por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Hace algunos años estaba en una empresa que fabricaba alimentos, y durante varios meses se celebraban los sucesivos records de ventas, pero no se tenía en cuenta el resultado económico de esas ventas que yo llamaba “la calidad de las ventas”, menos se tuvo en cuenta la cuestión de los costos y la prudencia con la que se concedían créditos con alto nivel de incobrabilidad.
Es cierto, en poco tiempo se ganó un lugar en el mercado, pero en menos de diez años la empresa fue vendida por sus pasivos, luego de haber tramitado su concurso de acreedores.
La estadística difundida es engañosa si sólo se hace referencia al incremento de la cantidad de pasajeros transportados, sin tener en cuenta los resultados de las empresas.
Algunas, como Aerolíneas Argentinas que es financiada a costo cero por el estado, concede planes de ventas sin intereses, por lo tanto los incrementos que puede lograr en la cantidad de pasajeros se reflejarán de modo proporcionalmente inverso en sus resultados.
Es obvio que si alguien ofreciera billetes a costo cero, debería habilitar las alas para poder aumentar su capacidad de transporte.
Andes, empresa privada que vive de sus recursos, tuvo que devolver aviones Boeing 737-800 para poder poner orden en sus finanzas ya que el estado no solo no la subsidia, sino que además compite por medio de Aerolíneas Argentinas y Austral de modo desleal.
Es cierto que también se incrementó el tráfico internacional desde aeropuertos del interior del país sumando alrededor de un 16% del total que viajó desde el 1 de enero a la fecha, pero de modo simultáneo COPA anunció la reducción de vuelos desde ciudades del interior por la caída de tráfico.
El tráfico internacional generado en el interior en general es aprovechado por empresas extranjeras, ya que para Aerolíneas Argentinas, partir y arribar desde y a aeropuertos del interior encarece sus costos, como lo demostraron las fallidas pruebas que se hicieron durante la década del 70 partiendo desde Córdoba e incluso durante un breve lapso desde Rosario.
Paradójicamente, ese volumen de alrededor de dos millones de pasajeros puede ser servido a menor costo por empresas extranjeras que pueden ofrecer viajes con conexión a varias ciudades de EEUU y Centro América con una sola escala y utilizando los 737-800 o similares.
Distribuir estadísticas que solo muestren cantidad de pasajeros tiene poco valor, ya que lo que nos debe interesar es saber quién y cómo se financia el transporte aéreo.
Una primera conclusión que tenemos a la vista es que entre las empresas que respetan el art. 99 del código aeronáutico, que establece el viejo principio de la propiedad sustancial, el subsidio a Aerolíneas Argentinas perjudicó de modo directo a otra empresa nacional que en esta época, presuntamente revolucionaria, debió contraerse.
De todos modos no solo el subsidio afectó a Andes, sino también la inestabilidad económica consecuencia de los continuados fracasos del gobierno en la materia que llegará al final de su gestión sin poder exhibir resultados positivos.
Lo grave es que ni siquiera pudo generar un lapso de transición, seguimos enamorados de nuestros fracasos creyendo que solo se trata de una cuestión de gestión, en la que también paradójicamente el gobierno no se destacó, por lo menos en el gerenciamiento de Aerolíneas Argentinas y Austral que en solo tres años tuvo tres conducciones diferentes que hasta ahora no se han destacado por sus virtudes.
Las tres cometieron un mismo pecado, intentar hacer con algo más de prolijidad lo mismo que se viene haciendo desde antaño, sin intentar algo diferente. Por eso los resultados solo documentarán el monto de los irrescatables costos hundidos.
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