por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Más de una vez hemos criticado al expresidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell Acqua, por hacer mérito al enojo como medio de negociación con los gremios aeronáuticos.
No escuchamos las declaraciones del Presidente Macri, pero nos fueron comentadas y damos fe a la veracidad del comunicado gremial que transcribimos parcialmente en el copete.
El estilo representa un modo de ser sobre el que Manuel Garcia Morente escribió páginas brillantes, en “Idea de la Hispanidad”, desde luego una obra recomendable, atemporal en mi opinión.
Pues bien, todo funcionario debe tener un estilo auténtico, que no debe ser fruto del “coaching”, actividad que consiste en mi opinión en hacer a las personas diferentes de lo que realmente son, es decir hipocresía elevada a la categoría de virtud.
Últimamente a nuestro presidente le ha dado por mostrarse enojado, “caliente” y hasta de algún modo como una persona que cree que mediante gestos previamente estudiados, podría reemplazar los fracasos de su gestión, que donde más se perciben es en la economía; persistente inflación, deterioro del salario real, pobreza en crecimiento y tipo de cambio solo artificialmente controlable a un alto costo y contrayendo deuda.
Pues bien las expresiones de Macri sobre el gremio de los pilotos son agraviantes ya que si considera que goza de privilegios ilegítimos e ilegales hay medios procesales para lograr su derogación o moderación. Quien estaría en falta seria el propio gobierno.
Los subsidios no son exigidos, pues en ese caso el gobierno podría negarlos y no lo hace y no tuvo valentía política para proponer un programa serio y creíble para hacerla sustentable y al tiempo adecuar la legislación vigente a los tiempos modernos.
La asistencia financiera es obligatoria para Aerolíneas Argentinas según lo dispuso la ley 26412 que en sus artículos 5 y 6 dispone:
ARTICULO 5º - El Poder Ejecutivo nacional podrá instrumentar los mecanismos necesarios a los fines de cubrir las necesidades financieras derivadas de los déficits operativos de las empresas Aerolíneas Argentinas S.A. y Austral Líneas Aéreas - Cielos del Sur S.A. hasta el 31 (treinta y uno) de diciembre de 2008, deberá realizar las adecuaciones presupuestarias correspondientes e informará sobre dichas transferencias a la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones.
ARTICULO 6º - El monto de las asistencias financieras realizadas y a realizarse por el Poder Ejecutivo nacional con la finalidad de atender lo dispuesto en el artículo anterior, deberá instrumentarse como aportes de capital y/o como créditos a favor del Estado nacional, debiendo realizarse las adecuaciones presupuestarias correspondientes.
El art.9 de esa ley prohíbe su privatización.
Como vemos, la asistencia financiera o subsidio como se lo quiere llamar, esta impuesto en una ley nacional vigente y en todo caso los gremios tendrían derecho a exigirlos.
De lo que se trata es que la falla está en su dirección y hasta ahora, a las autoridades de Aerolíneas Argentinas y Austral, las elige el gobierno, atribución que la ejerce plenamente.
¿La pregunta no habría que hacérsela a los distintos gerenciadores que tuvo desde su estatización en 2008?, ¿por qué subsisten los supuestos “privilegios”?.
Además, nuestra legislación aeronáutica medida en tiempo, parece datar desde antes del nacimiento de Cristo.
Muchos de los beneficios que gozan los gremios aeronáuticos, algunos de ellos muy costosos, no por el beneficio en si mismo sino por sus consecuencias, en la dotación de personal y en su organización funcional, fueron graciosamente concedidos por funcionarios de la empresa o de la autoridad de control.
Durante diez años fui asesor de APLA, participé en negociaciones paritarias tanto con AEROLÍNEAS ARGENTINAS como con AUSTRAL cuando era privada. En Aerolíneas Argentinas, en ese lapso, jamás hubo una persona con poder de decisión. Según me dicen actualmente, la última palabra estaría en el Ministerio de Transporte.
En las negociaciones con la empresa estatal, muchas veces no solo funcionarios del gobierno, sino de la autoridad que la controlaba ofrecían beneficios para suplir la imposibilidad de conceder los aumentos salariales solicitados, generalmente erosionados por la inflación.
Eso no ocurría con AUSTRAL cuyos representantes eran reacios a conceder beneficios que obviamente se traducían en mayores costos.
En esa época el personal de Aerolíneas Argentinas percibía un rubro salarial llamado “dedicación funcional” que no estaba impositivamente gravado. El personal de Austral, empresa privada, carecía de ese beneficio que incidía en el salario real.
No es con enojo como se resuelven las cosas ni con agravios, sino que requieren, cultura, idoneidad, autoridad y respeto, cualidades suplidas en general por la soberbia.
Portal de América





