El futuro de la ANAC: rumores y descalificaciones, comunes usos “k”
Lunes, 07 Diciembre 2015 23:01

El futuro de la ANAC: rumores y descalificaciones, comunes usos “k”

“El Ing. Juan Yrigoyen será designado al frente de la ANAC. El Ing. Yrigoyen era hasta hace poco el CEO de Diaverum Latinoamericana. Su único vínculo con la actividad aerocomercial es su íntima amistad con el abogado….Diaverum es una empresa médica especializada en diálisis, con denuncias en el exterior por despidos de enfermeros homosexuales. Queda confirmado así que el armador del sector es Gustavo Lopetegui, quien continúa velando por los intereses de LAN…” (Mail recibido por el suscripto el 4/12/2015, leído las 14.10).

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El rumor es un ruido confuso de voces, según dice la RAE, y generalmente se utiliza como medio para desacreditar, desautorizar o incapacitar a alguien o algo. En la Argentina “K”, el rumor y la descalificación han sido medios preferidos usados por el gobierno o la mayoría de sus funcionarios para justificar sus acciones y desestimar las críticas. El rumor se usa para poner en duda las intenciones de las críticas y la descalificación para obviar la respuesta concreta. Un ejemplo es Kicillof, que jamás responde  a una crítica y se limita a la descalificación genérica  de sus críticos. Un funcionario con el complejo de su tamaño.

Quien es apartado de una competencia por incumplimiento a las normas reglamentarias está impedido de competir, y si la violación a las reglas se descubre una vez finalizada la competencia, se lo descalifica, excluyéndolo de la misma, y su performance, buena o mala, no es tenida en cuenta.

El medio aeronáutico argentino es reducido, ya que el transporte aéreo comercial gira alrededor de Aerolíneas Argentinas, que sigue siendo merced a la le ley 19030 el instrumento elegido para ejecutar la política aérea argentina para lo cual se le han acordado privilegios que en nada contribuyeron a su eficiencia y calidad de servicios, y el art 9 de la ley 26412 que impide su privatización.

Tenemos que tener en cuenta que los gremios aeronáuticos están dominados por Aerolíneas Argentinas, a tal punto que Austral, también empresa del estado, en el sector pilotos tiene su propio gremio.

Esa división se concretó  cuando APLA apuntó hacia la estatización o liquidación de Austral y cuando se analizaron escalafones únicos ante posibles fusiones, los pilotos provenientes de Austral  eran relegados ante todos los pilotos ya escalafonados en Aerolíneas Argentinas.

Ello ocurrió después de unos cuantos años de convivencia pacífica que merced a la gestión a partir de 1968 de sus ex presidentes Hilario Valinotti y Jorge Aimi, la intervención militar del gremio entre 1976 y 1982, y un lapso de las gestiones de Roberto Arostegui y Mario Massolo, facilitaron la convivencia hasta que durante el año 1985 se produjo la separación fundándose UALA que por ahora solo agrupa a todos los pilotos de Austral.

Esta breve historia intenta demostrar que los gremios aeronáuticos son funcionales a las necesidades de Aerolíneas Argentinas como instrumento nacional de política aérea.

Por ello, es esencial derogar la ley 19030 y la ley 26412, hoy  pruebas de la fosilidad de la legislación aeronáutica argentina, que además sustenta legalmente desmesuras políticas y económicas. La ley 26412 además obligaría al estado a garantizar su financiamiento, aunque no señala bajo que pautas de administracion y gerenciamiento y hasta que límite.

Como vemos, mucho dinero se genera a partir de estas vetustas normas legales, ya que cuanto más personal tengan Aerolíneas Argentinas y Austral, más afiliados tendrán respectivamente cada uno de sus seis gremios y más dinero recaudarán. Y es sabido que la fortaleza económica  facilita el acceso a la política y a la participación en la formación de decisiones en cuyo contenido se pretende influir. En ese sentido, fuerte peso tuvieron los gremios  aeronáuticos en los procesos de expropiación y estatización de Aerolíneas Argentinas y Austral, y paradójicamente en la llegada a Argentina de LAN bajo la gestión de Ricardo Cirielli, actual dirigente de APTA, en un momento en que se creyó que el transporte aéreo colapsaría en Argentina.

Hice esta breve historia para demostrar el espíritu conservador de los gremios aeronáuticos dado  que de hecho  sus dirigentes han sido formados dentro de un concepto de aviación comercial estatal, en la que los costos y la productividad poco importan porque el estado siempre “pone”.

