por Ricardo Montenegro, de su viaje a España, especial para PDA


Estos últimos son tradicionales y es magnífico el cuidado que los cocheros ponen en cada detalle, desde el  peinado del animal al brillo de la madera o piezas de bronce, además de limpiar la suciedad que pueda dejar el caballo.

En este sentido y a través de los años, las diferentes administraciones de la capital de Andalucía han intentado diferentes medidas para evitar que los caballos dejen su “otra huella” y mejorar así la higiene de las calles pobladas de turistas.

Parece que este 2011 es la definitiva y los caballos llevarán una suerte de pañal, que el cochero –quien llevará nuevo uniforme- de ser necesario, podrá cambiar en cada una de las nueve paradas estipuladas, donde habrá armarios con todo lo que es preciso para cumplir con las nuevas normas.

Para ello se ha instalado un grupo de trabajo del que participan el Ayuntamiento de Sevilla, y representantes de las asociaciones de cocheros y la de vecinos.

Se buscará la higiene, no detenerse en lugares donde los caballos comen las plantas ornamentales, instalar en cada parada carteles que indiquen los precios y un diseño para el uniforme de los cocheros.

Lo que no ven claro los cocheros es como lograr la financiación de los “pañales equinos”, ya que deberán contar con subsidio del Ayuntamiento o se transferirá a los costos que paga el turista.

Como terminará la historia, no sabemos, pero lo bueno es que se establece el diálogo sin la ansiedad que caracteriza a estas regiones, con otras maneras de pensar, en las que ante el menor atisbo de cambio, lo primero es el conflicto.

Caballos, ciudad y turistas cuidados... que diferencia, no?   

Portal de América