por Ramón de Isequilla, desde Madrid
En Madrid, capital del Reino de España, esa herramienta se llama turismo, aunque se lo ignore, se lo combata, e inclusive se lo odie por ser símbolo de libertad, por parte de los eternos adolescentes asamblearios, cortos de formación y largos de arengas y discursos.
Si en un plazo muy breve, Madrid no vuelve a la normalidad en su hostelería, aunque sea con ciertas restricciones, preparando así el camino para que se normalice la plena actividad turística, dirigida en una primera etapa al turismo nacional, tendremos en sus calles un sin fin de parados sin presente ni futuro, con serias consecuencias en la seguridad, la sanidad y la convivencia.
Sin sus bares abiertos, con los comercios cerrados, sin la gente en la calle paseando, consumiendo y soñando, Madrid no es viable, y si Madrid colapsa, España estará herida de muerte.
Pensar en un Madrid y en una España sin turismo, es “no pensar”; “ if you don`t think in tourism, you don´t think”, parafraseando a mis viejos maestros de marketing respecto a los “segmentos”.
En el turismo es falsa la antinomia salud - economía, si hay una actividad que va de la mano con la salud es el turismo, estando la responsabilidad empresarial del sector suficientemente probada y permanentemente defendida por empresarios líderes y asociaciones sectoriales. Inclusive hoy es avalada por disposiciones oficiales del Ministerio de Turismo, los protocolos que surgieron de la tarea del Instituto de la Calidad Turística Española (ICTE), que realizó en conjunto con todos los representantes del sector.
El turismo sufrió muchos ataques en los últimos tiempos por sectores antisistema, que injustamente lo responsabilizaron de todos los males habidos y por haber. Bueno fuera que se intentará ahora establecer el “relato” que, por salvar el turismo, o sea salvar la economía, se atente contra la salud de la población.
Todos los ciudadanos involucrados directa e indirectamente con el turismo quieren vivir de su trabajo y no de dádivas, subsidios o tarjetas de racionamiento, por ello se los debe dejar volver al trabajo, que no tenemos duda lo harán con total responsabilidad y verdadero patriotismo.
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