por Ramón de Isequilla, desde Madrid, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @ramonpunta
Todo esto se vio totalmente alterado cuando Arabia Saudita, en cumplimiento de un plan de marketing elaborado en Londres por un personaje surgido de una prestigiosa institución turística internacional, se lanzó tras el objetivo de lograr desplazar la sede de la OMT de Madrid a Riad.
La estrategia fue la típica en estos casos, no hacer ningún anuncio oficial, lanzar globos de ensayo bajo la forma de filtraciones interesadas a la prensa, silencio de las autoridades responsables, tanto de la OMT como del gobierno español, enviar a algún incondicional a decir que no pasa nada, anestesiando la opinión pública, desprestigiando a quienes se oponen, tachándolos de falta de representatividad, como intentaron hacer con la Mesa de Turismo, para que cuando llegado el momento ya no exista poder de reacción pudiendo dar el zarpazo, tomándolo todos como algo natural que debía ocurrir.
Juntamente con otros medios de comunicación tanto especializados como generalistas hemos denunciado la maniobra y la complicidad por omisión del gobierno español, denuncias cuyo detalle no repetiremos en esta nota, pero están a disposición en las hemerotecas.
Todo cambió, cuando el canciller español en su comparecencia ante la cámara de diputados lanzó la frase disparadora: “….apoyaremos a los organismos de Naciones Unidas con sede en España como el Centro de Comunicaciones o la Organización Mundial del Turismo de la que inauguraremos en Madrid una nueva sede lo antes posible” , frase que publicamos en solitario a los pocos minutos de pronunciada.
Nos informan nuestras fuentes, que la postura del ministro de relaciones exteriores ha provocado un terremoto dentro del gobierno, siendo el mismo el que tomará la decisión final de la postura española en la cuestión de la mudanza de la OMT y no la desaparecida ministra de turismo que tendría los días contados.
La repercusión del caso “sede de la OMT” no sólo afectó al gobierno, a tal punto que puede llevarse puesto a una ministra, sino que ha afectado al mismísimo secretario general, al cual sus enemigos le endilgan complicidad en el asunto, aprovechando para resucitar el viejo tema de como fue elegido en 2017 en la asamblea celebrada en China, que según ellos fue de forma irregular, lanzando una campaña para evitar que sea reelegido en Marruecos en el mes de diciembre.
Estos acontecimientos nos recuerdan, que en temas de esta envergadura, cuando algún iluminado toca alguna pieza del complejo tablero, las consecuencias son inimaginables, y que el turismo es una cosa demasiado seria para dejarlo en manos de gurús marketineros.
Portal de América