flujos turísticos se incrementarán y en la medida que haya incertidumbre se estancarán o decrecerán.
Portal de América





