De hecho, la Comisión de Miami aprobó el pasado 18 de julio, tras un fuerte debate, convocar a un referendo para evitar el proceso de licitación que exige la ley, cuando se trata del uso de terrenos públicos.
En principio, el megaproyecto, que contaría con centro comercial, edificio de oficinas y un hotel, proporcionaría, según aseguran sus promotores, 44 millones de dólares anuales en concepto de impuestos, que serían distribuidos entre el Condado Miami-Dade, el ayuntamiento de Miami y el Distrito Escolar.
Además, el complejo urbanístico sumaría 3,5 millones de dólares al año a las arcas de la ciudad por el arrendamiento del terreno público, que hoy ocupa un club privado de golf.
Asimismo, el Miami Freedom Park proveería más de 2.000 puestos de trabajo permanentes y unos 11.000 temporales, acorde a las promesas de los impulsores de la megaconstrucción, el astro del fútbol David Beckham y sus asociados, los empresarios Jorge y José Mas, Marcelo Claure, Masayoshi Son y Simon Fuller.
Si la propuesta es finalmente aprobada por el electorado de Miami y el posterior proceso de negociaciones fuese favorable, el actual inquilino del inmenso espacio verde de 180 acres tendría que mudarse a otro sitio.
Entre las nuevas promesas del Grupo Beckham está el compromiso de mantener el programa educativo social First Tee Miami, que enseña a niños y adolescentes a jugar golf.
Portal de América - Fuente: Diario las Américas