por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

Pero lo que puede ser más grave aún, es que aquellos que tienen poca formación en estadística, pero gran exposición pública, terminen aferrándose a aquellos números que los hacen "quedar bien" en su discurso, cualquiera sea su posición, representen o no estos números a la realidad. Es como decir "yo hago las cosas bien, los errores son del otro".

La situación es grave, es tiempo de dejar el discurso de lado y pasar a analizar los números, todos, vengan de donde vengan, junto con los resultados, y escuchar y hacer propuestas, darles forma y ponerlas en práctica. No es momento para buscar culpables, sino que cada cual (empresarios, empleados y gobernantes) asuma qué puede aportar para el bien común.

Si el Ministerio dice 3% menos y en el este dicen 30% menos, ¿nadie pensó que ambos tengan una parte de razón, y lo que ocurrió es que la distribución de los turistas en el territorio cambió? ¿Y si realmente hubo ese cambio, por qué fue? ¿Cambiaron los intereses y gustos, o perdió atractivo la "movida" en el este?

Podríamos escribir un libro con suposiciones, pero sería caer en el mismo error de los "hacedores de discursos".

Entre tanto discurso, en un fragmento de la Encuesta de Actividad Comercio y Servicios Febrero 2014, realizada por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, que me llegara a través del Boletín Nº 6 de la AHRU, se comienza a analizar los números y sacar conclusiones.

De este material, reproducimos una parte, especialmente las conclusiones. El total de lo recibido se puede descargar al pie del artículo.
- En el análisis de los doce meses acumulados se registra un resultado global negativo en el sector hotelero según los datos recogidos.
- De acuerdo a la opinión de algunos empresarios consultados, una mayor afluencia de público brasileño habría compensado en parte la fuerte caída de visitantes argentinos observada a lo largo del año.
- Sin embargo, según opinaron algunos informantes consultados, el mal desempeño de los Hoteles tres estrellas podría estar respondiendo a que la menor llegada de visitantes extranjeros fue más significativa en el segmento de turistas de clase media.

Conclusiones

- La actividad comercial observada a lo largo del presente año, si bien en términos generales continúa evolucionando de manera positiva en la mayoría de los rubros considerados, ha mostrado importantes signos de debilitamiento, que se han hecho más notorios a partir de la segunda mitad del año.
- En particular, algunos factores del contexto regional son los que vienen afectando de forma creciente a la actividad económica del país, como ya se ha mencionado en informes anteriores: debilitamiento de la economía brasileña, principal socio comercial, y crecientes restricciones impuestas por el gobierno argentino, las cuales han limitado fuertemente las exportaciones uruguayas hacia aquel país, así como también la actividad turística y la inversión inmobiliaria. 
- Respecto a la situación concreta con Argentina, tal como se mencionó, sus decisiones económicas tienen efectos para Uruguay en diferentes frentes: comercio de bienes, comercio de turismo, servicios logísticos asociados al comercio exterior, inversión (construcción, agro), mercados financieros.
- En este sentido la respuesta de Uruguay no debe ser la aplicación de medidas de corte proteccionista, ya que se genera una mala asignación de recursos productivos al favorecer a determinados sectores en detrimento del bienestar de los consumidores, es decir se busca corregir una distorsión generando una nueva distorsión. Por el contrario, el camino debe ser lograr mejorar la competitividad del país.
- En relación a la actividad turística las perspectivas para el presente año son de un agravamiento de la situación que el país ya sufrió durante el año 2013, es decir menor ingreso de divisas por turismo proveniente de Argentina, mayor gasto de uruguayos en el país vecino. De esta forma se afecta fuertemente todos aquellos servicios asociados al turismo así como la actividad comercial en el país.
- Por otra parte, a nivel del mercado interno, la tendencia al alza en la cotización del dólar, la cual se espera que continúe vigente durante el presente año estará teniendo un efecto negativo en las decisiones de consumo de los hogares, fundamentalmente en relación a la compra de bienes duraderos.
- Al mismo tiempo las presiones inflacionarias continúan presentes, y se hace difícil revertir dicha situación en un contexto de aumento del valor de dólar, crecimiento del salario por encima de la productividad del trabajo y un nivel de gasto público que parece poco probable a contraerse, fundamentalmente en un año electoral.
- Por lo tanto, el principal riesgo que enfrenta la economía consiste en cómo manejar estos desequilibrios internos para impedir que los mismos se traduzcan en una reducción en los niveles de inversión del sector privado.
- En efecto, un contexto regional adverso y una pérdida de competitividad de la economía que presenta elevados costos, podrá repercutir en una reducción en los niveles de empleo, que hasta el momento han sido el sustento de los niveles de crecimiento de la economía.
- Frente a este escenario, Uruguay debe preparase de la mejor forma y así trabajar de forma coordinada sobre las principales políticas macroeconómicas monetaria, cambiaria y fiscal para que las mismas no se transformen en una traba más a la competitividad.
- El país necesita tener capacidad de adaptabilidad para una situación económica más adversa a la actual y para ello es fundamental no incorporar rigideces a las actividades productivas, es decir trabajar sobre los costos que deben enfrentar los empresarios para desarrollar su actividad. No sólo se habla de costos laborales, sino también tributarios, financieros, de funcionamiento, los cuales deben estar conectados con la nueva realidad que el país enfrentará en los próximos años.

Reflexión final

Como se dijera casi al inicio, la situación es grave, y no es momento para buscar culpables, sino que cada cual (empresarios, empleados y gobernantes) asuma qué puede aportar para el bien común. Se debe comenzar a pensar seriamente en alternativas que permitan afrontar la crisis.

El asumir posiciones a ultranza, defendiendo "derechos adquiridos" cualesquiera sean, sin intentar poner todos lo elementos a favor y en contra en la balanza, terminará sumiéndonos en una espiral descendente que a todos perjudicará.

El momento de empezar es ahora, más allá de la suma del mundial y las elecciones. El no hacerlo significará que la situación de deterioro seguirá aumentando, lo cual significará que el gobierno que asuma en marzo de 2015 encontrará un país en peor estado que el actual... o sea, entra a la cancha perdiendo por goleada...

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