y mientras los mercados globales pueden estar forcejeando y los números de los viajes cayendo, esta sensual ciudad del Caribe está en auge con una ola de nuevos hoteles boutique, restaurantes innovadores, y amplia cantidad de bares. Aquí está la primicia:
 
Por lo menos una media docena de bellas propiedades se han abierto recientemente en el centro. Yo prefiero el Hotel Ananda de 24 suites (Hotel Boutique), un oasis de tranquilidad en un edificio colonial español restaurado, con balcones de madera tallada y tres terrazas. La calma,  como si fuera Zen, es un mundo aparte de la escena animada de la calle fuera de sus puertas de madera maciza.
 
La escena gastronómica de Cartagena también se ha desarrollado. En el Restaurante Don Juan no tiene mucha decoración y la cocina  es abierta, pero no se deje engañar, esto es cualquier cosa menos gastronomía informal. El chef nacido en Colombia Juan Felipe Camacho prepara platos caribeños con influencia española, los que reflejan su aprendizaje en el restaurante español Arzak que cuenta con estrellas Michelin. Los vegetarianos no encontrarán una sola entrada para ellos, así que pueden concentrarse en la carta de vinos (que no es una idea terrible...) o probar “Oh! La La”, cuyos amistosos franceses y colombianos están siempre a mano para ayudarle a seleccionar un plato de su excelente y variado menú.
 
Situado en el sobrio monasterio del siglo 17 que alberga al prestigioso Hotel Sofitel Santa Clara, desde hace diez años el bar “El Coro” todavía atrae a lugareños y visitantes con mojitos perfectos y canciones en vivo de salsa
 
Así que básicamente lo que estoy diciendo es: Cartagena es caliente caliente caliente. ¡Ve ahí! Si mis palabras no te convencen, tal vez este video que capta la energía inmejorable de la ciudad lo haga:
 

fuente: Catesby Holmes/ Travel & Leisure – traducción: Portal de América