por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires


A su vez “PATRIOTISMO” tiene estas dos acepciones: Amor a la patria; Sentimiento y conducta propios del patriota.

Pienso que ninguna persona de bien puede dejar pasar por alto las despectivas y despreciativas palabras de la presidente durante la celebración del “día de la Bandera” sobre el Poder Judicial que  escuché con incredulidad y vergüenza propia porque soy abogado y a nuestro estamento profesional más nos duele o nos debería doler cuando  desvaría  un colega.

Dijo la Sra. Dra. Fernández de Kirchner  "La verdad que en el 2015 quiero ser jueza. No de la Corte. Apenas de primera instancia. Para que pueda tener una lapicera, un papel, una cautelar y firmar. ¡Y qué me importa lo que vota la gente, los diputados, el presidente! Así que ya saben: Cristina Jueza 2015".

Otra vez  recurro a la RAE, desvariar tiene estos significados: “Delirar, decir locuras o despropósitos; Diferenciar, variar, desunir o desviar y Apartarse del orden regular.

La Presidente no ha sido ni leal ni patriota. Faltó a la lealtad porque pretendió ridiculizar la esencia de la función judicial que es la de tomar “conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos…..”,  función que debe prestar cada provincia según lo determina el art. 5 y la de garantizar la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y  de los derechos.

Esa ridiculización me hizo acordar a aquella célebre sesión del congreso cuando Adolfo Rodríguez Saá declaró el default y la expresión fue celebrada por los legisladores presentes como si estuviéramos en una fiesta.

Aquel episodio que nos llenó de bochorno, desazón y sofocamiento se vuelve a producir y esta vez por boca de uno de los poderes del estado que intentó convertir la labor judicial, la del juez en especial y hasta diría el ejercicio de la profesión de abogado, en un hazmerreir, seríamos seres que por  nuestra figura ridícula y porte extravagante  nos aprovechamos de “todos y todas”.

Garantizar el debido proceso y la vigencia de los derechos es un “…que me importa…”.

Estamos consintiendo la devaluación, no ya la del dólar o el euro, estamos consintiendo la devaluación de la dignidad y esa vez si de “todos y todas”.
En mi opinión el Poder Ejecutivo está incurso en “mal desempeño”. Diría “pésimo desempeño.

Lo que llamaría “sarcasmo” de la Presidenta, su  burla sangrienta, su ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata la labor de  Juez, fue siendo caritativo, un muy grave error, además de muy mal gusto.

Creo que las palabras de la Presidente merecen que ejerzamos, por lo menos todos los abogados y las instituciones que nos representan, nuestro derecho de réplica.

No se pude decir cualquier cosa en la vida sin asumir las consecuencias y responsabilidades.

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