River y Arsenal. (Para tener en cuenta)
Lunes, 25 Junio 2012
El domingo escuché a una persona que decía que en la Argentina todo está al revés y lo ejemplificó en el hecho que uno de los clubes de futbol más grandes y prestigiosos del país, River Plate, había sido campeón del ascenso y por ende regresaba a la primera división del futbol profesional y en la primera división el campeón fue el equipo más chico y menos conocido, de los que compiten, Arsenal de Sarandí que años atrás dio la gran sorpresa al ganar la Copa Sudamericana.
por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Esta reflexión, da pie para muchas otras más importantes de lo que es un campeonato de futbol profesional. River es el equipo más ganador de torneos nacionales y hasta el domingo pasado Arsenal no había ganado un solo campeonato, salvo claro está los ascensos. Sin embargo esos antecedentes o pergaminos, de nada le sirvieron a River para evitar su descenso en junio de 2011, por el contrario la falta de pergaminos no fue óbice para que Arsenal ganara el campeonato.
Los antecedentes o la “antigüedad” pueden ser una referencia, pero no más que eso, se pudo haber sido excelente durante años pero ello no nos impide ser en el presente, el peor.
También se puede ser ignoto y no por ello, ser el mejor.
Esto que parece de Perogrullo nos lleva a pensar que en la vida lo esencial es la “idoneidad”, es decir la habilidad o capacidad para hacer las cosas bien. No es solo saber sino saber y aplicar lo que se sabe al servicio de objetivos o fines valiosos.
Como hemos visto en nuestra definición, no solo se trata de hacer las cosas sino hacerlas bien.
En política a esa “idoneidad” se la llama “legitimidad de ejercicio”, ello significa que la legitimidad de origen, por ejemplo haber ganado una elección o un concurso o una licitación, es insuficiente para garantizar una buen resultado, mas aun diría, la legitimación de origen cede ante lo que llamaría “ilegitimidad de ejercicio” o falta de capacidad profesional o lisa y llanamente “falta de idoneidad”.
Esta línea de razonamiento nos lleva a la cuestión de las “cualidades” que la Real Academia en dos acepciones define como “Cada uno de los caracteres, naturales o adquiridos, que distinguen a las personas, a los seres vivos en general o a las cosas” o bien a la “Manera de ser de alguien o algo” y siguiendo esta línea de razonamiento llegamos a las “calidades” que no son más que el conjunto de “cualidades” que nos permiten juzgar el valor de una cosa, una acción, un oficio, etc.
Pues bien la calidad es inherente a los resultados.
La buena calidad nos debería llevar, casi seguro, a los buenos resultados, por el contrario la mala calidad nos llevará a malos resultados.
Esto no es más que las consecuencias de las acciones las que nunca o casi nunca se pueden evitar.
Remo Monzeglio se refería, según cuenta el Portal en su edición del lunes 25, al riesgo que se corre ante el eventual exceso de oferta hotelera, riesgo agravado por el desarrollo de los llamados “condohoteles” que podría llevar al Uruguay a un exceso de oferta hotelera lo que causaría un perjuicio no solo en la actividad sino también a la economía del país ya que se estarían desviando recursos necesarios para otros fines.
En este caso estaríamos ante un caso de falta de previsión política y económica, es decir, estaríamos demostrando falta de idoneidad.
Los gobiernos, tienen la responsabilidad de la prevención, ya que prevenir es una de las “cualidades” de la idoneidad, y por tanto deben regular los límites de la oferta lo que no es ni más ni menos que optimizar los recursos.
En ese punto es donde deben actuar los incentivos para dirigir los recursos a otras actividades prioritarias para el desarrollo nacional sustentable, incluso con la implementación de subsidios temporarios o su otra cara exenciones fiscales.
Si realmente en la actividad hotelera va en camino de llegar a la sobreoferta, llegará un punto en el que todos perderán como ocurre en el transporte aéreo, en el que el exceso de oferta penaliza los resultados de la actividad.
Me arriesgo a opinar que incluso ese riesgo de sobreoferta, tampoco beneficiará al turismo.
