Qué significa gestionar...
Martes, 26 Febrero 2013

Qué significa gestionar... trabajados.com
Hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera. Dirigir una institución. Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes. Real Academia.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires


Hoy la cuestión de la “gestión” es uno de los temas excluyentes no solo de la Argentina, sino del mundo y obviamente es una “cuestión” que impacta principalmente a la dirigencia política, pero también a toda la dirigencia en general, empresaria, gremial, cultural y que en lenguaje orteguiano la plantearíamos como una “cuestión cultural”.

No es necesario tener cualidades especiales para advertir que la gente está muy descontenta con sus dirigencias a las que valora por sus resultados.

Aclaro que la gente también es en cierto modo injusta ya que se abstenía y se abstuvo de expresar su descontento cuando esas mismas dirigencias nos permitieron vivir sobre nuestras posibilidades reales haciéndonos creer que el endeudamiento era un virtud y el ahorro una zoncera.

(El estado de bienestar europeo quizás fue la única utopía concretada que como no podía ser de otro modo se está volviendo una nueva utopía).
Este espejismo ocurrió en casi todo Occidente y en Argentina y parecería que ahora también impacta en Uruguay que en su último ejercicio fiscal presentó un déficit del 2,8 de su PBI, consecuencia del aumento del gasto, según leía en  “El País”.

En otros países de Latinoamérica, Chile, Perú, Colombia, Brasil que es un caso diferente, el mismo Paraguay, tengo mis dudas de incluir a Uruguay, porque lo veo “argentinizándose”, han sabido crecer sobre bases más solidas y están en  camino de resolver graves cuestiones sociales como el desempleo y los déficits de educación, incluso en las Universidades de elite.

Pero la intención de esta nota apunta a un tema específico que tiene que ver con el transporte aéreo y las crisis que vienen soportando las líneas aéreas que obligan a sus  “ceos” a buscar aumentos desesperados en la productividad, mediante la reducción de gastos y de las plantillas de personal.

En esta cuestión se advierte una clara carencia de gestión, o mejor dicho mala calidad de gestión, pese a las abultadas remuneraciones que imperaron e imperan  en el mercado, tanto en líneas aéreas privadas como de control estatal como es el caso de Aerolíneas Argentinas, una empresa que paga salarios desmesurados con relación a su realidad y en especial a sus gerenciadores cuya función esencial es reclamar fondos al estado para financiar sus pasantías....políticas...

Hoy día la cuestión del transporte aéreo se pone de manifiesto en el caso IBERIA que ha propuesto un programa de restructuración rechazado por su personal que en respuesta convocó a un paro de actividades que se desarrolló durante  varios días. Esa huelga hizo que en los últimos se hayan quedado en tierra 415 vuelos de Iberia, 354 de Vueling, 357 de Air Nostrum y 96 de Iberia Express, según dio cuenta el diario económico “Cinco días”, con el perjuicio económico que ello significa con un costo que se estima en treinta millones de euros.

Recordemos que IB viene de perder €300 millones.

También Lufthansa y AIR FRANCE KLM  están estudiando programas de restructuración que en todos los casos incluyen disminución de plantilla laboral y racionalización de sus servicios, sin dejar de lado la mega fusión entre AA y USA ARWAYS.

Una palabra merece también el “low cost” que si bien puso en evidencia cuantiosos errores de gestión en las llamadas líneas tradicionales, también usufructuó de subsidios por parte  de algunas comunidades europeas que facilitaron sus operaciones con la finalidad de facilitar la llegada de extranjeros en merito a la existencia de bajas tarifas aéreas. Algunas de esos subsidios fueron declarados violatorios de normas de la UE por parte de los tribunales comunitarios, pero lo cierto es que hoy en España las “low cost” mueven mas pax que las líneas tradicionales que se han visto “obligadas” a constituir sus propias subsidiarias de esas características.

Quizás lo racional hubiera sido intentar nuevas políticas usando el “low cost” como sus propias feeder, en vez de constituir sus propias “low cost” como decíamos en el párrafo anterior.

Las dirigencias gremiales también han pecado por no haber avizorado que el crecimiento del empleo puede no ser sustentable si impacta negativamente en la productividad. Miremos el caso de Aerolíneas Argentinas con más de mil pilotos y menos de 40 aeronaves.

Ese incremento de pilotos se debió a la presión gremial que de ese modo incrementaba  a sus socios cotizantes y por la dirigencia de la empresa que de ese modo conseguía circunstanciales aliados optando por el populismo de la gestión antes que pensar en la viabilidad racional de la empresa, hoy garantizada por el flujo de subsidios aportados por el contribuyente argentino.

Regresemos al título de la nota pero ahora en modo de pregunta ¿Qué significa gestionar? y resulta obvio que esta pregunta nos lleva a esta otra ¿hubo gestión en el transporte aéreo?.

Reitero me refiero a la gestión empresarial, a la gestión gremial y a la gestión política de los estados.

Con los resultados a la vista la respuesta a las dos preguntas es negativa.

Es cierto que los índices de ocupación han sido satisfactorios pero se trataba de una ocupación sustentable para el modelo de empresa que se estaba gestionando?.

En otras palabras, así como Miguel Acerenza nos explicaba que no toda persona que viaja es turista, en el transporte aéreo nos tendríamos que preguntar si el precio que paga cada pax por subirse a un avión permite sustentar el negocio.

Cuando ocurren pérdidas el problema debe ser abordado de inmediato para precisar sus causas y sobre todo su tendencia para eso se le paga una remuneración desmesurada a su “ceo”, cuando se producen ganancias, las mismas deben ser ponderadas en función del capital invertido y la rentabilidad y cuando las pérdidas se reiteran no debemos ser prisioneros de los llamados  “costos o gastos hundidos”.

En general advierto desde mi rincón profesional que hoy la gestión política, empresaria, gremial especialmente cultural es de muy mala calidad, sus decisiones nos resultan inconvincentes y todo ello en un clima de incultura generalizada, que quizás es la causa final de esta crisis que hoy día está más cerca del peligro que de la oportunidad.

Este camino nos lleva a la conflictividad, al descreimiento y al retraso como nuestro caso Argentino que sirve de doloroso ejemplo, ya que  desde 1991 el indicador per capita argentino comparado con el PBI promedio de países desarrollados oscila entre el 30 y el 40% cuando en 1910 era del 99% y en general  del 60% según explican  Juan LLACH y Martin LAGOS en “Claves del retraso y del progreso de la Argentina”.

Obviamente esta nota continuará próximamente lo que pretendemos destacar es que la gestión no es retórica, no es relato, la gestión se traduce en hechos y cuando son  fatales como la tragedia de once el 22 de febrero de 2012  sintetizan ineficacia, corrupción e hipocresía.

Portal de América





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