Los desarrolladores inmobiliarios deben promover la construcción y la venta de sus productos, porque de ello viven.

Los empresarios turísticos deben promover el destino y brindar la mejor atención, porque ese es su negocio.

Los comunicadores, debemos procurar difundir la mayor y mejor información y a la hora del análisis, lo que siempre promovemos: ser coherentes, independientes y ecuánimes. Por todo lo anterior, todos sin excepción, también a la hora de leer, oír y ver, saber, tener claro, cual medio estamos leyendo, escuchando o viendo.

No quemarnos con leche

Podríamos elaborar un largo informe a partir por ejemplo del informe Destrucción a toda costa de Greenpace pero vamos a limitarnos a compartir un par de casos que podemos tomar como ejemplo de lo que no queremos para Punta del Este, ellos son los de Acapulco y Benidorm.

Acapulco

La página De10.com.mx de El Universal, el 19 de noviembre de 2010 decía: ""El lugar de las cañas" es el nombre en náhuatl de Acapulco, explica el sitio electrónico acapulco.com. En épocas anteriores, este puerto fue el patio de juegos de algunos actores de Hollywood y de la elite mexicana. Ahora es víctima de los estragos de la contaminación, el deterioro y la violencia. La revista LIFE muestra el antes y después fotográfico de éste, que es uno de los puertos turísticos más importantes de México".  (Para verlo presione aquí)

Benidorm

El Portal Actualidad.Orange.es publicaba el 16 de julio de 2010: "España degrada 7,7 hectáreas de costa cada día que pasa para crear urbanizaciones, suelo industrial y comercial, según el informe Destrucción a Toda Costa 2010, presentado hoy por Greenpeace. La ONG ecologista ha denunciado también que en los últimos 20 años se ha destruido en la costa española la superficie equivalente a ochos campos de fútbol al día y añade que no hay ningún indicio de abandono de la construcción masiva en el litoral, ni tampoco del fin del acoso a los últimos espacios vírgenes. Así, y según la misma fuente, desde 1987 a 2005 se han destruido un total de 50.504 hectáreas de suelo natural en los dos primeros kilómetros de franja costera".

Durmiendo con el enemigo

El 23 de abril se firmó el denominado  ACUERDO ENTRE LA REPUBLICA ARGENTINA Y LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY PARA EL INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN TRIBUTARIA Y MÉTODO PARA EVITAR LA DOBLE IMPOSICIÓN. (Al final del artículo, descargue el texto completo del tratado).

De inmediato, comenzaron a oírse voces discordantes en el ámbito de la oposición política, pero también en el mundo empresarial fernandino, más exactamente en el puntaesteño.

Uruguay se vio obligado a firmar el acuerdo por imposición a presión de la OCDE quien había colocado al país en la lista gris de la que lo sacó al llegar a la firma de 12 acuerdos de este tipo pero, últimamente había llegado un directo verticalazo: había que firmar acuerdos también con Argentina y Brasil.

Según el Banco Central uruguayo, a fines de 2011, los ahorristas argentinos tenían depositados en bancos locales, más de 2.300 millones de dólares. Según diversos informes, en el 80% de las ventas inmobiliarias en Punta del Este, concretadas en los últimos tiempos, los compradores eran argentinos.

No solamente la inversión argentina se registra en el mercado de los bienes raíces, también hay mucha en el agrícola y todo ello se sabe, responde al secreto bancario que durante décadas benefició a los inversores extranjeros en general.

Los detractores del acuerdo y más que ello, de su oportunidad en el presente contexto, basan con fundados argumentos su opinión en el desprestigio del gobierno argentino por su ya famoso e inveterado irrespeto a los acuerdos firmados a nivel regional e internacional y en el caso de Uruguay agravado, por
la hostilidad emergida desde la Casa Rosada hacia los intereses uruguayos, elevada al máximo de lo increíble cuando lograron que Sarkozy se convirtiera en Chirolita para denunciar a Uruguay como Paraíso Fiscal en el G20 que insólitamente integra Argentina.

Con Dios o con el diablo

A los uruguayos nos enorgullece y en algunos casos nos fascina, asumir que somos un país serio, tradicional cumplidor a rajatabla de los acuerdos asumidos.

Ponemos especial énfasis en tomar distancia del aquelarre kirchnerista y nos jactamos del Estado de Derecho y la independencia de poderes.

Si analizamos desde la Avenida Gorlero, en el centro de la Gran Caja de Ahorro que es Punta del Este para los inversores de allende el río, estamos de acuerdo que de alguna manera, firmar un tratado de esta magnitud con el gobierno de Cristina, con Moreno y De Vido al lado, es casi lo mismo que cederle una metralleta a un mono.

Pero...no firmarlo, además de la mala letra a nivel internacional, es optar por el "siga el corso" a como dé lugar y pretender tapar el sol con una mano o...¿encubrir capital negro?. ¿Somos o no somos?, ¿estamos o no estamos?.

Cuando suceden hechos en el aspecto climático a través de fenómenos de esa índole, solemos escuchar "la naturaleza es sabia".

Quizás en este caso, se junte la naturaleza con el mercado y tal vez, el tratado, desactive la "Destrucción a toda costa" de Punta del Este, en forma de torres de gran altura y preserve el negocio para el mercado, de estar inserto en un destino atractivo, no depredado, único en el mundo.

Portal de América