Personalmente he participado en varias negociaciones paritarias y cuando estaba del lado gremial, advertía como muchas veces los  funcionarios públicos ofrecían ciertos “privilegios” sin evaluar su incidencia en los costos o en el futuro funcionamiento de la empresa, para impulsar acuerdos cuyos costos quizás se estén lamentando ahora.

En ese sentido, las negociaciones con Austral que hasta 1981 fue gerenciada por Willy Reynal, eran mucho más profesionales,  ya que al depender la empresa solamente  de sus ingresos la productividad era un elemento que se tenía en cuenta para llegar  a un resultado consensuado.

El triunfo  de “Cambiemos” en las últimas elecciones ha generado temor en ciertos sectores cuya existencia depende exclusivamente del derroche de los recursos del estado.

La ANAC, el ORSNA y la EANA (Empresa argentina de navegación aérea) y la aún existente Subsecretaria de Transporte aerocomercial, deberían unificarse en la ANAC como organismo autárquico dentro de la órbita del futuro Ministerio de Transporte.

Es obvio que mediante esta necesaria e imprescindible simplificación se suprimirán cargos innecesarios, sus respectivas estructuras y personal supernumerario que deberá  ser reubicado, respetando sus derechos y los derechos del estado a su reorganización.

Pues bien, el kirchnerismo para justificar todo su desaguisado en esta materia y ese agujero negro en el que se ha convertido Aerolíneas Argentinas, ha comenzado desde que se dio a Mauricio Macri como ganador del balotaje del pasado 22 de noviembre, a sembrar y descalificar eventuales nombres de posibles funcionarios para estas aéreas, muchas veces con groseros errores en los nombres como da cuenta el mail que recibí, parcialmente transcripto al inicio y que incluso reenvié a algunos amigos.

Pasa que el jueves 3 alrededor de las 2100 horas un amigo en quien confío me llamó por teléfono para decirme que un señor Irigoin seria el nuevo Administrador de la ANAC, pero confieso que me quedó grabado como Yrigoyen. Para ese momento ya tenía tres nombres que parecían fijas, pero me había sido imposible chequearlos, por ese motivo no los menciono.

El día viernes 4 hasta pasadas las 15 horas estuve totalmente ocupado con temas profesionales y cuando recibí ese mail proveniente de una dirección vinculada con  Gustavo Lipovich, a quien he tratado personalmente antes de su arribo a AA2000 y luego al ORSNA, lo reenvíe a unos amigos. Pero  casi en simultáneo, creo no haber demorado más de media hora, le preguntaba   a todos los destinatarios y remitente de ese mail, si no habría un error y el apellido real debía ser Irigoin en vez de Yrigoyen. Nadie me respondió. En el momento identifiqué el apellido que me habían pasado la noche anterior con el consignado en el mail y luego de unos minutos me di cuenta de mi error.

La lectura de ese mail, por eso lo he transcripto casi textualmente, demuestra el uso del rumor y la descalificación con fines de generar confusión y desconfianza.

En ese mail se confundió un apellido con otro, su vinculación  con una empresa  líder en materia de diálisis del presunto postulante y su descalificación, recurriendo a dos hechos que daban por cierto, como la presunta denuncia hecha en el extranjero por haber discriminado a personas homosexuales que nada tendría que ver con la actuación de la empresa en el país y la intervención de dos personas de LAN, uno de ellos ex,  en su propuesta y designación. 

El objetivo de ese mail no era informar, ya que los datos eran erróneos, sino generar inquietud en el sector, para predisponer a la dirigencia gremial y al personal contra todo intento de hacer las cosas de otro modo y como si todo estuviera orquestado contra  la racionalización del sector y Aerolíneas Argentinas, una empresa que dista de ser exitosa, como Kristina en el ejercicio de su profesión de abogada, y que subsiste porque todos los contribuyentes, sin ser consultados ponemos cada día u$s 1,5 millones.

Como vemos, muchos quieren vivir en esta Argentina del siglo 21 a costa de los otros y ese privilegio es considerado como “un derecho adquirido”.

La moraleja de la nota es como muchas veces quienes hacemos culto de la “buena fe”, podemos ser sorprendidos por los desaprensivos.

Sobre nombres para la ANAC hubo varios en circulación como lo dije al principio, incluso hasta alguna persona bien informada me dijo que podría continuar por un tiempo Alejandro Granados.

Lo cierto es que el nuevo administrador  General de la ANAC sería Luis Irigoin, que es el nombre que me dieron el jueves 3 a las 21.00 y que yo grabe en mi mente como Yrigoyen, pese a que nunca fui Radical…Tampoco sabía que eran varios hermanos…

Portal de América

Comentarios  

El nombre correcto es Juan Pedro Irigoin

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