El turismo receptivo en bajada y la visión del INPROTUR. ¿El cedin nueva moneda turística?
Martes, 02 Julio 2013

Leonardo Botto Leonardo Botto
Leonardo Boto es el secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción turística (INPROTUR) ente de derecho público no estatal que gira en la órbita del Ministerio de Turismo. En la edición de LADEVI del 1º de julio se publica una entrevista realizada por Juan Scollo. Algunas de las declaraciones del funcionario serán materia de análisis.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires


El turismo receptivo en Argentina viene en notoria picada y en nuestra opinión ello se debe a diversos factores, ni los éxitos ni los fracasos tienen una sola explicación o causa.

Personalmente no creo que Argentina sea en este momento un destino turístico apetecible, nuestra imagen está deteriorada ya que nos presentamos como una sociedad dividida, conflictiva, desordenada económicamente, para el turista la existencia de un tipo de cambio oficial  caro debido a la artificial valorización del peso y otro tipo de cambio llamado “blue”,   donde la moneda extranjera se cotiza a un mayor valor  que en el mercado oficial ya es un inconveniente porque cambiar moneda en este “mercado” constituye una ilegalidad y no todos tienen disposición para aprovechar esa “diferencia”.

El turista de cualquier país busca en general destinos  ordenados, no quiere sumar preocupaciones o sufrir las consecuencias de la conflictividad local , por ejemplo imposibilidad de circular, de llegar a un aeropuerto, padecer demoras debidas a rencillas de menudas disputas internas como los  boicoteos a los que se han condenado a la empresa LAN y otras empresas que padecen a Intercargo y los arrebatos de su ignota interventora cuyos méritos y antecedentes en la materia brillan por su ausencia.

Sin embargo para Leonardo Boto la caída o disminución del turismo receptivo obedece a  situaciones internacionales que están generando una desaceleración o pequeños decrecimientos del turismo internacional (sic).

Sin embargo justifica el crecimiento del turismo emisivo en el hecho que en Argentina la gente mantiene su poder de compra, lo que constituye una afirmación cuando menos ingenua o propia del relato “K”.

Lo cierto es que la inflación que nos azota, sea la del diez y pico por ciento que mide el Indec, el doble de la registrada en la región con la conocida excepción de Venezuela o la real de alrededor del 25%, esa que nos haría explotar, la imposibilidad de ahorrar debido al cepo cambiario o tasas de interés que no compensan siquiera el ritmo  de desvalorización del peso, impulsa a la gente a gastar y a aumentar la velocidad de circulación del dinero.

Según estadísticas publicadas por el Ministerio de Economía la inflación oficial entre diciembre de 1999 y febrero de 2013 fue del 220%, se estima que la real ha superado el 400%.
Recuerdo que la inflación de los EEUU desde la crisis del 30 a la fecha es del 500%.

Mal que bien el turismo emisivo cuenta con el subsidio del valor de  la moneda extranjera en el mercado único de cambios ya que por ese tipo de cambio, hoy $ (ars) 5,40 por dólar, se pagan los servicios turísticos que con ese impuesto disfrazado de “percepción” del 20% da un valor para el dólar de $ 6,48 inferior en un 21%  al TC “Blue”. Recordemos que ese 20% es recuperable de donde la brecha es mayor aunque habría que descontar la incidencia financiera.

Mientras el dólar oficial tenga un ritmo devaluatorio inferior a la inflación todo, importación y el turismo emisivo es “Turismo importado”, estará subvencionado.

Otro hecho insólito es que los automóviles se hayan convertido en un extraño medio para conservar valor, ello explica el volumen de ventas que supera toda lógica.

En otro pasaje de la entrevista Boto menoscaba la cuestión del tipo de cambio e insiste en algo que es cierto, el desarrollo del turismo debe venir por calidad de servicios,  profesionalidad y promociones.

Pues bien debería preocuparse por el mejoramiento de la infraestructura de transporte, pues somos un país sin servicios ferroviarios, con rutas de pésima calidad, salvo alguna excepción, accesos colapsados, y un transporte aéreo que únicamente tiene como objetivo la protección de una empresa que pierde dos o tres millones de pesos diariamente y para colmo  de hostigamiento a la competencia.

Como es signo distintivo de todo funcionario “K” critica propuestas provenientes de funcionarios de la ciudad de Buenos Aires como la devolución del IVA a los extranjeros, desgravar ganancias para el interno y facilitar el arribo de otras aerolíneas, en una palabra terminar con esta política aérea cuyo objetivo parece ser solamente Aerolíneas Argentinas.

No creo que se pueda comparar la devolución de ingresos brutos con el IVA como lo hizo BOTO, pero lo que omitió decir es que la Nación necesita una nueva política fiscal que no tenga solo como objetivo el desarrollo del turismo, como la de ningún otros sector, sino el bien común y quizás con una nueva política impositiva la devolución de impuestos o desgravaciones pierdan total protagonismo o importancia.

Boto también desconoce, sin explicar la razón o la causa que en lo que va del año el gasto del turismo emisivo haya alcanzado los u$s 2.800 millones, para él la salida de dólares seria de solo  u$s 2.000 millones ya que aquella cifra incluiría gastos “que no hacen estrictamente al gasto turístico”, pero no  explica a que gastos se refiere.

Admitiendo su teoría,  el déficit de la balanza del sector rozaría solo  u$s 700 millones.

Pese a Boto hoy comenzó a circular por la “citi turística” y por algún “Galley” la idea que esta nueva moneda convertible  creada por el gobierno llamada “Cedin” definido por la ley 26860 como “certificado de depósito para inversión”, sería también una moneda turística ya que es un medio idóneo para cancelar obligaciones en dólares como lo dice la ley que los creó.

Se estima que el “cedin” cotizará al valor del “contado con liquidación” que esta mas o menos un 45% sobre la cotización del llamado “dólar oficial”.

Si este rumor se convirtiera en realidad el turismo dejaría de ser un “fugoducto” de divisas. En el Banco central estiman que el turismo emisivo podría significar una pérdida de u$s 8 mil millones durante todo el año.
El cedin significará como lo diría  Jorge Asís una devaluación “a la bartola”, pero servirá de experiencia para ver como se acomodan o desacomodan las cosas.

Lo cierto es que con el “cedin” el mercado de cambios se ha desdoblado y el “blue” ha quedado atrapado, por lo menos por estos días, en este birlibirloque, que en las manos “K” es imposible saber cómo continuará.

Un Amigo muy desconfiado me acotaba mientras escribía esta nota: “Mira Luis si pierden la elección el “cedin será declarado inconvertible y se lo podrá exportar a Venezuela para suplir la falta de papel higiénico y si ganan también para castigar a los que no los votaron”.

Me quedé pensando…. Los “K” siempre castigan, está en su esencia…

Portal de América

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