La principal razón para ello es que United es la más afectada por el desastre del Max9. Era la que tenía más unidades, 79, y la que tiene más cancelaciones por haber tenido que parar esta flota. De hecho, Kirby reveló que este trimestre la compañía perderá dinero por el lío de este avión, ajeno a su responsabilidad.
Kirby explicó que Boeing “tiene que tomar medidas reales para restaurar su reputación por calidad”. Además, todo esto retrasa el crecimiento de las aerolíneas. El año pasado, Boeing entregó a United 24 aviones menos de los firmados.
Ahora mismo, el Max10, que United tiene comprometido, está yendo con cinco años de retraso sobre el primer anuncio. Pero con estos problemas, el retraso puede agrandarse. “Esta puede ser la gota que colme el vaso”, apuntó a la CNBC. “Vamos a hacer un plan de crecimiento que no cuente con el Max10”, amenazó. Obviamente, eso pasa por Airbus, especialmente en este modelo de avión.
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