por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires (Centenaria cuarentena, fue tiempo perdido y emisión de falsa moneda superior en cantidad a la recaudación y para colmo una parte de los billetes se importan…”)

La composición de la flota disponible de Aerolíneas Argentinas al 31 de diciembre de 2019 es la siguiente: FUSELAJE ANGOSTO: Boeing 737-700 Propiedad Aerolíneas 2; Boeing 737 MAX 800 Leasing financiero 2; Boeing 737-700 Leasing operativo 6; Boeing 737-800 Leasing operativo 31; Boeing 737 MAX 800 Leasing operativo 3.  FUSELAJE ANCHO: Airbus 330-200 Leasing financiero 4; Airbus 330-200 Leasing operativo 6; Airbus 340-300 Leasing operativo 2.

Total 56 aviones, sólo dos propios, 54 en leasing.

Estos datos son tomados de su último balance, publicado en la página web de la empresa. Se puede ver que de las 56 aeronaves, solo dos pertenecen en propiedad a la empresa, el resto son “leasing” y la propiedad pertenece a los diferentes “lessor”.

Con el criterio de Pablo Biro, Aerolíneas Argentinas estaría vaciada desde hace años. Tampoco se advierte que tenga otros bienes propios, y además en ese balance se reconocen pérdidas por un monto de $ 36.123.140.985 que al tipo de cambio expuesto en el balance equivalen a u$s 607.111.613,19.

Más aún, si no fuera por los subsidios que recibe, estimados por la actual conducción en alrededor de 900 millones de dólares para este año, en el que la Argentina podría quedar en default por una diferencia de tres mil millones de dólares, en un plazo de 10 años (300 millones por año).

Es obvio que un default agravaría mucho más la situación, y es muy probable que en ese supuesto Aerolíneas Argentinas deberá devolver una parte de su flota y obviamente una reducción importante de personal.

Podríamos decir más, Aerolíneas Argentinas y Austral subsisten merced al endeudamiento, ya que si hubiéramos “vivido con lo nuestro” es obvio que el gobierno por más voluntad que tuviera no hubiera podido gastar en la empresa desde 2009 a la fecha, más de seis mil millones de dólares. Parte de la deuda que ahora se incumple, está en Aerolíneas Argentinas y Austral en el rubro que denomino “costos hundidos”.

El personal de Aerolíneas Argentinas ha cobrado su salario durante esta cuarentena gracias a los contribuyentes argentinos, incluido el segmento de casi el 50% de pobres que hay en el país que también pagan impuestos, y a la emisión espuria de “billetes” que simula ser dinero y su efecto en la economía podría ser peor que el del Covid-19 en la salud de las personas.

El gobierno una vez más presenta su rostro real, al rechazar a LATAM su ingreso al procedimiento “preventivo de crisis de empresas”, regulado por la ley 24.103, que no deja de ser un sistema inútil de “conciliación obligatorio”

LATAM acreditó sus pérdidas en la Argentina y es obvio que ninguna ley le impone la “obligación de perder dinero”. Al contrario, la misma garantía del derecho de propiedad la obliga a tomar decisiones sobre su continuidad.

No me gusta colocarme como referente, pero más de una vez dije que no entendía como LATAM continuaba con su operación en la Argentina.

Esto lo pensaba no sólo por sus pérdidas acumuladas, sino porque era evidente que en la Argentina existía una voluntad tácita para que se fuera. La asfixia podría provenir de gremios que disponían paros sorpresivos, lo que debería ser un delito, además de su ilegalidad manifiesta, como de empresas del propio estado como Intercargo o AA.2000 cuando le negaba o dificultaba la provisión de servicios de “Handling”, o se le negaba posiciones razonables en Aeroparque para el embarque y desembarco de pasajeros que eran reservadas para Aerolíneas Argentinas.

Personalmente recuerdo que las veces que he volado por esa empresa, una sola vez en varios años, embarqué por manga, todas las demás y los arribos fueron por medio del bus que te lleva o trae a o desde la posición remota, como se denomina a las que están alejadas de las mangas.

Los DNU que impiden los despidos y dispone la doble indemnización son, en mi opinión, ilegales, como muchos otros ya que no se sancionaron respetando el procedimientos fijado por la Constitución, como lo expliqué en notas anteriores.

Nuestra política aérea fue con el gobierno anterior un espanto y la del gobierno actual es peor.

Mal ejemplo el del Ministerio de Trabajo que ni siquiera tuvo respeto, no ya legal, sino ético para con el personal afectado y los derechos de la empresa de no trabajar a perdida.

Lo más hipócrita es que el gobierno tiene argumentos para haber cancelado su operación invocando una legalidad obsoleta, pero legalidad al fin.
En fin, el caso LATAM fue una de las mil caras que tiene este gobierno y sus funcionarios.

Son como las amebas, no tienen piel, ni forma,  ni estilo.

Pero hasta ahora ninguno fue solidario, todos cobran su salario el día 31… (o 30) y los legisladores se comportaron como notarios de suburbio aprobando los ilegales DNU en serie.

No llores por mí Argentina, rei por ellos, por lo menos es bueno ver o escuchar reír aunque se rían de nosotros.

Portal de América