La Península de Valdés
Jueves, 17 Enero 2019

La Península de Valdés

"Los miembros de Sentir Valdés trabajan de manera integrada para brindar a los turistas una experiencia inolvidable en la que puedan descubrir y disfrutar de los encantos que atesora el paisaje  y la fauna de uno de los destinos turísticos más apasionantes del planeta"  Sentir Valdés.

Hotel 5to Centernario - 1250x115
MINOR hotels - Cynsa 1250x115
1250x115 Nardone libro
Arapey 1250x115

 

 

 

 

 

por Luis Alejandro Rizzi desde Puerto Pirámides,  Chubut

 

Si bien la ciudad de Puerto Madryn no nos  gustó, no quita que presente algunos atractivos dignos de mencionarse. Sus playas amplias, de arena muy fina y aguas algo más cálidas  que las que nos ofrece la misma Costa más al norte, me refiero a las playas que van desde San Clemente a Necochea. Las playas de Madryn son recomendables. Los precios de los bares están un 20% arriba de los de la ciudad, pero observamos que la mayoría de la gente concurre con sus propias pertenencias, sombrillas, reposeras y el infaltable termo para el mate.

 

Para cenar es imprescindible visitar "Mariscos del Atlántico" en la calle Ing. Fennen 43, que es un restaurante que nos atrajo por la calidad de sus productos, el recuerdo de "La cacerola" de la década del 60 de Mar del Plata,  que hoy se convirtió, luego de una pausa de unos cinco años, en el concurrido  "Viento en popa".

 

En esta marisquería se saborean lo que llaman delicias de la pesca artesanal y nos permitimos recomendar como entrada "pulpo a la gallega"  y como plato principal la pesca del día, puede ser salmón blanco, abadejo, mero o merluza a la crema de limón. La oferta de vinos no es variada, pero hay para los exigentes y para los que somos aficcionados. Para los seguidores del comisario Salvo Montalbano, la exitosa serie de TV de la RAÍ, podrán desgustar buenos tallarines con mariscos.

 

Una buena cena con exquisita oferta de platos y un vino bueno puede salir alrededor de u$s 15/20 por persona. La relación precio calidad es por demás excelente.

 

Puerto Pirámides está a unos 75 Km de buena ruta desde Puerto Madryn. Es un pueblito de una población estable de 700 personas muy acogedor, y la simpatía de su gente en su mejor carta de presentación. Se trata de gente identificada con eso que se llama "Sentir Valdés " y hace que uno también se sienta uno más, como partícipe de ese sentimiento.

 

"Sentir Valdés" es una muy buena síntesis dé un estado de ánimo que creo es un ingrediente muy descuidado del turismo entendido como una real práctica del "ocio". No voy a negar el significado comercial y económico del turismo, pero tampoco podemos desconocer que el turismo es una actividad muy diferente de lo que llamamos "nec-otium", tiene que ver con la contemplación de la naturaleza con sus diferentes manifestaciones y con la recreación, esta última actividad que la telefonía celular viene destruyendo. Hemos visto mucha gente que no puede prescindir de esta nefasta adición. Vivir conectados también pude ser una grave enfermedad del espíritu y del cerebro.

 

Pues bien, "Península de Valdés", que fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, es uno de esos escenarios naturales en la que sus artistas son la fauna, el decorado de la flora, incluso la belleza de la aridez que le da ese tono de imperfección y escasez que forma parte de la vida.

 

La colonia de pingüinos, las focas convertidos sus machos en elefantes marinos por su pequeña trompa, las ballenas y las agresivas orcas que representan también la fiereza de los fenómenos naturales que asoman al mundo, son los encantos que nos ofrece la Península de Valdés, y que por lo menos en lo personal nos hizo sentir diferentes, tanto a Claudia como a mí.

 

Como lo dijimos en otras notas, la cuestión es que los distintos escenarios naturales están lejos unos de otros debiendo recorrer alrededor de 250 Km de ripio para visitarlos, seis horas de viaje si respetamos las reglas y obramos con prudencia. En verdad es un ripio más amigable que el que recorrimos para ir a Punta Tombo, pero no deja de ser incómodo.

 

Insistimos, para disfrutar la naturaleza debería haber un sistema de traslado en helicópteros, así cada visitante, prefiero esa denominación a la de "turista", puede disfrutar por más tiempo las bellezas de la naturaleza.

 

Sin embargo estos viajes tienen su atractivo, ya que cada tanto se observan raras aves, los simpáticos guanacos y las ovejas que con su carga de lana buscan alivio al calor. También habitan  choiques, maras, zorros y otras especies cuyos nombres ignoro.

 

En síntesis, quien llega a a la Península debería alojarse por un mínimo de tres noches para disfrutar  el avistaje de ballenas, orcas, lobos y elefantes marinos, buceo, snorkel, trekking, cabalgatas,  paseos en kayak, visitas a pingüineras, excursiones en 4 por 4, pesca y buena gastronomía .

 

El precio de una habitación, con desayuno incluido y con vista al mar es de u$s 110/120 por noche, base doble, si renunciamos a la vista al mar el precio baja a unos u$s 75/80. En cuanto a las diferentes atracciones es necesario averiguar por su estacionalidad y la temporada  de turismo es de julio a fines de marzo. Nosotros nos alojamos en "Las Restingas" , hotel ubicado frente al mar y estamos recibiendo, como todos los huéspedes, una excelente atención por parte de su personal. La recepción está a cargo de Antonella, patogónica de nacimiento.

 

Puerto Pirámides cuenta con unas mil camas con lo que hay oferta  para todos los bolsillos  y todas las edades.

 

La península es un destino visitado mayoritariamente por extranjeros y parece ser que los  franceses son quienes llevan la delantera. Durante nuestra estadía sentimos hablar en francés, italiano, alemán, inglés  y castellano (más españoles que argentinos).

 

Como dato de color nos cruzamos  con una camioneta que viene recorriendo el mundo, ya llegó a las 120.000  millas, dice que inició el viaje en Shangai y su conductor dice que busca esposa...

 

Mañana iremos a Las grutas, la playa por excelencia de los  patagónicos que ahora cuenta con servicio ferroviario semanal desde la ciudad de San Carlos de Bariloche. El cruce de la Patagonia demora unas 9 horas en un servicio con vagones nuevos y buena atención a bordo. Me dicen que es también una atracción por si solo.

 

Hoy le dimos descanso a nuestro Peugeot 208 que aguantó a la perfección, los buenos caminos, los malos y el ripio.

 

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.