Viernes, 29 Diciembre 2023 14:40

Yo no fui a la guerra

Israel fue una experiencia inesperada y diferente. Aterrizamos en el Ben Gurión el mismo día del ataque de Hamás a Israel. Estuvimos años planeando visitar Tierra Santa, pero fuimos postergándolo porque…”¿y si justo pasa cuándo estamos ahí?”…y pasó. Nuestro itinerario con incluía Israel, Jordania y Egipto, empezando en Tel Aviv el lunes 9. Decidimos agregar dos noches previas, lo que resultó clave para meternos en el lío. Vivimos momentos de incertidumbre y desafíos, y acabamos cuestionando la seguridad y solidaridad de los anfitriones en medio de la crisis.

Luego de más de tres semanas de salir de casa, hay costumbres que en el inconsciente comienzan a aparecer y a demandar, y el sábado, camino al aeropuerto de Estambul para tomar el vuelo hacia Tel Aviv, hicimos el comentario: "en Tel Aviv hay muchos rioplatenses y hay parrilladas, mañana domingo vamos a buscar una". La tirita de asado premium bien cocida como nos gusta, la veíamos en Cinemascope (alguien que le explique a los millennials y a los Z *). Nos imaginábamos también el deleite paisajístico y la inmersión histórica y cultural de esta semana. Pero la realidad es como el amor de "Tango feroz", es más fuerte. Ni tirita ni inmersión, ni siquiera una remojadita de historia o de cultura y aunque no haya Covid, en esta ciudad de Tel Aviv a los turistas nos toca aislarnos en los hoteles. Está casi todo cerrado fuera, también dentro del hotel, salvo para el desayuno. En los alrededores algún minimarket abierto y para comer, el delivery es la única opción para no morir de inanición.

Estamos en contacto permanente con la gente de Aeromundo en Montevideo y a través de ellos, con Europamundo sus representados. El mensaje de anoche a última hora fue para confirmarnos que ha quedado cancelado el segmento correspondiente a Israel del tour de 20 días por Medio Oriente. De manera que el recorrido por la costa del Mediterráneo hasta Yaffo y luego Haifa, la navegación por el Mar de Galilea; la estadía en Nazaret (donde cumpliríamos años), bordear el Oasis de Jericó por el valle del Jordán para llegar a Jerusalén, luego Belén, entre un sinnúmero de otras atracciones paisajísticas, culturales pero sobremanera históricas, lamentablemente quedará para otra ocasión.