por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento
El título del artículo era Bye bye BIT y se enumeraban las dificultades que el propio estado uruguayo imponía a este experimento. Uno de ellos fue la errónea decisión del gobierno nacional, de hacer un llamado único para diseño, construcción y gestión del centro de interpretación.
Recordábamos en él que se decía que el edificio no se había realizado de acuerdo a lo diseñado y que según algunos profesionales, el costo total apenas superaría el millón de dólares, por lo que el negocio estaba en construir y no en administrar. A propósito de construcción, ya van al menos dos veces en que los vidrios de las puertas estallan solos...
López hizo algunas precisiones como que el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo fue de U$S 1.600.00 y Uruguay deberá pagarlo, al contrario de lo que publicáramos sobre 1.8 millones no reembolsables; lo que todavía es peor para los intereses nacionales. Sobre el llamado único, dijo que era decisión tomada en su momento pero que estaba entre los aspectos a rever; en realidad esto ya no tiene mucha importancia, porque ahora hay que gestionarlo.
Nuestra posición de observadores nos llevó a sugerir que la administración del BIT pasara a la Dirección de Turismo de la Intendencia de Colonia, en el entendido que ya no tenía sentido insistir sobre el mismo camino.
La opinión expresada en el artículo era que el MINTURD acordara pagar los gastos fijos mensuales y suprimir la Comisión de Seguimiento, la que a pesar de hacer observaciones sobre el mal funcionamiento, no había resuelto nada.
Esto fue bien recibido por el Prof. López y aseguró que la cartera no tendría problemas en pasarlo al área municipal si así se le pedía.
Pero la Intendencia no se movió en ese sentido, la Asociación Turística tampoco y ahora se sigue con un BIT a medias, con problemas de estructura y atención a la vez que elaborando un nuevo llamado a licitación, en el que los colonienses, depositarios del BIT, están como marionetas.
El retiro del concesionario –Fediban S.A.- se produjo el 19 de diciembre, prácticamente sin aviso previo y generando un vacío de servicios como gastronomía y espacio de venta de artesanías, y al día 22, cuando se recibió al turista 3.000.000, las autoridades no sabían qué hacer.
Por un lado se debió contratar a través de la Asociación Turística del Departamento de Colonia, a dos funcionarios para gestión cultural que trabajaban para Fediban para dar continuidad al servicio; sus salarios son aportados por el Ministerio de Turismo, para salvar las formalidades legales.
Por otro, el área jurídica estaba evaluando y negociando de qué modo se cobraría a la concesionaria las obligaciones que tenía asumidas por contrato.
Mientras tanto, la información turística y la proyección del audiovisual de inmersión continúan, así como la agencia de viajes, que licitó su espacio y permanece allí.
Sin embargo en su boletín 164, del 25 de enero, el Ministerio de Turismo transcribe una información de la Comisión de Seguimiento del BIT que señala que “Con fecha 19 de diciembre de 2011 se formalizó el Acuerdo de Partes entre el Ministerio de Turismo y Deporte (Programa BID) y FEDIBAN S.A., por el cual se rescindió de mutuo acuerdo el Contrato de Gestión otorgado por licitación Pública Nº. 2/2008, por dificultades en la ejecución del plan de negocios”.
Luego informa lo que hemos dicho sobre las áreas que funcionan con normalidad, que en 15 días de enero 2.693 personas lo visitaron (recordamos que los otros puestos de información en puerto y centro de Colonia fueron cerrados para dar exclusividad en el área al BIT) y que el Ministerio “trabaja en las bases para un nuevo llamado a licitación pública para la gestión del Centro, el cual se prevé realizar en los próximos meses”.
Las fechas no cierran, cómo se formalizó la rescisión no se dice y el plazo para continuar operando en plenitud se extiende a meses...
Se distorsiona la verdad, algunas cosas se ocultan y otras quedan en el área de la duda.
Así no se puede manejar la cosa pública y los privados que la integran deberían dar su opinión al respecto; es una pena, pero a esperar se ha dicho, porque esto es Uruguay, el país de las chacras burocráticas, el escritorio y la silla cómoda.
Portal de América





