¿Quiere verse bien de bien?: salga con Photoshop
Domingo, 12 Febrero 2012

Las campañas publicitarias cada día mienten un poco más; el turismo no escapa a ello y hay que estar atento y reconocer al que propone calidad. Y volver.
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por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento


Un nuevo debate se ha instalado en Europa y Estados Unidos, sobre el engaño al que recurren las empresas de cosmética para captar a sus potenciales clientas, centrándose la crítica en la nueva campaña de L´Oréal.

Algo similar a lo que pasa con las publicidades de detergentes (¿vio cómo con una pasadita de esponja todo brilla?) se utiliza a figuras famosas y se muestran rostros de asombrosa tersura.

Varias actrices de fama global posan para estas firmas o para revistas de moda, en la que sus rostros y cuerpos se ven ayudados por el uso de programas de diseño gráfico, como el Photoshop y otros de última generación.

Actrices como Penélope Cruz, Julia Roberts y Rachel Weisz –el rostro de L´Oréal- han sido algunos de los ejemplos utilizados para denunciar estos mecanismos, por instituciones como Campaña Autoestima, que fundó la parlamentaria británica Jo Swinson, severa crítica del uso de estos trucos de la tecnología.

Ya las caras frescas y jóvenes se cotizan menos que los rostros de estrellas ya consagradas o conocidas en sus mercados.

Pero lo nuestro es el turismo y es una materia que no escapa a los trucos.

Piense en un viaje común, de los de clase media y luego compare lo que le ofrecen en la promoción virtual o de catálogo, a lo que se recibe en destino.

Barcos en los que las sonrisas de los pasajeros en la publicidad, contrasta con los de los amontonados turistas que llegan en hora a su puerto, salen tarde y tardan más de la cuenta.

Transportes que no cubren la expectativa previa o porque hay mucho trabajo y a alguien le toca viajar en el modelo más antiguo y sonoro, o a la inversa, porque hay poco y no vale la pena mejorar.

Platos que son para un museo culinario, en la realidad son diferentes, como si hubieran pasado por la paleta de Van Gogh...

Hoteles en los que las estrellas están pero no son; imágenes tomadas en mejores tiempos, que imaginamos son de otro lugar; habitaciones de notable luminosidad, que parecen apagarse apenas entramos; camas perfectas, pero con colchones que ya cumplieron su ciclo y algunos detalles más, que todos más o menos hemos visto, son parte de los trucos utilizados.

Claro que los buenos hoteles, los buenos transportes, los buenos restaurantes y los buenos servicios se muestran tal como son y por eso mantienen su nivel; como los de nuestros avisadores: trabajo, profesionalismo, inversión y verdad, un paradigma al que no vence el tiempo.

Por ello se tienen clientes fieles, porque confían y el turismo de parabienes.

Pero volviendo a lo frívolo, este debate de la cosmética mágica se da justo cuando en la TV basura, esta sí rioplatense, se habla de las quejas de las “divas” –no hay más remedio que colocarles comillas- argentinas Casán y Giménez, que fotografiadas en su ámbito privado, muestran la belleza de su edad.

Con flacidez incluida, claro.
Aunque hay veteranos que se atreven a posar con su aspecto original, porque lo valen...
Portal de América

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