por Ramón de Isequilla, desde Madrid, todavía capital del Reino de España, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @ramonpunta
La tarea de escribir sobre el turismo va más allá de reportar novedades o retransmitir gacetillas de prensa pagas por organismos oficiales, va de “pensarlo”, por ello desde nuestra tribuna del Portal de América, como afirma don Sergio Antonio “Pensamos el Turismo”.
Reconozco que mi tarea se ve facilitada por donde vivo, lugar que me permitió aclarar los acontecimientos, causas y consecuencias que rodearon mis 45 años en el turismo allende los mares, en el misterioso Rio de la Plata y en la magia de la Cordillera de los Andes.
En Madrid convergen la historia y el presente, con la presencia permanente de lo sobrenatural, que convirtió a España en el adalid de la Fe alrededor del mundo, llevando la Palabra de Dios a los confines de la tierra y defendiendo como nadie a la Iglesia en los luctuosos acontecimientos de la tercera década del siglo pasado, hechos que hacen comprensible la rabieta e hispanofobia de los enemigos de la Iglesia.
Hoy se festeja el día de la Virgen del Pilar, que recuerda un acontecimiento único, el cual marca el destino de lugar de peregrinación de la humanidad en que se ha convertido España desde hace más de un milenio; al respecto una publicación de la Guardia Civil de la cual la Virgen del Pilar es patrona nos dice:
“Santiago, pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro.
En la noche del 2 de enero del año 40 de nuestra era, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresar a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima”.
Este bellísimo episodio no sólo constituye la construcción de la primera Iglesia dedicada en honor a la Virgen María, también es su primera aparición de las múltiples ocurridas a lo largo de la historia como en Monte Carmelo, Lourdes y Fátima entre otras, convirtiéndose todos esos lugares en puntos de peregrinación. Pero sin querer desacralizar hechos religiosos, la consecuencia real y concreta de esas peregrinaciones podríamos afirmar son la génesis del turismo, y España cuenta con el elemento más espectacular que es el “Camino de Santiago” que desde el siglo XII trasciende un acto de Fe, en un fenómeno turístico, el cual con tres interrupciones producto de la herejía protestante, la revolución francesa y el robo de bienes de la Iglesia de la desamortización de Mendizábal (emulando el robo calvinista y luterano del norte de Europa), se mantiene al día de hoy como una imagen sobre la tierra de la “Vía Láctea”.
Por todo esto resulta sorprendente, tal cual afirmó la presidente de Madrid Isabel Díaz Ayuso: "A mí me sorprende que un católico que habla español hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo, y por tanto, la civilización y la libertad al continente americano” que el argentino Bergoglio, (que en su momento reivindicara al hereje Lutero), tenga permanentemente actitudes “esquivas” para con España y lo hispano.
No quiso participar de los actos en Ávila de los 500 años de Santa Teresa de Jesús; contrario sensu a sus antecesores el Santo Juan Pablo II y el Sabio Benedicto XVI que visitaron varias veces y disfrutaron de España y los españoles, que no ahorraron esfuerzos en aclamarlos, no ha realizado todavía su Visita Apostólica, al cual habría que recordarle la frase de Marcelino Menéndez Pelayo: “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad... No tenemos otra.”, siendo su última ocurrencia darle munición gruesa al impresentable AMLO en su cruzada narco comunista.
Este pedido de perdón a un oscuro mandatario mejicano despertó un aluvión de críticas, no mereciendo la Iglesia ser blanco de ataques por culpa de un irresponsable Obispo de Roma; las más suaves le reclamaban que pidiera perdón a los españoles por los asesinatos de ETA planeados en las sacristías del país vasco, por los actos de pederastia cometidos en la catalana e independentista Abadía de Monserrat y a los argentinos por los 30 mil desaparecidos durante la dictadura.
"Si voy a Santiago, voy a Santiago, pero no a España, que quede claro", le dijo el mes pasado a Carlos Herrera en una entrevista para la Cope, para que nadie tuviera dudas sobre su postura, culminando la nota en un reclamo a España, para que se reconcilie por acontecimientos del siglo pasado, (copiando a la extrema izquierda española en su estrategia guerra civilista en su intento de ganar una guerra que perdieron hace 82 años), ignorando o peor ocultando, que los españoles se reconciliaron con la transición, siendo sospechoso que hoy, los comunistas no ahorren elogios hacia sus palabras.
Durante esta etapa de surgimiento de un neo comunismo post Gramsci y Laclau, los ataques a la Iglesia y a lo hispano se han multiplicado, tema que ampliamente hemos desarrollado en capítulos y notas anteriores, pero quizás por la fecha que nos encontramos, se ha puesto en primera fila el narco indigenismo del cual el presidente Biden ha realizado su apología.
El presidente de EE. UU. con motivo del 12 de octubre, denominado en su país “Columbus Day”, lanzó una proclama a favor del indigenismo, esos indígenas que tienen encerrados en reservaciones, en las cuales permiten el juego, la droga y ahora el narco comunismo, convirtiendo esos territorios en tierra de nadie.
Si no fuera por lo grave del tema, daría risa las absurdas palabras del actual inquilino de la Casa Blanca, ignorando a España en la épica conquista de América, pareciendo que da a entender que los Reyes Católicos fueron italianos, y al mismo tiempo que acusa a los españoles de las barbaridades que cometieron los anglosajones con sus indígenas, agradece a la comunidad italoamericana del aporte a las bondades del “american way of live”, todo sea por la búsqueda del voto.
En lugar de estos dislates históricos, debería pedir perdón a los mejicanos por haber ocupado casi la mitad de su territorio y mirar para otro lado cuando los modernos iconoclastas derriban estatuas, distrayendo a la opinión pública de sus verdaderos problemas.
Mientras tanto, en el frente interno no se quedan atrás en sus ataques a España, Sánchez quiere llevarse las instituciones fuera de Madrid en su cruzada contra el éxito de la capital de España, y para cumplir con las órdenes de sus patrones independentistas, teniendo en los abucheos que recibió durante el desfile de la fiesta nacional la respuesta de la ciudadanía a su deriva comunista que intenta destruir España.
In Memoriam de Guillermo Benjamín Tejerina “Pacolo”.
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