por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Este amigo me enumeró por lo menos 20 temas prioritarios entre los que no estaba el transporte aéreo ni el turismo y con tono paternal, pese a mi edad, me aconsejaba ocuparme de otros temas. Antes de despedirnos me dijo “A quien le importa Aerolíneas Argentinas, dedícate a otros temas que escribís bien.…”
Pagó la cuenta y nos fuimos, yo caminando por Córdoba hacia mi estudio y él hacia Florida.
Caminé pensando en lo que me había dicho y pensé en que debo insistir con esto del transporte aéreo, que no deja de ser un problema, obvio, no quizás el más importante, pero al que se le deberá prestar atención.
Reitero, todos los operadores pierden dinero, ya quedó Avianca en tierra a la espera que se resuelva su solicitud de apertura de su concurso preventivo, que por ahora parece un paso previo hacia la quiebra.
Otras tuvieron en cierto modo más “suerte” porque quedaron en tierra antes de despegar, otra dejó de volar sin quebrar hasta ahora y los que están operando seguramente esperarán las decisiones del nuevo gobierno, a pesar de lo que decía mi amigo, para resolver sobre su continuidad.
La apuesta, me decía una fuente, es que el próximo gobierno tome una drástica decisión sobre Aerolíneas Argentinas y Austral, ya que sus pérdidas son insoportables, pero además el estado no tendrá como financiarla.
Pensaba en la otra Avianca, la que integra el grupo “Avianca Holdings S.A.”, que según publicaciones especializadas no descarta su quiebra en el caso que no logre refinanciar sus pasivos y lograr salir de sus números rojos.
Me puse a releer el último balance de Aerolíneas Argentinas, y con una ocupación del 76,4% es obvio que su flota está sobredimensionada para un mercado muy reducido que estimo en no más de cinco millones de personas con una recurrencia promedio de 4,5 vuelos/año.
Además los números, pese a que hacen notar un esfuerzo por reducir costos, no dejan ver una voluntad de cambio real, parecería ser que fuera una mera cuestión de cosmética económico-financiera.
El agravante es que una parte de ese mercado se desvía hacia el llamado “low cost” como lo pusimos de manifiesto en una nota anterior.
Oímos hablar del potencial de nuestro mercado que podría duplicarse, es decir llegar a los 10 millones, que manteniendo un ritmo similar de recurrencia y el crecimiento vegetativo, seria de más o menos 20/22 millones con lo que nos llevaría a un mercado real de 80 millones de pasajeros/año que según mis números seria el número necesario para abastecer la desmesurada oferta actual, en el cabotaje y en el internacional.
Pero también para lograr reducir la pobreza a un “razonable 5 por ciento” deberíamos crecer durante más de 30 años al cinco por ciento anual….
Para crecer necesitamos inversión y la verdad que mucho mérito para atraer capitales no hacemos…
El gobierno de Macri abrió una suerte de caja de pandora en el mercado del transporte aéreo, pero ignoraba su contenido y se encontró con esta realidad que ponderan porque viajan más personas, pero a un costo que muy difícilmente se pueda soportar durante mucho más tiempo, salvo que los empresarios del sector sean descendientes de la madre Teresa o crean que la Virgen Desatanudos les podrá dar una mano.
Con una ocupación promedio del 75%, con un mercado salarial en el que solo unos cinco millones perciben remuneraciones superiores a los $ 30.000,00, es difícil no preocuparse por este tema, más aun en un país que en materia de transporte posee una infraestructura deficiente y que un viaje en tren a Rosario, 300 Km de Buenos Aires, demora 6 horas y a Tucumán, alrededor de 1100 Km, un día y medio…
Del mismo modo que un organismo vivo no puede existir sin sangre, ningún país puede crecer sin transporte.
En cierto modo mi amigo tenia razón, el problema no es Aerolíneas Argentinas, es el del transporte y veremos que política se fija al respecto, y en materia de transporte aéreo como se resuelve el dilema “Aerolíneas Argentinas”.
Como vemos, este tema merece la debida atención.
Hasta ahora ningún candidato a presidente, salvo Jose Luis Espert, que por ahora solo propuso el cierre de Aerolíneas Argentinas, como me lo hizo notar Pablo Potenze, nadie más tocó el tema, ni siquiera para refutarlo (o será que son muchos los que piensan eso y no lo dicen…).
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