por Lic. Alejandro Spera - @alejandrospera en Twitter

Esto fue lo que sucedió en la práctica de la selección de Francia el 11 de junio pasado.  Aparentemente, pudieron ver una aeronave no tripulada (dron) volando sobre la realización de los ejercicios previos a su debut en el campeonato más importante del fútbol internacional. 

Esta nueva forma de búsqueda por conocer los secretos de estrategia del equipo rival suscitó varios artículos por parte de la prensa mundial que cubre el evento,.  Hubo declaraciones encontradas a cargo de la FIFA, los directivos del fútbol francés y del equipo de Honduras, el primer contrincante pactado en el campeonato.  Según trascendió, el piloto fue arrestado por violación del espacio aéreo sobre el estadio, aunque afirmó que se trataba sólo de un hobby ya que no podría acceder a ver el primer encuentro deportivo.  Finalmente, a pesar del rumor que se generó por el dron espía, el partido se disputó con total normalidad, resultando 3 a 0 en favor de Francia.

Aunque los drones son equipos de vuelo de altas prestaciones, es muy habitual que consumidores con gusto por el vuelo opten por versiones de pequeños helicópteros o cuatricópteros radiocontrolados mediante aplicaciones telefónicas, con las que se puede registrar imágenes y hasta filmaciones captadas por sus cámaras HD.  Esta tarea dista mucho de la verdadera vigilancia e inteligencia que pueden realizar las Fuerzas Armadas aunque sí podría servir para la espía de estrategias deportivas.  Es en este nuevo contexto que, la utilización de drones está causando nuevas consideraciones en el uso del espacio aéreo, tema que será puesto sobre la mesa en los ámbitos que correspondan de cara a la creación de reglamentación adecuada en materia de seguridad operacional.

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