por Florencia Sáder, desde Punta del Este
El Alcalde puntaesteño Martín Laventure y el Doctor Alberto Heber
Centenares de personas acudieron temprano a la cita, tratando de procurarse un asiento cerca del escenario. La Liga de Punta del Este rebozaba de gente. El espíritu de este encuentro es y ha sido por los últimos casi veinte años, el de homenajear en la persona de los entrevistados, a todos los veraneantes que han permanecido fieles a Punta del Este. Fieles a pesar de veranos calientes, ruptura de tablita, cepo cambiario, dificultades de conectividad y demás avatares que en más de una ocasión han hecho difícil la llegada y estadía en nuestro balneario.
La familia Sagasti
Este año los homenajeados fueron: por Uruguay la señora Clara Freccero, por Argentina el Doctor Domingo López Saavedra y por Brasil el señor Danilo Trivellato. Los Sagasti fueron merecedores del homenaje como familia residente.
El viaje en el tiempo zarpó a eso de las 21 horas, capitaneado por el historiador Fernando Cairo quien pacientemente fue entrevistando a los homenajeados, ayudándolos a rememorar anécdotas, lugares y personajes de un Punta del Este que algunos conocieron y otros solamente vimos en fotos.
El historiador Fernando Cairo firma su adhesión a la reivindicación del Muelle Mailhos
La señora Clara Freccero, proveniente de la familia propietaria de la famosa joyería con el mismo nombre, veranea en Punta del Este desde 1929. Varias fotos familiares mostraron a una mujer dinámica que supo acompañar los cambios de este singular balneario. Los Freccero abrieron su joyería en la Avenida Gorlero y calle 27, en 1947. En ese entonces, según rememoró Clara, en ese local también funcionaba una sombrerería de las hermanas Molinari, una peluquería de damas y una sastrería de ropa fina de hombre.
Se habló de algunos emprendimientos que se han mantenido en el tiempo y se han transformado en clásicos de Punta del Este como ser: el restaurante Andrés en el edificio Vanguardia, El Floreal y el Bungalow Suizo. También se recordaron los buenos momentos en algunos que ya no existen como Mariskonea, El Mejillón, My Drink, La Fourmie y Oasis.
Algunas costumbres de la época, que ahora cuesta imaginar fueron relatadas con mucha gracia por el señor Trivellato que recordaba los bailes en El Floreal a la hora del té, en el que iban en bicicleta y tenían que prometer solemnemente a los padres de las chicas que los acompañaban, que estas iban a estar de vuelta en su casa a las 19:30, a más tardar.
Se recordó también el viaje en pulman y la llegada en ferrocarril desde Montevideo, después de cuatro horas y media de viaje. Un pasatiempo de los jóvenes de la época era ir a ver llegar el tren, que corría por lo que ahora es Bulevar Artigas. Se habló de una Playa Brava en la que había carpas, y se podían encontrar almejas. Era otro Punta del Este, del que todavía hay vestigios, un Punta del Este con techos rojos, muchas dunas y bicicletas, menos apuro y menos gente.
Uno de los mudos testigos que quedan de esa época es el Muelle de Mailhos. La Liga de Punta del Este, se plegó al movimiento iniciado por unos vecinos el 10 de febrero con el evento “Una Vela por el Muelle de Mailhos” proyectando un video con una filmación de lo que ocurrió esa noche, y entregando un reconocimiento a un integrante de la familia Mailhos.
La familia residente que fue homenajeada en esta ocasión fueron los Sagasti. Esta familia proveniente de Navarra se instaló primero en la Argentina y en 1938 recalaron en Punta del Este y compraron la estructura de un edificio iniciado en 1935 por los hermanos César y Emilio Sader, que tuvieron que abandonar el proyecto por problemas económicos.
Este edificio ubicado en la calle 31 entre Gorlero y calle 24 es hoy conocido como el Nogaró y fue terminado en 1938 convirtiéndose en un hotel y casino de lujo, lugar de encuentro obligado del momento. Los Sagasti explotaron el casino hasta 1948, cuando pasó a manos del Estado. Hasta 1948 se llamó Hotel Casino Punta del Este, en 1949 el hotel es arrendado por el empresario de origen francés Don Luis Nogaró. El hotel daba directamente a la playa- ya que no existía lo que hoy es la Rambla Circunvalación- , tenía un comedor para 400 personas y espectáculos todas las noches. Jorge Sagasti recordó que tenía dos orquestas estables, una típica y una de jazz. En los escenarios del Nogaró se pudo ver a estrellas internacionales como el español Miguel de Molina, Los Lecuona Cuban Boys y Donato Racciatti.
En 1961 este emblemático edificio fue sede de la reunión del Consejo Interamericano Económico y Social, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tuvo la presencia del comandante Che Guevara. Las mesas de ruleta y de punto y banca fueron remplazadas por sillones ministeriales. Esa reunión hizo historia, este edificio, uno de los pocos que siguen en pie de esa época, fue uno de sus escenarios.
La noche en La Liga de Fomento, se fue cerrando con unos espumantes de por medio, mucha charla y algún que otro inesperado encuentro. La cita es para febrero próximo en la que esta reunión celebrará sus veinte años.
Démosle gracias a los que hicieron Punta del Este, a la Liga por homenajearlos, y nunca nos olvidemos de los fieles veraneantes enamorados de este lugar, que nos eligieron y nos siguen eligiendo, a pesar de que las circunstancias no siempre son las ideales ¿No vale la pena dedicarles una noche? Ellos nos dedicaron mucho más que eso.
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