Periodismo y accidentes de aviación
Miércoles, 25 Mayo 2011

Periodismo y accidentes de aviación

El accidente ocurrido a una aeronave de  la empresa SOL volvió a poner de manifiesto la imprudencia de gran parte del periodismo en el tratamiento específico de la información así como un desmesurado afán por encontrar culpas.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Obviamente aparecieron los supuestos investigadores o expertos que tratan mediante diversos sofismas hacernos creer que todo accidente es evitable y que su ocurrencia es por desidia o negligencia dolosa de alguien, sea la empresa explotadora del avión o las autoridades de aplicación.

Igualmente con rigurosa lógica nos dicen que en estas condiciones, supuestas desidias empresarias y de las autoridades de control, “cualquier accidente puede volver a ocurrir”.

Obviamente quien arriesga decir que en el futuro ocurrirán accidentes, lamentablemente acertará ya que todo “accidente” en cualquiera de las siguientes acepciones de la Real Academia, diría es consecuencia de la falibilidad humana.

La Real Academia define al “accidente” como: Cualidad o estado que aparece en algo, sin que sea parte de su esencia o naturaleza. Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas.Suceso eventual o acción de que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas.

El “accidente” no forma parte del curso regular de los hechos, al contrario es un “suceso eventual e involuntario” ninguna persona busca “accidentarse” o “accidentar” -si se nos permite la expresión- a otro u otros.

Otra cosa es la causa del “accidente” y allí siempre habrá responsables, no uso la palabra en su sentido jurídico sino simplemente como “autor” o causante del accidente.

Me animaría a decir que nadie busca ser protagonista de un “accidente”, por el contrario, sabiendo de nuestra falibilidad, todos buscamos prevenirnos o prevenirlos.

Lo cierto es que todo “accidente” tendrá su causa en la falibilidad del hombre.

Siempre que ocurre un accidente alguien hizo algo mal y ese “mal obrar” no es doloso ni culposo si quiera, es como se suele decir ese “mal momento del que nadie está exento” o ese momento en el que “…el diablo mete la cola…”, como se suele decir.

Otra cosa es la llamada “mala praxis” que tiene que ver con el tipo de errores o negligencias que no son admisibles y generan responsabilidad profesional ante las víctimas afectadas.

En el caso de SOL si bien todos señalaron que no era posible conjeturar causas hasta que avanzara la investigación hecha por personal especializado, simultáneamente se arriesgaban hipótesis buscando siempre desviar la eventual “culpa” hacia el explotador o las autoridades de aplicación.

También se comenzaron ventilar supuestas anomalías o hechos que merecieron denuncias de las que nadie habría respondido.

Es sabido que el comandante de cada vuelo tiene la obligación legal  de asegurarse sobre la seguridad de cada vuelo antes de iniciarlo lo que se refiere a la eficiencia de la aeronave y las condiciones del mismo.

Pues bien si las denuncias a las que se han hecho referencia fueran ciertas significaría que hubo pilotos comandantes que no habrían cumplido con esa función, diría esencial.

Más de una vez se dice que el cumplimiento de esas obligaciones es virtualmente imposible por la “presión” empresaria, pues bien diría que ningún piloto podría ser investido de esa función de “comandante” si es sensible a ese tipo de presiones.

“En la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) coinciden. Un experimentado piloto de APLA, que pidió que su nombre no sea publicado, dijo que “volar en estas condiciones, donde los pocos radares tienen fallas, sin un sistema avanzado y donde hay cada vez menos aeródromos, es cada vez más peligroso”, esta información la extraje del diario PERFIL del 22 de mayo pasado, en una nota firmada por Fernando Oz.

Pues bien invito a los lectores a pensar en conjunto.

Un piloto de la ASOCIACIÓN DE PILOTOS DE LINEAS AEREAS, dice que cada vez es “más peligroso volar”, si esto fuera cierto cabe preguntarse porque parten y llegan a nuestros aeropuertos cientos de vuelos de líneas nacionales y extranjeras.

Además si es peligroso volar ¿los pilotos comandantes cumplen con lo dispuesto en el art. 84 del Cód. Aeronáutico? que es la norma que les impone la obligación de verificar las condiciones en que se realizará el vuelo.

Creo que resulta obvio que todas estas cuestiones se manejan con cierto nivel de hipocresía y cinismo y en verdad más que velar por la “safety” se pretende obtener ventajas personales, sectoriales o corporativas o lo que sería mucho más grave ponerle precio al riesgo.

La junta de Investigaciones de Accidentes de aviación deberá determinar las causas del accidente y el juez federal con competencia en el hecho será el encargado de precisar si hubo responsabilidades por “mala praxis” de la empresa y de sus dependientes.

Desde ya la empresa tiene una responsabilidad objetiva ante los deudos de los pasajeros transportados, esta es independiente de las causas del accidente, responsabilidad que puede verse agravada en caso de “mala praxis”.

Portal de América

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