por Ramón de Isequilla, desde Madrid, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @ramonpunta
Esta exhibición ecuestre de contradicciones en el medio del verano tiene múltiples actores y escenarios variados, empezando por Madrid, epicentro del éxodo veraniego, al liderar los 4,7 millones de desplazamientos por carretera que vivimos este fin de semana en España, donde se sumaron los que se iban (mayoría), los que volvían de vacaciones y los tímidos veraneantes de weekend (llegando a los niveles de 2019), atascos en carreteras que, a juicio del ABC, es un signo de progreso económico, que nada tienen que ver con los atascos de exiliados venezolanos que se encuentran próximos a alcanzar el vergonzoso record de Siria en el último lustro.
Para atender el éxodo turístico a la costa se ha multiplicado la creación de empleo en estas zonas en detrimento de Madrid, que luego de haber liderado el crecimiento durante la pandemia, ahora comparte el liderazgo con otras comunidades turísticas.
Madrid, ayuntamiento que ha encarado con seriedad el tema de los alojamientos turísticos luego del experimento de Carmena y sus ocurrencias, esperando tenerlo consensuado antes de fin de año.
La evolución de la economía nos presenta una de la contradicciones a cabalgar, por un lado las grandes empresas, sobre todo las que dependen del BOE, han crecido en sus beneficios a niveles similares a la pre pandemia, y al mismo tiempo las colas del hambre crecen de una forma alarmante, demostrando que el gobierno ha cumplido su promesa de “no dejar a nadie atrás”, claro, de sus amigos que los sostienen en el poder y de los que quieren destruir España y le votan cualquier disparate en el congreso. Pero las colas del hambre no preocupan al gobierno, pues de esto se ocupa la Iglesia, la misma que quieren destruir echando a los monjes de las abadías y derribando las cruces, aunque ha surgido una pequeña esperanza, con la firme postura de los obispos en la última semana, que se contradice a la tradición de los últimos años de alentar a los separatistas y mirar para otro lado cuando se saquea una tumba, pero nos vamos acostumbrando a esta “exhibición ecuestre de contradicciones veraniegas”.
El rebote de la economía luego de la mayor caída histórica ocurrida en 2020 traerá naturalmente una tendencia inflacionaria alejando el fantasma de la recesión, pero si no logran las autoridades monetarias controlarla, la entrada de los fondos europeos puede llegar a dispararla aún más y con la irresponsable indexación de las pensiones se creará una espiral. la cual los que vivimos la Argentina de los 80 recordamos con pavura.
El acto de “fin de curso” del gobierno fue muy emocionante, sobre todo cuando el presidente se autoimpuso la “medalla de oro” a las vacunaciones que a fin de mes nos darían la inmunidad de grupo, ¿o de manada? no me acuerdo, aunque parece que ya no es tan así, pero quien nos quita la medalla que me hizo rememorar a la “champion league de la economía” que ganó Zapatero.
La “Colación de Grado” desnudó la contradicción de comunidades autónomas de primera y de segunda, los vascos luego de obtener doscientos millones de favores se dignaron a concurrir, y los catalanes son demasiado importantes para mezclarse con los españoles comunes y corrientes, es esa irresistible levedad de la superioridad racial de los separatistas, pero pensándolo bien, yo tengo ocho apellidos vascos, a lo mejor me toca algo en el reparto, o tendré que hacer como afirmaba Pepe Mujica: tienen que plantarse y decir ¿que hay de lo mío?.
Para enfrentar la pandemia se creó un sistema de distribución de tareas, el gobierno va a anunciar las buenas noticias, (aunque sean mentira, total la gente se olvida y las televisiones van a lo suyo, más preocupadas en la subvención que en la información), y las comunidades autónomas hacen el trabajo feo de mostrar a los ciudadanos el mundo real, cada una a su manera, todas con buenas intenciones, pero sumergidos en la “exhibición ecuestre de contradicciones”, a la cual los tribunales supremos colaboran con su cuota de caos normativo, como la disposición de Galicia y Canarias de exigir pasaporte Covid, o certificado verde, o como cuerno lo llamen, para ir a un restaurante, medida que es ilegal en Canarias según su tribunal supremo y legal en Galicia, ¡bienvenida la plurinacionalidad bolivariana!.
Pero no se preocupen sufridos espectadores de la “exhibición ecuestre de contradicciones veraniegas” que el presidente de Valencia trae la solución, “que la fiesta la pague Madrid”, total no forma parte de los Paisos Catalans, ni de la Euskal Herria.
La prueba hípica de fondo ocurrió allende el Atlántico en la asunción del nuevo y cuestionado por fraude electoral presidente del Perú, que fue calificado por la vicepresidenta y ministra comunista de trabajo como una “brizna de esperanza”, esto creo que debe ser porque insultó a España y al Rey, tema que hiperventila a los comunistas, pero no se entiende fuera la “exhibición ecuestre de contradicciones” que considere una “brizna de esperanza” a alguien que reprueba el matrimonio homosexual, el aborto y decreta la “mili” para los “ninis” y expulsa extranjeros, al mismo tiempo que garantiza a las “explotadoras empresas extranjeras” que puedan llevarse sus dividendos, amenazando poner un ultra liberal en economía: cabalgue ministra, cabalgue.
El broche cinematográfico lo puso Disney al llevar a la pantalla grande la “leyenda negra” con la superproducción “Jungle Cruise”, pero no exijamos que nos respeten si el primero que no nos respeta es el gobierno, con su gira papelónica (¿neologismo?) por EEUU, donde se entrevistó al más alto nivel con el portero de los estudios Universal y no fue recibido ni por los concejales de Peyton Place, pero convengamos que la respuesta del gobierno americano fue coherente con el éxito de la misión: no admitidos en las 20 naciones que repudian la dictadura cubana y como broche de oro, aconsejar a sus ciudadanos que se abstengan de visitar España porque es peligroso, claro Biden no sabía que nos iban a entregar la “medalla de oro” y se celebra en España la “exhibición ecuestre de contradicciones”, bueno, el se lo pierde.
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