Paul is alive
Lunes, 26 Marzo 2012

Paul is alive
La leyenda urbana de la muerte de Paul Mc Cartney en 1966, alimentada por la propia banda de Liverpool, quedó hace décadas tan sólo en eso, en una invención sin consecuencias; la venta de todas las entradas para su presentación en el Centenario el 15 de abril, dice que está más vivo que nunca.
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por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento


Con ansias propias de un fan, veterano además, saqué mi número para comprar en la red de pagos correspondiente, la entrada para el concierto que Paul Mc Cartney ofrecerá en el estadio Centenario el próximo 15 de abril.

“No vas a tener problema porque tenés un número bajo”, me dijo el vendedor; con ese ánimo, me presenté al otro día antes de las 10:00 para adquirir el preciado boleto para acompañar al Sir británico On the Run.

Ya había concurrido en otro país a un concierto similar, ya había conocido la casa de su niñez –y la de los otros Beatles- en Liverpool, había caminado por Penny Lane y cantado con la compañía de otros visitantes y una enorme cerveza, varios temas de Macca, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr en The Cavern, el pub que los lanzó al éxito y había cruzado la cebra frente a los estudios Abbey Road en Londres.

Pero esto era distinto; para quien compraba long plays de lo Fab4 cuando ellos todavía estaban juntos, esta era la oportunidad de oro: ver al mítico músico y su show único en casa y además, en nuestro monumento al fútbol mundial.

Nada podía ser mejor y menos, peor.

Esto hasta el día de la venta de entradas, cuando con la precisión de las expendedoras de apuestas en los hipódromos, la ventanilla habilitada especialmente para el concierto se abrió exactamente a la hora 10:00.

Como en remate en el que uno ve que su posibilidad de adquirir el ítem se va agotando con cada puja, los poseedores de  los primeros números eligieron y compraron sin problemas, pero ya al sexto la cosa se complicó y ya no quedaban de tal o cual precio, así que los compradores desertaban.

Cuando llegaron a mí, las cuatro entradas que pensaba comprar a 85 dólares cada una, se redujeron a una; dije que lo iba a pensar.

Era un viaje en familia con mi esposa y nuestros hijos, así que tenían que ser cuatro, cuando me di vuelta para comprar las que seguían en precio, ya no había más y me di cuenta que no quedaba nadie en el local, yo era el único.

En escasos 20 minutos se habían agotado y si quería de mayor precio, debía comprar por la web de Mc Cartney –a la que estoy sucrito- y les aseguro que lo intenté, pero probé en todas, menos las súper VIP y no había más nada.

Fue una decepción; pero a la vez hay cierta satisfacción de comprobar que no soy un loco quedado en los sesentas y que la música que cambió al mundo atrae a miles de adolescentes; tal vez sean ellos los mejores destinatarios de un concierto de Mc Cartney, aunque roce lo setenta años de edad.

Súper éxito como lo será, demuestra al menos dos cosas: que Uruguay admite al menos dos conciertos de Mc Cartney y que Paul está más vivo que nunca.

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