Aunque también habría que preguntarse a qué tipo de turismo apunta la política del sector, que es otra cuestión.
De distinto modo veo los análisis que se hacen en torno a Pluna ya que la opinión sobre la continuidad de la empresa no se ha puesto en duda.
Mi idea es hacer una muy somera comparación de los casos Pluna y Aerolíneas Argentinas.
Las dos empresas son deficitarias, en ese sentido los números son fatales. En mi opinión poco importa que se pierda mucho o poco o que se pierda menos.
Aerolíneas Argentinas siempre pierde más…en eso no hay dudas.
Tampoco creo que importe la relación entre activos y pasivos, en todo caso habría que ver la situación patrimonial y los rendimientos de sus activos.
PLUNA tiene o mejor dicho tuvo hasta hace unos días un modelo de gestión de calidad, lo que no quiere decir que haya sido perfecto, pero nos quedó la duda si ese modelo ya dió todos los mejores resultados posibles y en consecuencia se agotó y es necesario pensar en otro tipo de gestión y de viabilidad.
Cuestión que deberá ser profundamente analizado por esta administración estatal y en su caso por los eventuales interesados.
Aerolíneas Argentinas carece de gestión y ello se advierte en un hecho para mi decisivo que son también los números, el aporte del estado presupuestado para este año de, $2.500 millones, está a punto de ser íntegramente consumido, siendo razonable pensar que habrá que duplicarlo, es decir se erró nada menos que en el cien por cien…
Además no se condice el nivel de gastos de la empresa con sus resultados.
Estamos, a diferencia de Pluna, en un caso de gestión de muy baja calidad, diría calidad negativa en las que se ha puesto en duda hasta la calidad de su reequipamiento y me refiero a la compra de los ERJ y la unificación de la flota internacional en un modelo de avión discontinuado por el propio fabricante, me refiero al A 340 en sus diferentes series.
La gestión gerencial de Pluna ha tenido objetivos que quizás deban ser revisados, por el contrario Aerolíneas Argentinas es su cara opuesta, hasta hoy no sabemos que pretende el estado o mejor dicho el gobierno, de la empresa, dándose la extraña paradoja que se está subsidiando la venta de clase business o “club Cóndor” para viajes al exterior…según una campaña publicitaria que incluso se ha difundido vía e mail a sus clientes como es mi caso, con el lema “2 por 1”.
Más de una vez insistí en el sentido que quizás Aerolíneas Argentinas solo debería ofrecer en esta etapa, una mejor clase única en sus tramos de larga distancia.
¿No era que la finalidad esencial de su expropiación, aun en trámite, era la conectividad local….?
En el caso de Pluna es obvio que la conectividad se refiere a la región y en esa línea parecería que el Estado Uruguayo ha heredado una gestión exitosa, medida por el número de pax transportados, quizás haya que hacer retoques en los diferentes “yield”.
Por ultimo algunos han hablado de vaciamiento de Pluna tal como se habló del vaciamiento de Aerolíneas Argentinas por parte de la gestión de Iberia en su primer momento y del grupo Air Comet desde 2001 hasta el 2008 que comienza el trámite de expropiación.
En mi opinión en ningún de los dos casos se puede hablar de vaciamiento, menos aun en el caso de Pluna que hoy cuenta con una flota que podrá o no ser excesiva y con un valor intangible dado por su imagen de eficiencia.
En Aerolíneas Argentinas tampoco creo que haya existido vaciamiento en el caso de la gestión de Iberia, y en el caso de la gestión de Air Comet habría existido en mi opinión, administración fraudulenta, pero el Poder Judicial aun no se ha pronunciado y con la muerte de Gonzalo Pascual la acción ha quedado extinguida por su fallecimiento por lo que considero que la acción volverá a prescribir en cuanto a los restantes denunciados.
En fin en términos comparativos Pluna está mejor que Aerolíneas Argentinas, me pregunto y volviendo al inicio de esta nota, ¿podrá ser el Arsenal de esta historia…?
Portal de América





