por Sergio Antonio Herrera -@DelPDA - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
No recuerdo quienes estuvieron en la organización, seguramente, desde este lado del charco haya tenido que ver AUDAVI. Lo que sí tengo muy presente es que el Director Técnico del equipo fue el entrañable Alfredo "Pocho" González, por entonces en KLM y luego, durante muchos años, uno de los referentes de la representación de Varig en Uruguay.
No resulta fácil explicar lo que significaba, para unos cuantos adolescentes, en su mayoría entre 15 y 18 años, no solamente viajar a Buenos Aires, sino subirse por primera vez a un avión.
Recuerdo que antes de decolar la aeronave de CAUSA en Carrasco, alguien le dijo a un chico (lamentablemente no recuerdo su nombre) que era cadete de Jetmar: "ché, hace mucho calor, abrí la ventanilla...". Y el pibe se volvio loco buscando la manija para hacerlo.
El encuentro tuvo lugar en una cancha ubicada en un predio que era de Esso o al menos, estaba relacionado con esa firma.
Como dice la leyenda de la imagen que ilustra esta crónica, ganamos 7 a 0 y nos trajimos la copa CAUSA.
Lo mejor del viaje, aún por encima del resultado deportivo, fue la sensación inexplicable de estar por la cuenta con tan sólo 15 años, en una gran ciudad, con dinero en el bolsillo y asumir que solo era cuestión de elegir la mejor opción...
Claro, hablamos del año 65, época en que si bien ya existía la televisión en nuestro país, muy pocos tenían un receptor en su domicilio y ese, no era mi caso. Por lo tanto, saber lo que hacer en la noche porteña no era para todos. Por ende, algunos pocos nos "jugamos la gran carta" y resolvimos tirar la chancleta. La gran transgresión fue ir a una cantina de La Boca a comer pizza, tomar algún vinito o una cervecita y fumarnos unos cigarrillos.
Al día siguiente, salimos a caminar "por el centro" hasta que nos llevaron al Aeroparque Jorge Newbery para emprender el retorno.
De izq. a der: No recuerdo el nombre del primero. Luego vienen Rogelio Martínez de Cynsa; Sergio Peluffo (creo en Viajes Tei entonces); yo, ya en Cielmar Viajes y Miguel D´Amico de CIT.
Obviamente que hubo revancha y por supuesto, los argentinos trajeron otro cuadro completamente diferente al que nos enfrentó en ese primer match en Buenos Aires. Este partido tuvo lugar en el marco de una jornada realizada en el Country Club de Atlántida y el resultado final fue de empate sin goles.
Trabajábamos como cadetes, es decir, éramos los que hacíamos los mandados. Pero cuando volvimos de esa experiencia, ya nos sentíamos agentes de viajes y además...conocíamos Buenos Aires y ¡habíamos viajado en avión!
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