De la inflación no se habla…
Viernes, 29 Junio 2012
La presidente Cristina Fernandez de Kirchner dijo que en Europa se sorprendían cuando decía que en Argentina los salarios se negociaban con incrementos del 20% anual y Hugo Moyano hace hincapié en la incidencia negativa que tiene el impuesto a las ganancias sobre el salario de los trabajadores, calificándolo como “impuesto al trabajo”. Si hiciéramos una muy breve pausa advertiríamos los errores de ambas expresiones.
por Luis Alejandra Rizzi, desde Buenos Aires
No sabemos si la presidenta conoce las diferencias entre el salario nominal y el salario real o su poder adquisitivo, parecería que no.
Tampoco sabemos si Moyano sabe que en muchos países los trabajadores pagan el impuesto a las ganancias y a nadie se le ocurre cuestionarlo como un “impuesto al trabajo” porque en definitiva todos los impuestos impactan en el trabajo de cada uno, sean los impuestos directos o indirectos, tengamos en cuenta que en los indirectos no se tiene en cuenta la capacidad contributiva de la persona, todos pagan lo mismo cualquiera fuere su posición en la pirámide social. Caso típico es el IVA que en Argentina tiene una tasa general del 21% pero hay excepciones como el caso en los servicios de transporte aéreo de cabotaje que la tasa es del 10%.
La diferencia debe estar en el diseño fiscal y en el impacto sobre el salario y un reconocido especialista nos decía que en Argentina, los mínimos no imponibles están bastante por debajo de los fijados en otros países y me ponía como ejemplo Francia, Inglaterra en Europa y Perú en esta parte del mundo.
Cuestión al margen es la calidad de los servicios que brinda el estado en esos otros países.
Pero la cuestión que queremos destacar es otra y es la inflación que promedia el 25% anual, con tendencia ascendente, al punto que algunos expertos ya piensan en un nivel del 30/35%.
No se si en Europa le habrán preguntado a Cristina cuando dio los porcentajes nominales de aumentos salariales, sobre los niveles de la inflación o sobre la estabilidad monetaria, pero si nos atenemos a los dichos de ella parecería que no, ya que de lo contrario no hubiera existido el grado de asombro al que hizo mención.
Pero también tengamos en cuenta otra cuestión, si el nivel de incremento salarial es del 20% y la inflación supera ese límite, lo cierto es que el impacto negativo sobre el salario real o sobre su poder adquisitivo se resiente.
Lo cierto es que en los últimos años los incrementos salariales en valores nominales superaban en dos o tres puntos a los índices de inflación, de donde había una mejora efectiva del salario real.
Ahora una eventual pauta de incremento salarial del 20% ante un proceso inflacionario que supera el 25% significa lisa y llanamente una baja del salario real. Además en muchos casos puede ocurrir que el incremento salarial sea virtualmente absorbido por la incidencia del impuesto a las ganancias ya que al no adaptarse las escalas y el mínimo no imponible de acuerdo a la evolución de la inflación, la presión tributaria es mayor.
Esa falta de ajuste es una de los modos en los que el Estado aprovecha del impuesto inflacionario en su propio beneficio.
Un informe económico señala que de ese modo un 4% del aumento salarial es recaudado por el estado vía el impuesto a las ganancias.
Sin embargo ni Cristina ni Moyano han planteado la cuestión tomando en serio y en cuenta la inflación real y su impacto en la economía.
La cosa no termina allí ya que el virtual congelamiento del dólar no solo ante el proceso de desvalorización del peso por causa de la inflación hace que también los precios locales aumenten en su valor en dólares, hecho que impacta de inmediato y negativamente en el turismo receptivo, es decir se encarece el país para los extranjeros.
Recordemos que la cotización del dólar en los mercados informales supera en un 30% al valor oficial que ronda los $ 4,52 por dólar.
A su vez el turismo emisivo no presenta por el momento declinación ya que es posible pagar todos los servicios, desde los aéreos, hasta hoteles, excursiones, alquiler de autos en pesos al tipo de cambio oficial.
Tampoco hay obstáculo para que los Agentes puedan transferir los pagos respectivos a sus proveedores del exterior.
De hecho el turismo emisivo estaría en cierto modo subsidiado.
Esta disminución en la afluencia de turismo también impacta negativamente en toda la actividad económica y especialmente en la vinculada con Hoteleria, comidas, y otros tantos servicios.
Realmente cuesta entender que la inflación que es un hecho “público y notorio” como decimos los abogados, hecho inocultable por otra parte, no forme parte de este debate y lo más grave aún es que la máxima autoridad del país la ignore y que Moyano no actualice su discurso, haciendo hincapié en la inflación o los precios del supermercado, como suele decir y en la calidad de los servicios que debe brindar el estado que por cierto en educación, salud, transporte dejan mucho que desear.
Por último y respecto al acto del día 27 de junio Moyano olvido los baños químicos, los hombres recurrían a las paredes o arboles y las mujeres…???? (se aguantaban), el aspecto que mostraba el centro de Buenos Aires y la Plaza de Mayo a las seis de la tarde era casi desolador…basura y olores por doquier…
Portal de América






Comentarios
Los indicadores de consumo de la población no han caido , si bien la crisis internacional esta dando sus coletazos , la intervencions directa del gobierno en la economia, minimiza sus fectos negativos,
Hay quienes abogan por una devaluación del peso, son los mismos especuladores de siempre, que ganan con la injusta transferencia de ingresos que la devaluacion provoca, afortunadamente Argentina tiene una estadista de primera que no gobierna para unos pocos, sino para los 40.000.000 de argentinos