por Ricardo Montenegro, de su viaje a Europa, especial para PDA
Se suma ¿o ahí empezó todo? a las pobladas por ávidos turistas de lo nuevo, de lo antes tabú o lejano, sea por el motivo que fuere.
Para las grandes potencias, esto puede ir desde el desinterés o desconocimiento al peligro por haber participado en el pasado de algún conflicto en lugares lejanos; en estos casos, cuando la seguridad está en duda, las mismas agencias se encargan de aconsejar al cliente.
Pero como es cliente, más que consejo es una rápida puesta a punto de un pasado reciente o no.
No me resultó extraño encontrar en las cartelerias de agencias de viajes, propuestas para la lejana Vietnam.
Capitalista como es hoy, ávida de turistas y sin el cien por cien de contaminación occidental como otros sitios de oriente, el país de la tragedia, de la guerra de los 10.000 días; atrae por su naturaleza y su historia, a la que le que se han agregado excelentes servicios.
Inquirí en una de ellas sobre un viaje a esas tierras, cuyo costo no es alto para un turista británico medio.
Los atractivos que se mencionan no son desconocidos, pero más allá de lo que nos ofreciera alguna película de guerra, palabra que empaña y oculta todo lo que se espera en turismo o algún documental de NatGeo, Vietnam es aún una tierra de misterios.
Y también de bellezas, que de eso se trata el negocio.
Así que lo que se vende es la mezcla de belleza, historia, que es milenaria y también la tragedia, que está marcada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, hasta el triunfo de las fuerzas del norte y la unificación del país.
Lo novedoso es que una empresa aérea, con capitales mixtos como Vietnam Airlines, haya anunciaba su primera línea regular con vuelos sin escalas desde el aeropuerto londinense de Gatwick Terminal a la capital vietnamita Hanoi o a la sureña Ho Chi Minh.
La línea comenzará a operar desde el 9 de diciembre, viajando cuatro días a la semana servida por los Boing 777 de última generación
.
La oferta es poder recorrer el país de un extremo a otro, comenzando o saliendo por donde se prefiera, tanto desde Hanoi como Ho Chi Minh, antes Saigón, junto al río de su mismo nombre, ya que se utilizarán ambos aeropuertos internacionales.
Lugar de arribo o partida es una opción que se le ofrece al comprador.
Los atractivos son variadísimos, desde ciudades históricas, pasear por el río Mekong y recorrer los mercados flotantes de Can Tho y Chau Doc, todo esto en el sur, hasta las tierras altas del norte con vegetación selvática y fauna protegida; hermosas playas como en Bahía de Halong, sus islas que asoman pedregosas sobre el agua verde (¿recuerdan el film de James Bond “Mañana nunca muere”?) y también las costas insulares de arena blanca de Phu Quoc.
En el Vietnam central se encuentran los sitios declarados Patrimonio Mundial por UNESCO: el casco antiguo con el mercado chino de Hoi An, y la ciudadela de Hue, sobre el río Perfume.
El precio del pasaje, incluidas tasas e impuestos, van desde las 650 libras, lo que es alrededor de 1.200 dólares americanos.
Dije gracias por la información, tomé un folleto –del que tomo algunas imágenes- y me quedé pensando en la oferta, con los atractivos y servicios; calculé la distancia (después me aseguré que eran 9.227 kilómetros, casi 700 más que Montevideo-Madrid) y no pude menos que preguntarme porqué me parecía barato.
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