Aerolíneas Argentinas otra vez con problemas gremiales y de los otros....
Lunes, 01 Octubre 2012

Aerolíneas Argentinas otra vez con problemas gremiales y de los otros.... www.lanacion.com.ar
Los pasajeros que hoy, lunes 1° de octubre, han estado llegando a Aeroparque se encontraron con la novedad de la cancelación de varios vuelos y las demoras en otros y como suele ocurrir nula información. Los gremios aeronáuticos venían poniendo de manifiesto su preocupación por la lenta marcha de las comisiones paritarias, que son los ámbitos en los que se negocian salarios y condiciones de trabajo, y por la escasa oferta salarial en línea con la inflación “oficial”.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

De alguna manera venían previniendo, desde la mitad de la semana pasada, sobre la existencia cuando menos de eventuales demoras y problemas para los pasajeros.

Las empresas habrían ofrecido un incremento salarial del 10% en dos etapas del 5% cada una y el reclamo gremial no baja de la inflación que no existe, del 25%.

Personalmente creo que el ámbito de negociación salarial debe tener en cuenta la situación de las partes y el contexto nacional.

Aerolíneas Argentinas y Austral son dos empresas que hoy día existen gracias al aporte que hacemos todos los contribuyentes del orden de los dos millones de dólares por día, a lo que se agrega una propuesta de condonación de todas sus deudas fiscales establecidas en el proyecto de ley de presupuesto y la posibilidad de usar los saldos de IVA para el pago de cualquier obligación fiscal.

Actualmente las líneas aéreas solo pueden usar con tal fin los saldos de libre disponibilidad acumulando créditos fiscales que obviamente causa un perjuicio financiero, porque se trata de dinero inmovilizado que pierde el 2% de su valor cada mes.

Por otra parte según hemos podido averiguar Aerolíneas Argentinas y Austral serian de las empresas que pagan los mejores salarios en el sector, al punto que el grave problema de las empresas privadas es que si no siguen en línea los incrementos salariales de esas empresas que obran como “testigos”, corren el riesgo de que su personal emigre o reclame igual tratamiento, teniendo en cuenta que las pérdidas en esos casos las deben soportar sus accionistas, no cuentan con subsidios, salvo algunos casos puntuales para la explotación de ciertas rutas, lo que no dejaría de ser un privilegio que altera la garantía de igualdad ante la ley.

Es obvio que sin los aportes del estado Aerolíneas Argentinas y Austral que aun hoy día son empresas privadas habrían quebrado como le ocurre a cualquier empresa que cae en cesación de pagos.

Es decir el, Estado o nosotros los contribuyentes, actuamos como una suerte de seguro de desempleo y de garantía salarial. Todo el personal de esas empresas, desde su presidente hasta el último de sus trabajadores, cuenta con su salario y todos los beneficios legislados gracias a nuestro aporte con el agravante que esos salarios que perciben por otra parte están en el nivel de las empresas prosperas lo que constituye un rarísimo oximorón económico.

Es un buen principio de política que los trabajadores participen de los beneficios empresarios, cuando existen, creo que ello está fuera de discusión.
Este principio admite varias formas de implementación, una puede ser la fijación de salarios en línea con las ganancias, otra puede ser mediante la entrega de “bonus” periódicos según los resultados anuales, otra pueden ser beneficios temporarios que pueden no ser en dinero, en fin este principio se puede efectivizar  según lo que surja de la imaginación de las partes.

En estos casos también hay que prever el caso inverso, el de las empresas que no obtienen beneficios y caen en pérdidas o “números rojos” como se suele decir.

Personalmente me ha tocado intervenir en ambos casos, pero quiero referirme a este último, época de pérdidas, por factores ajenos a la conducción.
Es decir en periodos críticos de la vida de empresas que muchas veces coincidieron con  nuestras ya clásicas “crisis cíclicas”.

Contrariamente a lo que cabria presumir en algunos casos fueron las propias dirigencias sindicales las que plantearon su preocupación ofreciendo su aporte para superar el mal momento y recuerdo un caso que convinimos una reducción salarial que paradójicamente el Ministerio de Trabajo se negaba a homologar con lo cual no se podía aplicar.

El Ministerio se aferraba a la necesidad de mantener los beneficios obtenidos y creo que fue la primera vez que me réferi al costo de los derechos haciendo ver que ningún derecho es gratuito y que de nada vale un derecho que económicamente no se puede sustentar. ¡¡¡Vayan a reclamarle el pago del sueldo anual complementario, a una empresa quebrada....!!!

En los casos de Aerolíneas Argentinas y Austral la dirigencia gremial debería respetarnos, mas allá de sus diferencias con las conducciones empresarias, que es la misma, teniendo en cuenta que subsisten y con buenos salarios gracias a cada uno de nosotros que pagamos nuestros impuestos soportando una presión fiscal intolerable en la que en el caso de los profesionales, el mínimo no imponible se mantiene congelado desde hace más de diez años en la suma de $ 1.200,00.

El personal de Aerolíneas Argentinas y Austral que hoy plantean diferencias con las empresas, deberían tener un mínimo de consideración para con sus clientes que además de pagar los billetes, pagamos impuestos.

Pero la respuesta es la de generalizar el “maltrato” y parecería que lo que interesa más que defender el derecho a trabajar, es el interés por mantener privilegios no sostenibles si tenemos en cuenta la rentabilidad negativa de las empresas.

El concepto de Responsabilidad social empresaria es muy vasto pero diríamos que también impone a las empresas la obligación de ofrecer salarios que se puedan pagar con los propios recursos, valga la redundancia.

En el caso de Aerolíneas Argentinas y Austral este ofrecimiento del 10%, incluso por debajo de la inflación real, podría ser un signo de realismo, pero para ello deberían persuadir a sus trabajadores, sobre la necesidad de limitar las pretensiones a lo posible.

Seria agraviante tomar como base del ofrecimiento la variación del costo de vida que registra el INDEC, pero no lo seria y hasta se podría presentar como un ofrecimiento generoso que ese diez por ciento no se paga por meritos económicos de las empresas sino por el aporte de los contribuyentes incluso por los que pagan el 21% IVA pese a estar en situación de indigencia y pobreza.

Alguna vez también tenemos que comenzar a  hablar de Responsabilidad social gremial y creo que este es uno de los casos...los gremios aeronáuticos más que pedir debieran agradecernos a cada uno de los contribuyentes por nuestro esfuerzo.

Portal de América


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