por Bárbara Gimpel, desde Punta del Este
Si los taxistas hubieran tenido que pagar el estudio de mercado y sondeo de opinión gratis que esta circunstancia les ha brindado habrían soltado varios miles de dólares. Si a ello le hubieran tenido que sumar el diagnóstico y proyecciones que la percepción de sus clientes les está reclamando, y la realidad imponiendo, otros cuantos miles más. Y si a eso le sumamos el lobby político, que los sitúa en la posición novedosa de poder rediseñar un servicio adecuándolo a los nuevos tiempos, exigencias y necesidades del mercado conociendo de antemano la postura oficial favorable a ellos y la apertura, están en un escenario inesperado, impensado e inmejorable que deberían, si son inteligentes, capitalizar en vez de generar y desgastarse con resistencias inútiles.
Yo creo que les convendría estar haciendo las paces y amigándose con UBER, realizando algún tipo de acuerdo o alianza estratégica, inventando un nuevo modelo, agradeciéndoles todas estas oportunidades y poniendo todas las pilas en mejorar, en generar un servicio de excelencia, en capacitar a su gente integralmente, en tecnologizarse cada día más, en fidelizar a sus clientes, en hacer más y mejor, en ir cada día un poco más allá sin esperar que venga a tironearlos nadie.

La “Reingeniería” es una de las disciplinas imprescindibles de estos tiempos, reinventarse es parte de un proceso evolutivo necesario de sobrevivencia que no todos son capaces de llevar adelante. Sin embargo, la “Mejora Continua” es y seguirá siendo siempre el ABC de una empresa exitosa, sea del rubro que sea.
Aferrarse a viejos modelos y formas no es una solución…todo en la vida cumple un ciclo, la humanidad está llena de ejemplos.
Ya lo decía William Faulkner “No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa.” A nadar entonces…
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