Sobre el impuesto al dólar
Lunes, 23 Diciembre 2019

Sobre el impuesto al dólar

La picaresca criolla ya encontró un nuevo dólar, es el “dólar turístico”, y también ya circula una suerte de manual que presagia algunas consecuencias que presionarían el precio del dólar “blue” (negro)  a fin de que el dólar turístico no resulte tan caro. Veamos.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El turismo receptivo (exportado) se verá facilitado, ya que los dólares se cambiarán en el mercado “blue”, hoy (23 de diciembre orilla los $ 70,00) cuando en el mercado oficial se paga menos de $ 60,00. La diferencia estaría en el 20%, peso más, peso menos. Obviamente también se incrementará la demanda en ese “mercado”, ya que será negocio comprar dólares a un costo que resulte inferior al precio oficial más el 30%.

La paradoja sería que ingresarían más dólares que no ingresarían a las arcas del estado o Banco Central, sino de las llamadas “cuevas” que facilitarían la elusión del impuesto del 30%.

Por eso nosotros insistimos en que hubiera sido más “sano” directamente dejar un segmento libre del mercado para la compra de divisas que tenga por finalidad el ahorro, el turismo, servicios provistos desde el exterior y lo que podríamos definir como bienes suntuarios.

Tampoco nos convence ese beneficio para la venta de billetes de transporte para viajes a países limítrofes que se pague en pesos y no tengan impacto cambiario que, se dice, beneficiaria a Aerolíneas Argentinas. Eso es inexacto, ya que un alto porcentaje de los costos de la empresa son en dólares, leasing de aviones, repuestos, seguros, combustible, de donde el precio de los billetes para ese tipo de viajes, si bien se paga en pesos, moneda de curso legal, la referencia es el dólar estadounidense.

Es obvio que hay una confusión en el legislador entre el significado de “curso legal”, (nadie puede rechazar un pago en la moneda local), “curso forzoso” (tiene que ver con la moneda no redimible o convertible en oro o en otra moneda)) y referencia de valor (los precios se estiman en dólares).

De todos modos, vista asi la cosa no habrá diferencia entre empresas nacionales y extranjeras, ya que éstas también tienen costos en pesos en nuestro país, y podrían argüir que estos pesos son para pagar gastos locales y estos oros para comprar divisas.

Suena a ridículo, ¿no…?

Nos llama la atención que nadie se anima a cuestionar la constitucionalidad de este tributo sobre lo que ya opinamos, pero no queda duda que se cumple con un sueño del FMI, que no quería que los dólares que prestaba al país, se gastaran en viajes al exterior o en acopio por parte de los ahorristas.

Se acuerdan de aquello "cuidamos lo dólares de los plomeros y carpinteros norteamericanos…"

Estoy de acuerdo con que el país necesita dólares, que es un bien escaso y que un precio alto es un modo de desalentar gastos en esa moneda. De lo que no estoy convencido que eso se resuelva mediante una imposición fiscal, que significa agregar una nueva distorsión.

La cuestión no es la escasez de dólares, sino que no tenemos moneda y con esta imposición se alienta la marginalidad, la elusión y la evasión.

Es la magia de lo prohibido.

Portal de América

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