¿Piensa algo el nuevo gobierno en materia de transporte aéreo? (NO)
Jueves, 31 Octubre 2019

¿Piensa algo el nuevo gobierno en materia de transporte aéreo? (NO)

¿Qué pasará con las “low cost”? ¿Sera cierto que se venderá Austral? ¿Aerolíneas Argentinas dejara las rutas internacionales? ¿“Va Matías Lammens a Turismo? Estas y otras por el estilo son las preguntas que circulan en los medios del transporte aéreo y el turismo y las que me hacen varias veces al día. Asímismo, es cierto, abundan los que saben todo y se tiran nombres de eventuales funcionarios o ideas que se pondrían en práctica. ¿Por qué pasa todo esto? Mi respuesta es simple, en esta materia, el futuro gobierno está como nosotros llegamos al mundo…

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El futuro gobierno que encabezará, por lo menos en las formas, Alberto Fernández, es un mar de incógnitas. No se conoce, ni se sabe nada, ya que el mismo Fernández y algún otro que se anima a decir algo, en verdad no dicen nada, solo peroran.

Ni siquiera se dice ni se sabe, si habrá por lo menos un grupo de cinco o seis personas que estén encerradas en alguna parte de esta bendita Argentina, pensando en cómo afrontar esta grave situación en la que todos piden y reclaman, cuando en verdad se debería pensar que hay para dar y que obligaciones estamos dispuestos a asumir, además de las ya gravosas existentes.

El próximo gobierno no tiene a donde recurrir en búsqueda de dinero, tampoco tiene algo para vender, ya que lo que queda, como sería el caso de Aerolíneas Argentinas y Austral, tienen valor negativo, esto quiere decir que nadie las tomaría aunque se regalasen.

El ejemplo de Alitalia debe ser tenido muy presente, nadie la quiere y paradójicamente el gremialismo cada vez exige más.

En esta nota nos ceñiremos al transporte aéreo y al turismo, y obviamente la cuestión es  para el futuro gobierno un agujero negro que sería una suerte de punto en el espacio  donde la gravedad es lo suficientemente fuerte como para arrastrar la luz hacia adentro e impedir que salga, con la diferencia que no sabemos si por lo menos hay alguna idea que entre en la mente de los futuros funcionarios, por ahora no sale nada. Son verdaderos agujeros negros.

Por una razón obvia no me haré eco de ninguna de las bolas que corren en cada mentidero político, y menos de los nombres que se tiran como el de Matias Lammens, dado que los malos resultados que tiene San Lorenzo, club que preside, podría ser causa suficiente y plenamente justificada para que se lo borre con la misma facilidad o ligereza con la que se lo anotó en esa imaginaria nómina de futuros…

Vayamos ahora a lo que pienso. Como escribió Alejo Marcigliano en su blog que suele ser de imprescindible lectura, todo seguirá más o menos igual, ya que en este momento de desempleo y altos niveles de pobreza, sñolo a un idiota se le ocurriría cerrar las empresas que ilegalmente o “revolucionariamente” habilitó el gobierno saliente, dejando de lado la obsoleta legislación vigente, plenamente vigente.

A lo sumo se intentarán acciones penales por incumplimiento de los deberes de funcionario público a quienes firmaron las habilitaciones y toleraron esas verdaderas arbitrariedades, pero con eso no arreglamos nada, más allá de lo que podría ser un justo castigo.

No veo mucha intención para adecuar la legislación aeronáutica al presente, porque tampoco se ven ideas al respecto, más aun si se pudiera volver al DC 3 creo que sería celebrado como un hecho histórico, que por cierto lo sería….

Tampoco veo iniciativas por parte de los más interesados, que son los gremios aeronáuticos, que confían en que “la guita saldrá de algún lado” como me dijo un allegado días pasados, ya que se consideran imprescindibles.

Lo cierto es que esos gremios ya deberían tener en mente una propuesta de esfuerzo y sacrificio para mantener a las empresas con vida, lo que implicaría una asunción plena de responsabilidades para hacer posible su reconfiguración.

El gobierno debe promover una modificación sustancial de la gestión que podría llevar un plazo máximo de dos años, debería evitar hacer designaciones políticas o de presuntos salvadores y designar personas con sensibilidad y firmes creencias sobre la necesidad de ejercer el gerenciamiento desde el vértice de la persuasión.

Conociendo la situación de modo indirecto, la cuestión principal seria el modo de cubrir deudas, que configuran un modo indirecto de subsidio.

Fuente fidedignas, que por otra parte coincidirían con las dadas por Aviacion News la semana pasada, me hacían saber que este año las pérdidas superarán los u$s 700 millones y el estado habría aportado al mes de diciembre el 80% de ese monto. Es cierto, en estos dos ejercicios impactará la fuerte devaluación que en el gobierno saliente fue de casi el 560% y desde 2002 del 5000 y pico%, vale la pena tener presente este porcentaje, que luce como fantasioso o irreal.

Parece imposible que el estado pueda seguir haciendo aportes de ese monto. Por otra parte, si el estado lo continuara haciendo, no haría más que fulminar a la competencia existente que no se sabe hasta cuándo podría aguantar, ya que por más anchas espaldas  que se tengan,  caso JetSmart, el negocio no es precisamente el de perder dinero.

Párrafo aparte es el de la empresa Andes, genuinamente argentina, a la que el “revolucionario Dietrich”, parece que ya sentenció.

La cosa se agrava porque todos ignoramos con qué plan económico gobernará Alberto Fernández, pero siendo realistas sabemos que el año próximo será un verano infernal que habrá que pasar como se pueda.

Y esa es la clave, ¿estaremos dispuestos a “pasar como se pueda”?

Chile, que en 30/40 años mejoró notablemente todos los indicadores sociales, al revés de lo que ocurrió y ocurre acá que los multiplicamos, debería ser una advertencia. ¿Lo será…?

Portal de América

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