Luis Rizzi se va, pero se queda, o…se va?
Domingo, 10 Julio 2022 14:21

Luis Rizzi se va, pero se queda, o…se va?

Compartimos, todo el equipo, dos días maravillosos en Altos del Arapey con Luis y su esposa Claudia. Lo habíamos invitado a integrar el panel de la 3a edición del ciclo Charlas Magistrales con la presentación del Sistema Nacional de Aeropuertos Internacionales. Por una chanza, dijo: “bueno esta noche cenamos con champagne y paga el PDA”. Y pagó el PDA, y estaba bien frío y muy rico. A partir de ahí llegó una nueva columna que generó un desencuentro editorial y con buen humor y afabilidad nos dijo “Quién se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen. Hasta el próximo champagne!”. Pero mandó otra columna para publicar ahora y es lo que hacemos. Es uno de los colaboradores más antiguos y más leídos de nuestro sitio, nos aporta muchos seguidores argentinos. No sabemos si este artículo es el último o seguimos contando con él. La puerta sigue abierta como siempre, pero el próximo champagne lo paga Rizzi!

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Argentina, dólares y turismo

Le decía por e-mail privado a Antonio Herrera que cuando uno se va sin que lo echen, es posible que regrese sin que lo llamen, y este podría ser mi caso. He pasado más de una década con Herrera y el PDA, antes “Portal del Uruguay”. En ese lapso, tuve el gusto de conocer a excelentes personas como Eliseo Sequeira y Diego Rodriguez y a otras muchas que sería largo enumerar e injusto porque siempre hay omisiones. En este momento de mi vida, me pareció necesario labrar mi propia línea editorial y ese es mi nuevo camino en esta etapa de mi juventud, escondida por los años.

por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.  @007Rizzi

“El derecho a viajar colisiona con el derecho de crear puestos de trabajo”; “Cuando uno hace compras en el exterior y tendrían que haber ido al sector productivo está dañando el futuro de los argentinos. Todas las personas tienen derecho a las vacaciones, pero nosotros tenemos que administrar las reservas para que el país crezca. Y vamos a tomar todas las medidas para que esas reservas se vuelquen a los sectores productivos”.

Estas son algunas de las declaraciones de Silvina Batakis, flamante Ministra de Economía de la Argentina, en un programa periodístico que emite el canal de noticias TN.

Nuestra constitución exige para ser funcionario o empleado público, “idoneidad”, ser “adecuado o apropiado para algo”, dice la RAE. Pues bien, esas declaraciones muestran no solo carencia de ideas, sino además un concepto vetusto de la política y la economía que explican este exitoso camino de fracasos que venimos padeciendo e insistiendo los argentinos.

Como principio los derechos no colisionan, se armonizan de modo que se respeten los derechos de todos los miembros de una sociedad, de ese modo se promueve el bien común.

El otro grave error es el de creer que los gobiernos administran las reservas, y la verdad desde que los distintos gobiernos decidieron “administrar nuestras reservas”, nuestro riesgo, encareció el costo del crédito hasta colocarnos fuera del mercado. Ya perdí la cuenta de nuestros incumplimientos con el FMI y recordemos que celebramos de pie en el Congreso de la Nación, una declaración de “default”.

Las reservas son de quienes las generan ejerciendo alguna industria lícita y trabajando. El precio que se obtiene por ventas de bienes y servicios al exterior, le pertenece en propiedad a quien oferta.

En la Argentina se da una paradoja, el Estado se arrogó “el derecho” de no sólo apropiarse de las divisas que genera el sector privado, una suerte de “expropiación”, sino que además le retiene un porcentaje por el hecho de generar divisas. Una suerte de señoreaje.

Si bien es cierto que el Congreso tiene la atribución de fijar el tipo de cambio de la moneda local con relación a las extranjeras, no lo puede hacer de modo arbitrario, sino que esa relación se debe fijar con base en criterios razonables, cosa que no ocurre.

