Praga, la capital de la República Checa, es a menudo conocida como la "ciudad de las cien torres" debido a su impresionante horizonte urbano, que está adornado con numerosas iglesias, campanarios y torres históricas. Antes de explorar en detalle los cuatro barrios icónicos de Praga, es esencial tener una comprensión general de la rica diversidad de esta ciudad histórica. Praga se destaca por su belleza arquitectónica y su legado cultural. En el centro de esta hermosa ciudad se encuentra el majestuoso Castillo de Praga, una fortaleza con más de mil años de historia que ha sido testigo de la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo. Además del castillo, Praga se divide en varios distritos y vecindarios, cada uno con su propio carácter y encanto. Entre los más destacados se encuentran la Ciudad Pequeña (Mala Strana), la Ciudad Vieja (Staré Město), y la Ciudad Nueva (Nove Mesto). Estas áreas se caracterizan por su arquitectura histórica, calles empedradas y plazas animadas que cuentan historias de siglos pasados.

A través de una muy atractiva carretera, siguiendo el Valle del Danubio uno de los mayores ríos de Europa, continuando el itinerario operado por Europamundo, en unas dos horas llegamos a Linz, la capital de la Alta Austria, donde sorprende no sólo su agitada historia sino también su mirada al futuro. Hicimos una muy linda visita a esta ciudad atravesada por el Danubio, la cual tiene un atractivo centro histórico,  sus edificios barrocos y su “Ars Electrónica center- Museo del Futuro”. Nos deleitamos en la Hauptplatz, la plaza màs grande de la ciudad, con la Columna de la Peste, el activo mercado y sus coquetos cafés.