por Ramón de Isequilla, desde Madrid
Mientras vamos uniendo las piezas del puzzle en nuestra investigación sobre los escándalos de corrupción de la mujer del presidente del gobierno de España, que salpican al sector turístico en general y a la OMT en particular, especialmente a la figura de su secretario general Zurab Pololikashvili, y nos preguntamos ¿Quo Vadis OMT?, los últimos acontecimientos coronados en la asamblea general de las Naciones Unidas que está culminando en New York, nos grita otra pregunta ¿Quo Vadis United Nations?.
Esta pregunta la hacemos por estar persuadidos que no podremos seguir “pensando el turismo” si nuestro hábitat occidental corre riesgo de desaparecer tal cual lo conocemos por una contienda mundial con uso de armas atómicas y se la hacemos a las Naciones Unidas, pues pese a que cada día más comunicadores nos dicen que no sirve para nada, que el antisemitismo anida en varios de sus departamentos, que la UNRWA es una cueva de terroristas, que con el dinero que le damos preparó la logística de Hamas del 7 de octubre y en sus escuelas enseñan a odiar a los judíos y que la UNESCO es una herramienta del yihadismo, pese a todo ello, todavía tenemos esperanza en su necesario rol en el concierto de las naciones y no por ello nos abstenemos de preguntarle ¿Quo Vadis United Nations?
Cuando los optimistas nos dicen que estamos a quince minutos de la tercera guerra mundial y los pesimistas que ya empezó, respondo que no creo que falten quince minutos y menos que haya empezado, sin embargo, entiendo que la situación internacional es grave, no por los últimos acontecimientos, ya que hemos vivido circunstancias peores, sino por la falta de liderazgos y el lamentable resultado del casting de primeras figuras en occidente.
El titular del diario El Mundo de Madrid parecería alentador “La ONU aprueba tras 18 meses de negociaciones su Pacto de Futuro, intentado cerrar la brecha norte-sur” pese al intento de boicot de Rusia y sus aliados (Nicaragua, Bielorrusia, Irán, Corea del Norte, Siria y Sudán) aclara, destacando que está concebido como 'hoja de ruta' filosófica para un porvenir "más brillante para toda la humanidad, incluidos aquellos que viven en la pobreza y en situaciones vulnerables".
Luego dice textualmente “El Pacto aspira a sacar al multilateralismo del abismo, en palabras del secretario general, Antonio Guterres, y a reformar en profundidad una organización que ha quedado obsoleta, con instrumentos diseñados para el mundo de 1945, no de 2024. Pero no es vinculante, el respaldo no se acerca a la unanimidad, ni es probable que se materialice en avances concretos pronto, por los votos, vetos y rencillas de siempre”, o sea la nada pontificada.
Continúa afirmando: “El documento aspira por eso a impulsar una reforma del Consejo de Seguridad, un rediseño de la arquitectura financiera de la institución y a nuevas regulaciones para los avances tecnológicos, en especial la Inteligencia Artificial. Pero, sobre todo, busca indirectamente, cerrar la brecha evidente, creciente, peligrosa, entre el Occidente que lleva la voz cantante y el llamado Sur Global, que simpatiza o no choca con las teorías, narrativas y las acciones de Moscú o Pekín”, nada nuevo bajo el sol.
El ABC de Madrid titula “La ONU reconoce su inoperancia con las graves crisis del presente. Celebra su cónclave anual con un 'Pacto del Futuro' que incluye la reforma del Consejo de Seguridad”, definiendo la Asamblea General como: “un maratón de discursos que estarán llenos de buenas intenciones, odas a la cooperación y, también, agravios y acusaciones cruzadas”, aseverando que las Naciones Unidas es inoperante para resolver los problemas actuales por el derecho a veto permanente en el Consejo de Seguridad de sus cinco miembros permanentes, pero se dedica a hablar del futuro y con la ausencia una vez más de Vladímir Putin, presidente de Rusia y de Xi Jinping, presidente de China.
Luego el ABC nos afirma que, “la inoperancia de la ONU en estas crisis no ocurre solo cuando afectan de forma directa a las grandes potencias, como Rusia en la guerra de Ucrania o EE.UU. como gran aliado de Israel en Gaza. El cónclave de la ONU se celebra también en medio de una guerra civil desoladora en Sudán, de la grave crisis en Birmania, de la inestabilidad violenta de Haití y de otros conflictos en los que el Consejo de Seguridad, creado para el mantenimiento de la paz y de la seguridad en todo el mundo, no logra avances. «La multiplicación de conflictos da la sensación de impunidad», ha reconocido Guterres. «El Consejo de Seguridad no ha funcionado de forma sistemática».”, una interesante dosis de desánimo y continúa diciendo que “el 'Pacto del Futuro' hace referencia a la reforma del Consejo de Seguridad, una discusión que se alarga durante décadas, pero que ha cobrado un protagonismo mayor ante la ineficacia de la ONU en Ucrania y Gaza. Nada se dice específico en el texto acordado sobre cómo debe ser esa reforma, más allá de propuestas vagas sobre ampliar el número de sus miembros -además de los cinco permanentes, hay diez que rotan-, «afrontar la injusticia histórica con África» por su falta de representación y discutir el «futuro del derecho de veto» de las cinco potencias que lo ostentan”, parole, parole.
EURONEWS vuelca palabras de Guterres "Estamos aquí para rescatar al multilateralismo del abismo, ahora es nuestro destino común atravesarlo, eso exige no solo un acuerdo, sino acción", lo cual nos podría tentar a pensar que estamos en el horno.
EURONEWS también nos cuenta “Cuando comenzó la reunión de la asamblea el domingo, todavía no se sabía si se adoptaría el pacto. De hecho, había tanto suspense que Guterres tenía tres discursos preparados, uno para la aprobación, otro para el rechazo y otro si las cosas no estaban claras, indicó el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric y que el ruso Vershinin lanzó la salva de apertura y propuso una enmienda que habría diluido significativamente el acuerdo. "Nadie está contento con este pacto", dijo. Resultó que estaba equivocado”.
Finalmente resume: “Las 54 naciones de África se opusieron a las enmiendas de Rusia y, hablando en su nombre, la República del Congo respondió con una moción de no votar sobre las enmiendas. México apoyó a los africanos y, en una votación sobre su moción, los africanos obtuvieron el apoyo de 143 países, de los cuales solo seis apoyaron a Rusia: Irán, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua, Sudán y Siria. 15 países se abstuvieron”.
“Guterres, visiblemente aliviado por el resultado, lanzó un desafío a los líderes: implementar el pacto, priorizar el diálogo y las negociaciones, poner fin a las "guerras que desgarran nuestro mundo" desde Oriente Medio hasta Ucrania y Sudán, reformar el poderoso Consejo de Seguridad de la ONU, emprender a mayor ritmo reformas del sistema financiero internacional, acelerar la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, escuchar a los jóvenes e incluirlos en la toma de decisiones, parecía una Mis Universo deseando la paz del mundo.
Aunque todo este batiburrillo de ofensas y buenas intenciones parecería según los expertos que no conduce a nada, yo debo aferrarme a la esperanza que pese a la UN y a los líderes mundiales el próximo 27 de septiembre tengamos un mundo para poder festejar el “Día del Turismo”.
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