por Nicolás Raffo Menoni, desde Montevideo
Esos riesgos se agruparon en base a categorías, que permitieron agruparlos y las categorías mencionadas fueron 5:
- Riesgos ambientales. (A), con 6 menciones.
- Riesgos sociales (S), con 6 menciones.
- Riesgos políticos (P), con 7 menciones.
- Riesgos económicos (E), con 5 menciones.
- Riesgos tecnológicos (T), con 4 menciones.
Los riesgos mencionados fueron los siguientes, y se mencionan por orden de prioridad en base a la escala de puntuación que se les asignó a cada uno de ellos.
1. Inacción frente al cambio climático - (A)
2. Contaminación a gran escala - (A)
3. Información falsa y desinformación - (P)
4. Riesgos de peligros naturales - (A)
5. Aumento de las desigualdades - (S)
6. Disminución de la biodiversidad - (A)
7. Tensiones geopolíticas - (P)
8. Escasez de recursos naturales - (A)
9. Movimientos masivos de personas - (S)
10. Guerras a gran escala. (P)
11. Bioriesgos - (S)
12. Nuevas pandemias - (S)
13. Colapso del estado de derecho - (P)
14. Quiebres en ciberseguridad - (T)
15. Crisis financiera global - (E)
16. Armas de destrucción masiva - (P)
17. Problemas asociados a la IA y las tecnologías de vanguardia (T)
18. Proliferación de actores no estatales - (S)
19. Concentraciones de poder asociadas al desarrollo de las TICs (T)
20. Colapso de la cohesión social - (S)
21. Crisis de deudas generalizadas - (E)
22. Fragmentación económica - (E)
23. Erosión de la soberanía estatal - (P)
24. Estancamiento de la economía global - (E)
25. Colapso de las cadenas de suministros - (E)
26. Desastres de geoingeniería - (T)
27. Colapso de las instituciones multilaterlaes - (P)
28. Eventos basados en el espacio - (A)
Y a partir de acá una aclaración de rigor:
Seguramente los riesgos y las categorías valoradas varien bastante, dependiendo del lugar donde se haga la encuesta; del rol o puesto que pueda ocupar y desempeñar cada encuestado y/o del momento en que se haga la encuesta, lo cual sin dudas son elementos que incidirían fuertemente junto a otras variables en la valoración.
Probablemente podamos coincidir en muchos de los señalados y si nos lo consultaran a cualquiera de nosotros, con máyores o menores coincidencias, varios de los precedentemente mencionados seguramente estarían en las listas que podríamos llegar a armar.
No obstante ello, lo que llama poderosamente la atención y creo que sirve para corroborar lo complejo que es el desarrollo y la gestión de la actividad turística, es que cada uno de esos riesgos y/o categorías mencionadas, todas sin excepción incidirían negativamente en el desarrollo de nuestra actividad.
Está claro también que el contexto donde se ubique cada destino lo predispondrá en más o en menos a los vaivenes de esos riesgos (no es lo mismo hoy estar en Gaza, en Ucrania o en Uruguay)
Pero resulta fundamental estar atentos a los vaivenes locales, los regionales y los globales, porque inciden de manera contundente en los logros que se puedan obtener. Y en muchos de los casos no dependen de una buena o mala gestión; muchos de esos riesgos pueden acontecer por factores fortuitos como los ocurridos con la pasada pandemia, que de un plumazo pueden tirar a la basura años de esfuerzos y logros alcanzados.
Creo que aplica más que nunca el dicho popular que dice que el buzo que me pongo en el invierno es bien lindo y abrigado, pero no se olviden que se tejió durante el verano.
El planificar, gestionar y sobre todo tener protocolos de contingencia y actuación son más válidos que nunca en un mundo tan cambiante, congestionado e impredecible.
El Turismo es una actividad apasionante y compleja, una actividad desafiante y a su vez delicada, que requiere de innumerables equilibrios a preservar y de innumerables variables a tener en cuenta.
Será por eso que me gusta decir que es una actividad solo de ida, ya que una vez que te insertas en ella, es atrapante y muy dificil de dejar.
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