por Eliseo Sequeira, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
En todo el mundo, el mayor o menor avance de la epidemia ha dependido de la combinación de las decisiones políticas y el comportamiento ciudadano. Cuanto mejor fueron ambas, menor ha sido el impacto. En caso contrario, el resultado ha sido de verdaderas masacres.
Las decisiones políticas han sido el resultado de la capacidad de cada sistema político de tomar las decisiones necesarias basadas en evidencia científica y conocimiento logístico. El comportamiento ciudadano ha dependido más de su respeto a lo político, permeabilidad a los desvaríos de parte de las redes y webs pseudoinformativas, y capacidad de raciocinio lógico más allá de ideologías y caprichos.
Los resultados son visibles, el pronóstico reservado. La precisión de cualquier pronóstico socioeconómico es muy baja, más baja aún que la de un pronóstico estrictamente económico. Y en la situación actual creo que es imposible, puesto que es muy difícil saber a ciencia cierta cuánto ha cambiado la epidemia y el confinamiento la respuesta de comportamiento de las personas.
Por ello me voy a remitir sólo a marcar algunos hechos que tienen que ver con el Uruguay.
Por ahora, con una cuarentena voluntaria que respeta la libertad del individuo (y no lo considera un incapaz de tomar buenas decisiones, como ocurre cuando es obligatoria), el país viene mostrando buenos resultados, lo que va llevando a una paulatina vuelta a la actividad. Eso sí, fomentando al máximo la distancia social, el uso de tapabocas y las medidas de higiene personal y colectiva.
Sin embargo, han existido actitudes de grupos contrarios a esas buenas decisiones, como lo fueron una protesta frente al Palacio Legislativo o el desfile de una cuerda de tambores, sin respetar el uso de tapabocas ni la distancia social. Un sólo asintomático en esa multitud podría haber causado un desastre. Dentro de la próxima semana veremos si tuvimos suerte, o se provocó una desgracia. Y todo porque primó la falta de raciocinio, y un comportamiento tal vez ideologizado y/o caprichoso.
Y frente a este panorama, llegamos a poder pensar en el turismo en Uruguay. Ya dijeron las autoridades que lo que primero se va a restablecer es el turismo interno. Ello va a significar un repunte de la actividad, aunque cero divisas para el país. Con el panorama actual, al principio estimo va a ser más una actividad de fin de semana, y prioritariamente reencuentros familiares entre aquellos que viven en distintos departamentos.
El turismo receptivo va a demorar mucho más. Nuestros dos principales emisores, Argentina y Brasil, están muy complicados. Argentina, pese a una cuarentena obligatoria (desconocemos si se siguen llevando gente presa por violar la cuarentena), mantiene cierre de fronteras. Brasil, con políticas cuarentenarias variadas según el Estado, es el sexto país con más muertos oficiales por coronavirus del mundo, y está a punto de convertirse en el tercero con más infectados, superando a España, y atrás sólo de EEUU y Rusia.
Y el resto de los emisores tienen realidades variadas, un peso menor, y por el momento no tienen forma de llegar al Uruguay. Y si lograsen llegar, ¿qué les exigiríamos? ¿Cuarentena obligatoria de 14 días o pasaporte sanitario?
Por el momento los esfuerzos están centrados en sobrevivir a la situación. Al 6 de abril pasado, el 56% de los empleados vinculados al turismo estaban en seguro de paro. Hoy deben ser muchos más. De los sectores evaluados por la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), el más afectado es el de agencias de viaje. Pero el sector gastronómico, no evaluado por la Camtur, ya pidió se lo declare en emergencia.
El camino hacia una posible recuperación es largo y complicado. Cuando hemos pedido respuestas desde el gobierno, las hemos obtenido ya sea directamente de las webs oficiales, o de una oportuna conversación telefónica. Pero desde el ámbito privado seguimos teniendo poca información, más allá de alguna invitación a distintas webinars. No sabemos a qué responde ese silencio, y mejor no pensamos en sus causas, no nos sería mentalmente saludable.
Igual, fieles a nuestra trayectoria, estamos trabajando en propuestas y análisis concretos. Por el bien del sector y de toda la sociedad.
Porque este partido sólo se gana con ideas.
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