por Sergio Bañales
Eran bastante confusas las versiones ya que no se mencionaba como base, cuales habían sido los objetivos claros del tipo de turista que se pretendía como resultado de la promoción del turismo en Uruguay y hacia dicha zona.
Estimo que si se explica esto es mucho más fácil que un telespectador u oyente entienda el reclamo y tome partido o no sobre la situación.
Considero que primero se debe analizar que es lo que quería Uruguay en materia de visitantes, ya sea cantidades o calidades y según la zona o región del país de la forma que se segmentaría.
En marketing, el estudio de la distribución de la riqueza y de las rentas se investiga y se analiza de acuerdo a uno de los principios más sencillos llamado "Ley de Pareto".
El mismo Vilfredo Pareto estableció como concepto básico que la “desigualdad económica es inevitable en cualquier sociedad”. De allí que concluyó que su observación la podía cuantificar instituyendo la “Regla del 80/20”, norma que no es difícil de entender pero muchas veces se dificulta al aplicar
Los Empresarios esteños existieron y vivieron por muchos años de un veraneante de clase A1 que en poca cantidad gastaban interesantes cantidades de dinero. Esto representa según la regla, que un 20% de los visitantes/turistas generaban el 80% del beneficio total por rentas.
Hoy según estos informes, la grafica de la Ley de Pareto se invierte y tenemos que el 80% de los turistas/visitantes generan un 20% del gasto total en consumos. Objetivamente hablando es natural que se extrañe aquel 20% de los otrora suculentos veraneantes que daban excelente renta a la sociedad empresarial y que contaban con la comodidad de no hacer grandes colas en el automóvil para regresar desde la playa. Pero tampoco es tan así, porque muchos están y gastan pero cuando se ve mucha gente siempre se pretende atesorar más.
Esta situación no es debido a como decimos los uruguayos que “la alegría va por barrios”, esto fue gestado de acuerdo a políticas, decisiones y gestiones llevadas a cabo por personas a las que su investidura y posición jerárquica les permitió tomar las decisiones del rumbo del barco del turismo.
Por lo tanto ahora debemos enfrentar aquellas decisiones que se aprobaron en algún momento y que buscaban un camino bien trazado o no, pero con el consenso de políticos y empresarios que avalaron estas disposiciones.
Mirando hacia adelante diremos que los actuales resultados de la temporada igualmente deberán ser analizados y examinados pormenorizadamente, ya que para el próximo año si es que se quiere cambiar de rumbo se deberá comenzar a trabajar desde ahora.
La Ley de Pareto es una excelente herramienta para mejorar el “posicionamiento” de nuestro turismo, así que si corresponde decidirse por si se quiere modificar este plan o apostar a un término medio de resultados, entonces debemos planificar para ello y organizarse en base a un proyecto. El comienzo puede ser realizar una importante critica y sobre bases certeras detectar donde se fallo y como se puede componer, siempre madurando en pos de beneficiar ante nada a nuestra sociedad y al turismo.
Atención que hay que involucrarse, sino queremos que unos pocos manejen el destino del turismo en el Uruguay, seremos responsables nuevamente de los resultados que se reflejen en la próxima temporada y de nada servirá que la prensa nos entreviste y realicemos quejas públicamente.
Portal de América
foto: degestion.blogspot.com