El Banco Central arguyó que el tipo de cambio internacionalmente es competitivo, pero lo que no tiene en cuenta es la relación interna de costos, agravada por el hecho que una gran cantidad de exportaciones están gravadas con derechos, las llamadas retenciones, que generan una perversión, los insumos necesarios para producir se pagan con un tipo de cambio más alto que el que se le reconoce al exportador. Se encarece en moneda local el proceso productivo.

Yendo al turismo vemos que el tipo de cambio es un incentivo para fomentar el turismo emisivo, que equivale al “costo de importar”, y a la vez el turismo “receptivo” que equivale a “exportar” genera divisas que se comercializan en los mercados alternativos.

Hoy con una brecha del cien por cien. Pese a ese “incentivo” el turismo receptivo es escaso. Al turismo extranjero, no le resulta tener que acudir a los mercados marginales.

Eso significa que como país no somos una atracción.

No obstante, esa “ventaja competitiva” sigue siendo el mejor incentivo para viajar al exterior. En el primer cuatrimestre de este año, el saldo de turistas en el período enero-abril fue negativo en 214.200.

En ese periodo del año, el gasto del turismo receptivo (exportación de turismo) fue de u$s 363.425,9 y el del emisivo (importación de turismo) fue de u$s 705.558,3 (las cifras en miles).

Otro dato interesante del primer cuatrimestre de este año es que por el aeropuerto de Córdoba ingresaron 10.200 viajeros y egresaron 31.800, por el contrario, en el aeropuerto de Mendoza el ingreso de pasajeros superó el egreso, la explicación puede estar dada por el trafico fronterizo.

Los viajes al exterior desde ciudades del interior son realizados en general por líneas aéreas extranjeras que saben aprovechar ese nicho de viajeros. Esos viajes no son rentables para las líneas aéreas locales. Cuando Aerolíneas Argentina probó volar al exterior en el largo recorrido desde Córdoba y Rosario, penalizaba ese tipo de vuelos e incriminaba sus costos, y obviamente sus pérdidas

Como vemos es el propio Estado el que facilita la “colisión de derechos”, como dijo Batakis, ya que el tipo de cambio vigente hace que para un segmento de la población, que dispone de medios, le resulte más económico viajar al exterior que dentro del país, y para el visitante le resulta muy ventajoso cambiar la moneda en los mercados alternativos.

Un ejemplo personal, cuando regresamos el pasado 1º de julio desde Arapey con mi mujer en nuestro Peugeot, pagamos para dormir una noche en Colon $ 21.400 al TC oficial u$s 169 y al “blue” u$s 89 (ese día 235 por dólar). Caro para nosotros y algo menos caro para extranjeros.

Mientras el gobierno mantenga un tipo de cambio artificial, no sólo el turismo colisionará con otros derechos, colisionaremos los argentinos entre nosotros.

El gobierno está “fortaleciendo” una moneda sin valor y no aprende la lección, que cuando el desfasaje es grotesco como en el presente, cien por cien de brecha, no sólo impulsa la inflación que en este mes de julio podría llegar al 10%, sino que asimismo impulsa la expectativa de devaluación que retroalimenta el proceso inflacionario.

Un triángulo vicioso, tipo de cambio bajo, salida de divisas y expectativa inflacionaria real.

Lo que colisiona en la Argentina es la política económica que perjudica a todos y en especial a los menos favorecidos de la sociedad.
Cristina, titiritera en acción, se lamenta por la fuga de divisas, cada viaje en avión privado a Calafate, sale u$s 24.000, pero la señora no usa avión de línea, debe temer “escraches” porque la verdad jamás se la ve en la calle.

Como muchos otros no puede salir.

La señora Batakis calla al respecto, pero como gran medida prohíbe que en los Free Shop se financien las ventas. (sic)

La Argentina ya no es “Un país de novela” como describió Marcos Aguinis, a duras penas llegamos al “sainete”, “situación o acontecimiento grotesco y a veces tragicómico” (RAE).

Como cantaba Piero en su tema “la del televisor”, “Pidamos perdón a Dios, por esta señora Batakis y por nuestro gobierno”.

A los lectores del PDA gracias y recuerden que quien se va sin que lo echen regresa sin que lo llamen.

Portal de América

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