por Claudio Quintana, desde Paysandú, Uruguay

Evolución y tendencias

En los últimos años se ha observado un aumento significativo en la implementación de tasas turísticas, especialmente en Europa. Según la OCDE (2021), 38 de los 52 países miembros ya aplicaban este tipo de tributo. La pandemia marcó un giro en el panorama de las tasas turísticas. Tras un auge en 2019, conocido como el "Año de los impuestos al turismo", la crisis sanitaria obligó a muchos destinos a suspender o reducir las tasas para estimular la demanda, y a partir de 2021 comienza un nuevo empuje, ganando nueva relevancia como herramienta para financiar la recuperación, la resiliencia del sector e incluso por el overtourism presente en destinos masivos.

Las tasas turísticas, se han convertido en una herramienta cada vez más común para financiar las actividades de las Organizaciones de Gestión de Destinos (OGDs) en todo el mundo. Este artículo analiza los pros y contras de este instrumento, destacando su potencial como fuente de ingresos para el desarrollo y la sostenibilidad de los destinos turísticos.

La tasa turística es un tributo que se cobra a los visitantes por utilizar los servicios y la infraestructura de un destino. Se diferencia de los impuestos en que su recaudación debe destinarse exclusivamente a la actividad turística, y en que debe existir una contraprestación.

Potencial como herramienta de desarrollo

Las tasas turísticas pueden ser una herramienta eficaz para financiar el desarrollo de los destinos, permitiendo a las OGDs tener un financiamiento sostenible (aportan recursos para el desarrollo y la gestión del turismo), inversión en mejora de la infraestructura turística, preservación del patrimonio cultural y natural, promoción del destino e investigación y desarrollo de nuevos productos turísticos. Y no solo buscan generar ingresos. Su implementación responde (o puede responder) a diversos objetivos, como:
⦁    Regular flujos y comportamientos: por ejemplo, mediante tarifas diferenciadas por tipo de alojamiento, zona o temporada, se busca gestionar la afluencia turística y reducir su impacto negativo.
⦁    Financiar la promoción: Los ingresos se destinan a campañas de marketing y otras iniciativas para atraer visitantes.
⦁    Impulsar la innovación turística e investigación. Se apoyan proyectos de investigación y desarrollo de nuevos productos turísticos.
⦁    Promover la regeneración: Se financian iniciativas para restaurar el patrimonio cultural, proteger el medio ambiente o beneficiar a las comunidades locales (proyectos comunitarios).
⦁    Fortalecer la resiliencia: Los fondos se acumulan (o parte se puede destinar) para enfrentar futuras crisis y garantizar la continuidad del sector turístico.

Consideraciones para un diseño efectivo

No hay talla única. El diseño de la tasa turística debe ser cuidadoso para evitar efectos negativos en la demanda turística. Todas tienen un diseño regulatorio. Se recomienda considerar por ejemplo la diferenciación por tipo de alojamiento y categoría, la posibilidad de modulación por temporada (alta y baja temporada.), la duración de la estadía, datos demográficos (exenciones o reducciones para niños, adultos mayores, nacionales, etc.) y el Impacto en la demanda y competitividad. Sobre este último punto, los estudios realizados sugieren que el impacto negativo de las tasas turísticas en la demanda y la competitividad de los destinos es marginal, generalmente entre el 1 y el 2%. Aunque esto depende muchísimo de la elasticidad de la demanda y el tipo de destino (siendo más sensible en destinos de sol y playa generalmente). Tanto los consumidores como los residentes generalmente apoyan las tasas turísticas cuando éstas tienen un propósito claro y definido, como la financiación de proyectos de regeneración ambiental o la mejora de la infraestructura turística.

Sin embargo, también existen desafíos
•    Impacto en la demanda: Si no se diseñan adecuadamente, las tasas pueden afectar negativamente la demanda turística.
•    Transparencia y asignación de recursos: Es fundamental garantizar la transparencia en el uso de los ingresos recaudados y destinarlos a proyectos que beneficien al destino.
•    Equidad y participación: Se debe garantizar que todos los actores del sector turístico, incluyendo las comunidades locales, tengan voz en la implementación y gestión de las tasas.

Recomendaciones de políticas

Para aprovechar al máximo el potencial de las tasas turísticas, se recomienda:
⦁    Asignación y delimitación clara: Los ingresos deben destinarse a proyectos específicos y transparentes, ya sea para la promoción del turismo o para fines regenerativos (hay 7 tipos de fines de la tasa turística)
⦁    Gobernanza local: Se debe fomentar la participación de los actores locales en la toma de decisiones sobre las tasas turísticas.
⦁    Alta visibilidad y transparencia: Es importante comunicar claramente a los consumidores el propósito de las tasas y cómo se utilizarán los ingresos.
⦁    Participación pública: Se debe fomentar el diálogo y la consulta con todos los sectores interesados antes de implementar o modificar las tasas turísticas.
⦁    Apoyo a los establecimientos: Se debe brindar asistencia a los proveedores de alojamiento para garantizar el cumplimiento de las regulaciones relacionadas con las tasas turísticas.
⦁    Seguimiento y evaluación: Es fundamental monitorear y evaluar el impacto de las tasas turísticas para asegurar que cumplan con sus objetivos.
⦁    Consideración de los beneficios y las cargas: Se debe tener en cuenta tanto los beneficios económicos y sociales del turismo como su impacto en el medio ambiente y las comunidades locales.

Conclusión

Las tasas turísticas, cuando se diseñan e implementan de manera adecuada, pueden ser herramientas valiosas para la recuperación y la resiliencia del turismo. Al financiar iniciativas sostenibles, promover la participación y garantizar la transparencia, las tasas turísticas pueden contribuir al desarrollo de destinos más equilibrados y resilientes.

Las OGDs enfrentan desafíos financieros cada vez mayores (más competencias en términos de funciones a cumplir) y está sujetas a crecientes  recortes presupuestarios. Las tasas turísticas pueden ser una fuente de ingresos crucial para financiar sus actividades y garantizar la sostenibilidad de los destinos.

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