Divagando… (Hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado)
Viernes, 20 Julio 2012

Divagando… (Hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado)
En verdad, no sé como saldrá esta nota…porque voy amontonando ideas que se me ocurren, ante lo que considero esta levedad con la que se tratan temas o cuestiones que afectan o impactan la vida de las personas, de nosotros, mejor dicho de “…todos y todas…”
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Los 20 de de julio se celebra el “día del amigo”, algunos escépticos dicen que lo crearon las telefónicas para incrementar el consumo de llamadas, mensajes etc y puede haber algo de cierto porque hoy mientras viajaba en el 132 desde el centro a mi estudio, un trayecto de 15 minutos, no paraban de sonar los celulares cada uno con sus ring tones, más variados aunque pude advertir que entre sos sonidos preponderaba un tema de Luciano Pereyra llamado “El elegido”, la verdad es un tema pegadizo.
Personalmente he recibido muchos llamados de “amigos” que en algunos casos hace años que no veo y allí te queda la duda si te llaman porque estás en una agenda o porque ese 20 de julio se acordaron de uno; como debo reconocerlo a “…mi me pasa lo mismo que a usted…”, me acuerdo de gente que hace tiempo que no veo, aunque la ultima vez les debo haber dicho, “…te llamo la semana que viene y cenamos o almorzamos o lo que sea….y jamás se me ocurrió marcar el número telefónico del “amigo”…
Es fácil y difícil definir la “amistad”, desde ya es un afecto, pero los afectos pueden ir desde el odio al amor y digo esto porque hay “amistades” sustentadas en el odio y sé que muchos me dirán que el odio no genera “amistad”, pero yo digo que si…son esas amistades neuróticas necesarias para compartir miserias, las propias miserias o las propias frustraciones, y ese odio que cimenta esa relación, aunque les parezca paradójico, es un sentimiento noble, ausente de amor, pero noble al fin. Alguien que fue Borges escribió
“…Sombra final se perderá, ligera.
“No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto…”
Borges se refería a Buenos Aires, pero bien se podría aplicar con más razón a las personas.
Diría recurriendo a un oximorón se puede amar odiando…
De todos modos la gran mayoría concibe a la amistad sobre la base de un afecto positivo,
que puede ser amor, cariño, simpatía…todas ellas, en definitiva, diversas formas del amor.
Y aquí se me ocurre decir algo sobre la sexualidad, porque como verán, la sexualidad tiene que ver con el amor, con los afectos, con los cariños aunque fueren pasajeros o mejor dicho circunstanciales, me gusta más esta palabra y lo que significa, me parece una palabra más digna…
Aclaro soy antiguo, facho y reaccionario como el Señor Gonzalez de Rolando Hanglin, que tranquilamente podría ser yo; hecha esta aclaración, pienso que la sexualidad es uno de los tantos “dones” que nos ha dado Dios, si ustedes lo prefieren la naturaleza…, pero me parece que fortalece nuestra dignidad si creemos lo primero, prefiero pensar que el hombre es hijo o creación de Dios y no de un vegetal….
Dios (o la naturaleza para los incrédulos) nos ha llenado de dones y la cosa es saber usarlos.
Tenemos el don de pensar, pero podemos pensar bien o mal, tenemos el don del placer pero podemos mal usarlo y con la sexualidad ocurre lo mismo, se puede usar para bien o para mal.
Por eso me parece muy estúpido cuando se habla de “educación sexual” a la que se confunde con “higiene sexual” que es otra cosa.
La higiene sexual es como la hepatalgina para un desarreglo estomacal producido por alguna glotonería, cuando fuimos incapaces de dominar nuestro apetito.
La higiene sexual tiene que ver con la salud porque a través de la relación sexual se pueden contraer enfermedades y lo más grave embarazos no queridos.
La sexualidad es como lo dije un don y un modo de expresar sentimientos, nobles o innobles, sentimientos, también en mi convicción, que pueden ser ocasionales o duraderos.
Mi idea es que el hombre es temporario y por lo tanto “temporarios” son todos sus “haceres” si se me permite usar esta expresión que desde ya me suena rara…
En este día del “amigo” he visto que se ha planteado si es posible la amistad entre un hombre y una mujer. Desde ya la pregunta encierra un sofisma, porque se plantea esa relación de amistad al nivel de cama o colchón…y me parece que ese modo de presentar la cuestión impacta en nuestra dignidad.
No tengo duda alguna que la amistad no tiene límites entre los sexos, pero también aclaro, que la sexualidad entre amigos no invalida ni intervierte el titulo de la amistad.
Aclaro que intervertir el titulo es una usurpación de titulo, por ejemplo el inquilino que se dice propietario de modo ilegal y por tanto se cree con derecho a no seguir pagando alquiler.
Retomando, la relación sexual entre amigos no invalida ni afecta la relación de amistad, ni ningún precepto moral, claro está en ciertas circunstancias.
No quiero generar confusión con la infidelidad conyugal o a la pareja.
La infidelidad es siempre un vicio, no solo la infidelidad sexual, toda infidelidad es pecaminosa.
Estoy convencido que la vida de la persona es una tensión entre la búsqueda del “SER” pleno o la perfección, por cierto inalcanzable en la vida y el “NO SER” que sería la nada o la imperfección total.
La búsqueda del “SER” es la expresión más genuina del amor y lo que llamaría la caída en el “NO SER” seria la expresión más genuina del odio.
La vida la vivimos en tensión constante entre esos opuestos, íntimamente relacionados, no existiría el uno sin el otro.
Pues bien el amor tiene diversas dimensiones o expresiones, tenemos un modo de amar a nuestra pareja, tenemos un modo de amar a nuestros hijos, tenemos un modo de amar a nuestros padres, tenemos un modo de amar a nuestros oficios y así la lista se podría hacer interminable, pero agregaría tenemos un modo de amar a nuestros amigos, sean hombre o mujer, sean las personas heterosexuales o homosexuales.
La sexualidad, entendida como una actividad noble, puede estar presente en la amistad entre un hombre y una mujer, cuando esas personas no tienen un deber de fidelidad o cuando la causa de la fidelidad debida se ha desvanecido.
Creo que esto es válido tanto para los heterosexuales como para los homosexuales. Las parejas de homosexuales suelen ser más fieles que las de los heterosexuales, me contaba días pasados un sicólogo.
La sexualidad en la relación de amistad obviamente tiene sus límites, no podría estar presente en todas las relaciones de amistad, por el hecho que la sexualidad exige dignidad y respeto.
Desde ya no debemos confundirla con la promiscuidad.
No desconozco todas las alternativas de la sexualidad, incluida la pornografía o la prostitución, pero esos casos poco tiene que ver con el amor, con la dignidad, con el respeto. Esto entra más bien en el campo de nuestras miserias de las cuales ningún ser humano pude escapar.
Como lo decía al principio, creo que acá es el momento de poner un punto final, por lo menos hoy.
Enviaré esta nota al portal sin leerla, porque en caso contrario sería infiel conmigo mismo.
Solo he querido “honrar a la amistad”
Si hay errores, debería haberlos, les pido disculpas, así me salió…

Portal de América

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